El diputado nacional por Mendoza dijo que el PRO es la tercera fuerza de la provincia.
Sus intervenciones en el Congreso no pasan desapercibidas. Tienen una elección de palabras que bien podrían ser cuidadosamente elegidas o bien podrían ser salidas de "la calentura del momento", pero que son indudablemente producto de la tanada, esa con la que muchos mendocinos nos identificamos bien.
Es, también, como buen político mendocino, una persona medida: se puede enojar, pero sin decir barbaridades. Puede subir el tono de voz, pero sin atacar particularmente. Omar De Marchi sabe hablar muy bien y esa es una gran virtud en cualquier político.
También es de los políticos con los que los periodistas tenemos trato directo, sin intermediarios ni asesores de prensa y, como hace años que existe ese contacto, nos tuteamos y hasta por ahí nos chicaneamos, pero nos respetamos. Es ese "conocido de años" que no termina siendo amigo por esas cosas de la vida. Pero gracias a eso la entrevista es franca.
- Como buen tano, sos de los dirigentes más calentones y has criticado muchas aristas del tema, pero ¿qué es lo que más te molesta de cómo está manejando la pandemia Alberto?
- Lo que más me molesta de como maneja la pandemia Alberto es la falta de profesionalidad, la incertidumbre constante y permanente y la falta de planificación, es evidente, no porque se me ocurra a mí y porque quiera criticar yo, sino que está a la vista de todos. Desde que arrancó con Ginés diciendo que era una gripecita, que el pico llegaba en abril, que el pico llegaba en marzo, hasta el día de hoy que habían prometido 20 millones de vacunas para febrero. Así que lo que más me rebela en contra de todo esto es la falta de seriedad porque mina la confianza, rompe la confianza, y sin confianza es muy difícil construir hacia adelante.
- ¿Cómo ves al peronismo mendocino?
- Trato de no opinar por ahí sobre otros partidos. Creo que el peronismo mendocino está totalmente... diríamos copado por el kirchnerismo. Hoy en Mendoza el peronismo es La Cámpora, lo cual no está ni bueno ni malo, simplemente es eso. No responde el peronismo mendocino a los viejos parámetros de sectores medios aspiracionales que tenía el peronismo mendocino. Hoy está más concentrado en los valores que representa La Cámpora.
- El liberalismo está ganando espacio en el país como la tercera opción, bajo la crítica de que Macri terminó haciendo un gobierno tan malo que permitió que volviera el Kirchnerismo. ¿Qué respondés a esas críticas? ¿Hay autocrítica?
- Primero que no creo realmente en la tercera opción con fuerza a nivel nacional, por ahí tenga una opinión distinta a nivel provincial, pero nacional creo que no. Y me parece una tontera decir que el kirchnerismo vuelve gracias al macrismo, porque si uno votó al macrismo o votó a Macri para que se fuera el kirchnerismo, después no le podés echar la culpa al macrismo porque volvió el kirchnerismo. El kirchnerismo volvió porque gran parte del peronismo se unió y porque todavía en la Argentina tenemos mucho resabio populista, y cuando de repente se te paró un tipo enfrente que dijo que te llenaba la heladera, que aumentaba el 20% a los jubilados a partir del primer día de gobierno y que ponía a Argentina de pie, es como que la mitad de la Argentina corrió a votarlo.
Bueno, el problema es que todavía seguimos creyendo en las recetas mágicas y no pudimos sostener un cambio que significaba esfuerzo, que significaba transparentar la economía, que significaba eliminar el déficit fiscal, que era lo que venía haciendo con mucho esfuerzo Macri y que bueno, gran parte de la sociedad no pudo sostener.
Mauricio Macri de por sí es muy autocrítico, en su último libro es más autocrítico de lo que a mí me hubiera gustado te diría, porque yo creo que se hicieron muchísimas cosas bien y se cometieron algunos errores pero no al revés, no es que se cometieron muchísimos errores y se hicieron algunas pocas cosas bien, creo que es al revés. Macri de por sí, insisto, es mucho más autocrítico de lo que a mí me gustaría.
- ¿Cuál es tu postura respecto a la suspensión o postergación de las PASO?
- Obviamente emitimos un comunicado desde Juntos por el Cambio donde lo que queremos es consolidar que las PASO se realicen. Si tienen que correrse 30 días por causas vinculadas con la pandemia no tendríamos demasiado inconveniente, pero sí tendríamos inconveniente en que se eliminaran las PASO. Entonces un poco la contrapropuesta que Juntos por el Cambio le ha hecho al Gobierno es la de decir que aseguremos que las PASO se hagan, aunque sea 30 días después pero que se hagan, y no como empezó a correr el rumor en las ultimas horas.
- Priore y Casado lo acusan de manejar la interna del PRO con ayuda de los jefes nacionales, ¿cómo van a seguir ustedes con esa interna (a la personal me refiero)?
- De este tema no voy a hablar porque evidentemente es un tema cerrado, absolutamente cerrado. Quien se interese por este tema es porque quiere escudriñar en un tema que no le interesa a la gente, imaginate vos si a alguien le puede interesar una interna que es de autoridades partidarias, ni siquiera es de candidatos, de autoridades partidarias de un partido provincial o de una provincia.
El PRO es uno de los partidos que más consolidación y crecimiento han tenido en la provincia de Mendoza en los últimos años. Hoy estamos claramente identificados como una tercera fuerza, dentro de Cambia Mendoza pero con la identidad y la diferenciación suficiente para que cuando vos hablés de partidos y hablés del Partido Justicialista o hablés de la Unión Cívica Radical, inmediatamente lo que viene es la fuerte penetración que el PRO ha tenido en toda la provincia en el último tiempo, al punto de habernos animado a dar una interna dentro de nuestro espacio en el 2019 con un resultado bastante interesante a pesar de no tener prácticamente nada de poder.
- ¿Apoyás la propuesta de Laricchia (MendoExit) de exigir que se haga una nueva ley de coparticipación? En caso de que sí, ¿por qué no la pediste antes?
- Yo tengo no menos de cuatro proyectos, o cinco, vinculados con el tema de la coparticipación. En todo sentido, primero una nueva redistribución, hemos planteado también la redistribución inversa -o sea que recauden las provincias y las provincias coparticipen a la nación-, pero lo que hay que pensar más que en una ley de coparticipación es en una ley para bajar impuestos, porque si hay algún problema que tiene grave la Argentina hoy, es la parálisis a la cual se somete al sector privado producto de la excesiva y asfixiante carga impositiva. Frente a cualquier idea creativa del gobierno lo que sigue es la creación de un nuevo impuesto para sostenerla y, en el fondo, en lo que estoy en desacuerdo es con eso de que la Argentina siga teniendo impuestos, siga creciendo la presión impositiva: hay que reducir los que existen y hay que mutilar la chance de crear nuevos impuestos. Es como que la discusión de la coparticipación sea casi como secundaria.
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