El politólogo Andrés Malamud aseguró que "si éste hubiese sido el resultado inicial, el resultado del domingo hubiese sido una clara derrota del oficialismo", tras lo cual lo comparó con lo que había pasado con Mauricio Macri en 2019. "Es como empatar después de estar siendo goleado", comparó esto con una metáfora futbolera.

También analizó al kirchnerismo al que consideró que "es una facción del peronismo" que se mantiene fuerte. En este sentido, para el politólogo olavarriense "en Argentina hay dos grandes fuerzas políticas dentro de un bipartidismo muy fuerte" luego de lo cual desestimó en cierto modo la irrupción de los dos partidos liberales en CABA (Milei) y en la Provincia (Espert) como dos fuerzas menores que apenas han logrado 4 diputados.

A Malamud no le llamó la atención de que el FDT hubiese perdido 5 millones de votos desde el 2019 al '21, porque "son elecciones de término medio y es normal que se pierdan votos. Ambos son espacios resilientes y ambiciosos y registran una imagen especular y recíprocamente. Son parecidos y buscan lo mismo", dijo sobre Juntos y Todos, apuntándole al objetivo y no a su contenido ideológico.

"Resilientes y ambiciosos"

Sobre la diferencia que logró Juntos tanto  en la Nación como en la provincia de Buenos Aires, Malamud no duó en decir que fue "una clara derrota del oficialismo, pero comparada con la de las Paso, no pareció tanto. Es lo mismo que le pasó a Macri hace dos años . por lo tanto fue como empatar después de estar siendo goleado".

En cuanto a como quedó el kirchnerismo, sostuvo que "es una facción muy fuere de la Tercera Sección Electoral. Recuperó algo, también en Tierra del Fuego y en Chaco. Ganó en 9 provincias mientras que Juntos triunfo en trece. El bipartidismo es muy fuerte pero una mirada porteña pretende hacer creer que tanto Milei como Espert son importantes y entre ambos reúnen 4 diputados.

Admitió que "hay internas en Juntos pero por ahora no pone en riesgo el resultado. En cambio, la interna del gobierno es más fuerte. En este caso, la movilización de los intendentes, que en las Paso se habían quedado en la casa, hizo recuperarle algo al oficialismo. Pero Cristina movió el aparato y cambió un poco el resultado".

Señaló además que "al peronismo lo barrieron en otras provincias. En Buenos Aires, Juntos ganó tres diputados y perdió tres senadores, pero a pesar de la mengua sufrida, el kirchnerismo sigue muy fuerte. Hay gobernadores como Schiaretti, en Córdoba, que salió tercero y Perotti, en Santa Fe recibió una paliza".

Si bien desde 2019, el oficialismo perdió 5 millones de votos, para Malamud "es normal que en una elección intermedia se pierdan. Juntos y Todos son dos espacios resilientes y ambiciosos y son muy parecidos entre sí porque buscan lo mismo. El macrismo le contagió al radicalismo su vocación de poder, trae hambre pero también orden y el radicalismo se ordenó a partir de Manes ".

El caso azuleño

El tema seccional también estuvo en el análisis y la entrada de Eduardo Bucca en el Senado fue, según el politólogo consecuencia que "Bali sacó votos en los distritos chicos, le fue bien en Bolívar, algo más del 40 por ciento y en Azul también hizo alguna diferencia. No olvidemos que hay un intendente electo por el peronismo y hay heridas que no se cerraron. Por eso hay dificultades para amalgamar las alianzas".

La versión es que hubo un intento de reflotar el acuerdo que hubo entre Dalton Jauregui y Lucrecia Egger para repartirse el mandato, esta vez entre ésta candidata y Diego Robbiani, y que ante la negativa habría habido una reacción que terminó favoreciendo a Bucca... sobre ello, Andrés Malamud no dudó: "Tengo la misma versión, es totalmente verosimil y hace alusión al temor a la traición que se venía mencionando..."

-¿Pudo haber un cambio de voto de los votantes de Manes que haya favorecido la entrada de Bucca en el Senado?

- Algunos pudieron haberse dado vuelta..., puede ser, pero si esto pasó, habrían sido los dirigentes que vienen del peronismo. 

-¿Puede haber un acuerdo entre el Gobierno y la oposición?

- El FMI lo está pidiendo y también un ajuste. El gobierno busca ese acuerdo para no tener que cargarlo solo, y la oposición, si acuerda, necesita que haya un buen gobierno que le puede jugar en contra dentro de dos años. Son las paradojas de la democracia, por eso se coopera en el año par y la pulseada se la deja para los impares.