Desde las 10 se inicia un largo debate que se extenderá por lo menos hasta mañana y cuyo resultado está abierto. El texto final aún está en redacción y la oposición aliada podría dividirse en la votación en particular. El oficialismo tendría el apoyo para aprobarla en general. El kirchnerismo y la izquierda, en rechazo y con movilización fuera del Congreso.
Mauricio Caminos
“Recibí del Ministro del Interior lo que tanto estábamos esperando: Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los argentinos. Manos a la obra!”. Un mes y cuatro días pasaron de aquel eufórico micromensaje en Twitter que Martín Menem, el titular de la Cámara de Diputados, lanzó la tarde del 27 de diciembre. En el posteo se lo ve sonriente, de traje y corbata, recibiendo de Guillermo Francos el mamotreto de la ley ómnibus envuelto en una cinta con los colores de la bandera nacional: 664 artículos de un proyecto de país libertario que hoy llega al recinto amputado en su mitad.
Este miércoles desde las 10 los diputados nacionales están citados para discutir y votar una iniciativa que aún se está reescribiendo. El dictamen de hace una semana contiene 525 artículos, pero con la marcha atrás de Javier Milei en el capítulo fiscal, más el ida y vuelta que La Libertad Avanza punteó durante el fin de semana con la oposición aliada para su aprobación, el recinto debatirá en el aire sobre un borrador que no llega a los 400 artículos. Es un misterio saber cuántos lograrán finalmente la media sanción de la Cámara baja, porque cada votación en particular será una batalla en sí misma.
El arco opositor alineado que integran el PRO, la UCR, Hacemos Coalición Federal –salvo los socialistas de Santa Fe– y los bloques provinciales silvestres le garantizará al oficialismo el quórum y luego la aprobación en general, pero no hay consenso sobre cómo votar artículo por artículo. Esa es la expectativa principal de una sesión que se extenderá al menos hasta mañana jueves. Unión por la Patria y el Frente de Izquierda ya avisaron que votarán en contra. Afuera del Congreso se espera tensión: habrá una movilización de los movimientos piqueteros y Patricia Bullrich activará su protocolo antipiquete.
El día D de la ley ómnibus pondrá definitivamente blanco sobre negro las iniciativas principales que habitan su interior: superpoderes para el Presidente durante un año en siete áreas (economía, fiscal, finanzas, seguridad, tarifas, energía y administración del Estado), una amplia reforma del sector público, privatización de todas las empresas del Estado –salvo YPF–, desregulación de la economía, posibilidad de que se vendan las acciones de las empresas privadas que ostenta la Anses, cambios en los códigos Penal, Civil y Comercial, criminalización de la protesta social, modificaciones en materia educativa y de transporte, ajuste en el sector cultural y desprotección del medio ambiente. Afuera quedaron la suba de retenciones y el cambio en jubilaciones, otras delegaciones, desregulaciones provinciales, la reforma política, los juicios por jurado y el traspaso de la Justicia a CABA.
La ley ómnibus es tan inabarcable como las distintas aristas políticas que se pondrán en juego durante el derrotero de la sesión, que en los pasillos del Congreso calculan de por lo menos 40 horas de duración, con un cuarto intermedio en algún momento “razonable”, se definió anoche. Todo el tiempo que se extiendan los discursos –hay anotado unos 200 de 257 legisladores– será tiempo ganado para que el oficialismo siga ajustando la redacción final.
Un ómnibus en el desarmadero
La aprobación en general está descontada luego de que ayer comunicaran públicamente su apoyo al Gobierno tanto la UCR –donde hay disidencias encabezadas por Facundo Manes– como el experimento parlamentario que es HCF –que conduce Miguel Pichetto y abarca a los lilitos, Margarita Stolbizer y Ricardo López Murphy.
En el PRO nunca hubo tantas dudas porque los amarillos son casi oficialistas desde que Bullrich entró al gabinete. Ayer hizo su aporte Mauricio Macri en un Zoom partidario en el que bendijo a Cristian Ritondo, jefe del bloque, por sus servicios prestados. Esa alineación con LLA se extiende a José Luis Espert, el espacio de Omar de Marchi, el bloque de dos de Carolina Píparo y otras fuerzas provinciales. La ley de Bases sumaría sin inconvenientes más de 140 voluntades a favor en el test general.
El morbo estará –como se dijo– en la votación en particular. Pondrá a prueba el verdadero nervio parlamentario de los libertario porque los 38 legisladores de LLA son vírgenes en el recinto. Es la primera sesión en su vida, muchos son desconocidos para el público general –salvo Lilia Lemoine y “Bertie” Benegas Lynch por sus llamativas apariciones durante la campaña– y encima será maratónica. Un dato: más allá de los discursos, intervenciones y cruces que habrá entre los diputados, al momento decisivo los libertarios tienen que asegurarse que habrá quórum en cada votación en particular.
Misión de Menem y de Gabriel Bornoroni, el cordobés de LLA que es el miembro informante de la ley ómnibus. Será el encargado de leer a viva voz cada cambio que haya en los cientos de artículos que fueron modificados en las reuniones a puertas cerradas en el despacho del titular de Diputados con los aliados, bajo la supervisión de Santiago Caputo, el alter ego de Milei.
A esa expectativa se le suma cuál será el resultado final de los articulados que todavía generan el rechazo de los aliados. A saber: que haya privatizaciones a sola firma del Presidente, incluyendo empresas estratégicas como Banco Nación, Nucleoeléctrica o Arsat; que el impuesto PAIS sea coparticipable a las provincias –que sufrirán el ajuste en las transferencias desde la Casa Rosada–; y la flexibilización en las ley de Glaciares y la ley de Bosques, habilitando su explotación privada, un tema que generó debate público pero que no estuvo en el toma y daca LLA-aliados.
En esos temas los bloques principales, menos el PRO, le dio libertad de acción a sus legisladores. Una salida elegante para no hablar de “división” o “ruptura”. La UCR y los federales votarán divididos en muchas cuestiones. Lo llamativo es que podrían asemejarse al rechazo de los 99 de UxP y los 5 del FIT. Milagro de Milei juntar a varios ex JxC con los K, voluntad de las fuerzas del cielo.
Hace un mes Milei le envió a Menem, vía Francos, una proyecto de ley de Bases a Diputados que hoy entra a su carrera final. Luego de aquel puntapié inicial se sumaron a la negociación y al derrotero de la rosca por el proyecto los Caputo, Santiago y Luis, y hasta la propia Karina Milei fue a almorzar al Congreso antes de que el ministro de Economía diera la cara para anunciar la capitulación de toda la parte económica. ¿Saldrá al Senado un ómnibus o quedará reconvertido a un utilitario o apenas un auto particular?
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