Por Ricardo CarpenaEl plenario emitió un documento con muy pocas críticas. En alerta por las obras sociales.
Tanta moderación tendrá su premio: estarían avanzadas las gestiones para que la Presidenta finalmente reciba a una reducida comitiva cegetista, probablemente la semana próxima, para tratar de obtener alguna respuesta a sus reclamos, centrados en soluciones para el Impuesto a las Ganancias, la liberación de fondos para las obras sociales y la universalización de las asignaciones familiares.
Pero aunque se concrete el encuentro, que la CGT oficialista está pidiendo desde enero, no podrá disimularse la profunda división interna que ayer quedó en evidencia: pegaron el faltazo al plenario la plana mayor de los “Gordos” (Armando Cavalieri, Oscar Lescano, Carlos West Ocampo y Ricardo Pignanelli), que sólo enviaron a sus secretarios adjuntos, y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), liderada por Roberto Fernández y enrolada en el ex moyanismo, que ni siquiera envió un representante.
Los “Gordos” no estaban de acuerdo con la realización de un plenario que no concluyera con un documento crítico. Lo expresaron claramente el lunes pasado, en una reunión que se hizo en la UOM, a la que sí fueron Cavalieri, Lescano y West Ocampo. Los más cercanos al Gobierno, como Andrés Rodríguez (UPCN), Omar Viviani (taxistas) y José Luís Lingeri (Obras Sanitarias), que inicialmente no querían hacer el plenario, ahora aceptaban hacerlo: suspenderlo iba a ser un papelón y, además, si podían evitar que fuera un muestrario de ataques al Gobierno. Ganó esta postura y se resolvió no difundir un documento con críticas a la Casa Rosada.
El plenario, que se hizo en el Teatro Empire deliberó por poco más de una hora, sin barras sindicales en la calle y la presencia de 83 secretarios generales y 82 presidentes de obras sociales, además de la tradicional prohibición al periodismo de poder presenciar el debate.
Durante las deliberaciones, Andrés Rodríguez ratificó que la CGT Balcarce no elegirá una “política de confrontación” contra el Gobierno, mientras que Lingeri advirtió: “Si los ministros no tienen poder de decisión, iremos a ver a la Presidenta”. Afirmó, además, que “hay cuatro vivos que rodean a Cristina que quieren hacer negocios con las obras sociales, pero si hay algo que no negociaremos es el sistema de obras sociales”.
Luego del plenario, Héctor Daer, de Sanidad dijo que se había analizado el tema Ganancias, pero consideró que el Gobierno, con la excepción del último aguinaldo y el 20% de aumento del mínimo no imponible, “dio pasos positivos, aunque no satisfactorios aún”. Viviani, por su parte, anticipó que le pedirán a la Presidenta la convocatoria al Consejo del Salario Mínimo.
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