Recién una semana después que Marcelo Abraham presentara su denuncia penal por el ataque con herbicidas que sufrió su plantación de olivares en el vivero de Claromecó, y que presentara días atrás en la fiscalía la documentación de un procedimiento hecho por el ministerio de Agroindustria, desde el mismo ministerio público fiscal tresarroyense se convocó a la Policía Ambiental de Necochea para periciar el espacio público afectado, en Claromecó.
En este contexto ayer dos efectivos –entre ellos el subcomisario Sergio Ríos- de la delegación de Prevención Ecológica y Sustancias Peligrosas, de Necochea, recorrieron seis hectáreas del predio y hallaron dos bidones que aún contienen restos de la sustancia, que sería glifosato.
El jefe policial dijo a La Voz del Pueblo que “se encontró cual fue el medio por el cual se está provocando la seca de estos ejemplares”.
Señaló Ríos que la mala utilización de este producto puede haber generado “una alteración del medio ambiente”, algo que podría confirmarse si se ordenara un análisis del suelo.
La participación de esta fuerza fue sugerida por la abogada especialista en derecho ambiental, Verónica García Christensen, al momento de presentar la denuncia penal que recayó sobre la Fiscalía Nº6 conducida por José Bianconi, y cuyas instrucciones lleva adelante la instructora judicial Natalia Dello Ruso.
Zona lindera “Estamos trabajando bajo la supervisión de la fiscalía Nº6, y en un caso que lleva la carátula de “daño”. Fuimos a entrevistarnos con la víctima, hicimos una inspección y un recorrido por todo el predio a los fines de determinar las características físico-químicas de este agente extraño que estaba afectando al cultivo de olivares”, expresó Ríos a este diario. Y agregó que “en el recorrido de casi seis hectáreas se pudo determinar que en la zona lindera con otro predio se encontraron escondidos bajo los pastizales, dos bidones de agroquímicos”.
Esta es la nota de constatación hecha por el Ministerio de Agroindustria, desde la dirección de Sanidad Vegetal, cuya responsable es la ingeniera agrónoma tresarroyense Lorena Ceriani
Trazabilidad Dijo que los bidones fueron secuestrados “para hacer una trazabilidad y ver quién fue el último utilitario”, y que para verificar esa información intervendrán el Senasa para lograr esa identificación en el uso de esos fitosanitarios, como también el OPDS, si es que se requiere el análisis del producto hallado en el interior de los bidones.
“Hay una intensión de daño, igual es todo materia de investigación todavía. Recién hoy llegamos al lugar y tomamos vista de las actuaciones ya realizadas. Respecto a la materia medio ambiental estamos tratando de determinar cuál es el agente que está perjudicando a dicho cultivo. Hasta ahora de acuerdo a lo que hemos hallado y secuestrado son bidones de glifosato”, confió el jefe policial.
El sub comisario Sergio Ríos, de la delegación de Prevención Ecológica y Sustancias Peligrosas, recorre los olivares junto a un agente, y al productor Marcelo Abraham
Para hacer daño Explicó que la trazabilidad, a partir de la etiqueta de dicho embace, permitirá determinar al último usuario, para seguir luego con las tareas investigativas y dar con las personas que estuvieron utilizándolos.
Indicó además que “lo que se ve afectado son los ejemplares de olivo, este producto (glifosato) no está prohibido sino que está regulado, y se utiliza en diferentes proporciones o en diferentes características para la seca de malezas. El uso de este producto tiene un fin que -en este caso- es tarea de investigación porque se ha utilizado para generar un daño a ésta persona”.
“Contanimación” Si bien en principio aclaró que el delito de “daño”, tal como está caratulado actualmente el caso, “tiene una pena excarcelable”, no descartó que la investigación pueda “desdoblarse” para que la portada del hecho cambie.
Señaló Ríos que la mala utilización de este producto puede haber generado “una alteración del medio ambiente”, algo que si bien estimó que es “apresurado” como hipótesis, podría confirmarse si se ordenara un análisis del suelo, lo cual por su gravedad haría cambiar la caratula “de daño a una contaminación. Y en ese caso pasaría a ser más importante la contaminación que el daño propio a los olivares”, resaltó.
“Cuál fue el medio” Igualmente recordó que la investigación es dirigida por la fiscalía Nº6, y también tuvo presente que recién pudieron intervenir ayer, después que el producto fuese arrojado en los primeros días de diciembre, y que el daño fuera advertido en la primera semana de este mes.
“Hay un montón de eventos que se evaporaron a fin de poder muestrear un evento de características ambientales, por eso nos quedamos con la figura más básica y más contundente con las tareas que se realizaron, referente al daño, porque se encontró cuál fue el medio por el cual se está provocando la seca de estos ejemplares”, dijo Ríos al finalizar sus declaraciones.
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