Con el anuncio de Caputo, los mandatarios provinciales ganaron la pulseada por retenciones y Ganancias. Pullaro había acercado una propuesta alternativa. Una amenaza crece en el norte contra lo que fue la hegemonía de Gerardo Morales
Por Diamela Rodriguez
Los gobernadores radicales, en especial Alfredo Cornejo, Maximiliano Pullaro y Gustavo Valdés, lograron imponerse como los actores indispensables para que el gobierno de Javier Milei pueda avanzar con la Ley Ómnibus. Durante las negociaciones públicas y privadas priorizaron los intereses de sus territorios, sobre todo a lo referido a retenciones e impuestos coparticipables, y en la Cámara de Diputados se diferenciaron de sus adversarios correligionarios, con quienes protagonizan una fuerte interna que arrastran desde la campaña electoral. En ese contexto, un boina blanca muy resistido por sus pares comenzó a tener influencia y apoyo en el Congreso: el ministro de Defensa, Luis Petri.
“Algunos radicales ven un cargo en el Ejecutivo y salen corriendo”, bromean los correligionarios del interior que apoyan a Petri pese a las críticas que recibió desde las autoridades del Comité Nacional. Es que el actual ministro de Defensa generó la indignación de Gerardo Morales, entonces presidente del partido, cuando anunció junto con Patricia Bullrich que apoyaría la candidatura de Javier Milei tras perder las elecciones generales de octubre. Hasta el día de hoy, el flamante titular de la UCR, Martín Lousteau, se encarga de aclarar: “Nosotros no integramos este Gobierno, la gente nos eligió para ser oposición”.
En rebeldía con las ideas que promulga el líder de Evolución y en busca de representar a los radicales del interior del país, en la Cámara de Diputados nació un nuevo espacio que se autodefine como la “Liga del Norte Grande”, integrada por Mariano Campero (Tucumán), Luis Picat (norte de Córdoba), Martín Arjol (Misiones); Francisco Monti (Catamarca) y Alfredo Vallejos (Corrientes). Se trata de cinco radicales cercanos a los gobernadores, pero con aspiraciones de gobernar sus propios territorios. Sólo uno de ellos integra una de las comisiones que trataron la Ley Ómnibus y votó el dictamen en disidencia con el oficialismo, pero contó con el apoyo de los otros cuatro boinas blancas
“La Argentina necesita cambiar. Como nuevos referentes, tenemos que promover ese cambio”, resaltan entre ellos, al destacar que los cinco pertenecen a una generación más joven a la que suele caracterizar al partido centenario. Con la misma idea de cambio, respaldan el rol que ocupa Petri en el Gobierno y, de hecho, recuerdan que durante la campaña electoral recorrieron sus territorios junto con Bullrich y el entonces candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio. “La idea de que la gente nos votó para ser oposición nos pone en un rol pasivo”, destacaron en diálogo con Infobae, en clara contraposición a lo que suele declarar el presidente del Comité Nacional.
Según pudo reconstruir este medio, Petri no sólo cuenta con el apoyo de estos diputados sino que, además, suele mantener reuniones con intendentes y cuatro de los cinco gobernadores radicales. Claro está que con el que menos vínculo tiene es con Carlos Sadir, sucesor de Morales en Jujuy. “Sigo siendo radical”, suele repetir el mendocino en su entorno cuando le mencionan la resistencia que su nombre representa en un sector del partido.
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En los entretelones del nacimiento de esta Liga del Norte Grande en la Cámara de Diputados, algunos aseguran que se trata de una clara provocación a Morales. Hasta perder las elecciones nacionales en alianza con Horacio Rodríguez Larreta, el jujeño hacía valer su poder y liderazgo en ese territorio. Hoy, con el nuevo escenario y con el fortalecimiento del tándem Cornejo/Valdés, el norte del país se convirtió en una zona en disputa y a conquistar.
La interna en DiputadosRodrigo de Loredo ganó la pulseada por la presidencia del bloque de la UCR con el apoyo de los gobernadores
De los radicales que integran las tres comisiones que debatieron la Ley Ómnibus en la Cámara de Diputados, ocho votaron con el oficialismo (en disidencia) y otros ocho eligieron no votar. Desde el inicio de las negociaciones, el presidente del bloque de la UCR, Rodrigo de Loredo, buscó que el partido tome una decisión en consenso pero, sin embargo, no pudo lograr que los legisladores del espacio que integra (Evolución) se expresaran a favor. Sólo Martín Tetaz dio su visto bueno para “darle al Ejecutivo las herramientas para gobernar”, aunque se encargó de expresar sus puntos en desacuerdo.
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De Evolución, Ana Clara Carrizo y Mariela Coletta - que responden a Emiliano Yacobitti y a Lousteau- tomaron una decisión diferente a la que impulsaba De Loredo. Lo mismo hicieron Pablo Juliano, Fernando Carbajal, Pedro Galimberti, Jorge Rizzotti y Natalia Sarapura. “No son diputados de Facundo Manes, sólo Juliano le responde”, aclaran lo radicales que entienden que el neurólogo buscó capitalizar la división, luego de haber perdido la pelea por la presidencia del bloque.
Más allá de las internas entre los legisladores, los gobernadores son los que - hasta el momento- lograron imponerse al menos en la agenda mediática. De hecho, ganaron la pulseada con el Gobierno en la pelea por quitar la suba de retenciones en la Ley Ómnibus. Este viernes por la noche Luis Caputo anunció que retirará toda la parte fiscal del proyecto, lo que incluye blanqueo, moratoria, adelanto de Bienes Personales, Ganancias y retenciones.
Luego del anuncio, en el radicalismo celebraron la decisión del Gobierno pero, sin embargo, se mantenía con cautela ya que ninguno se había comunicado con funcionarios. De hecho, había dudas sobre el futuro de la ley de Pesca, Biocombustibles e Hidrocarburos que habían sido conversados con anterioridad.
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