Salvo excepciones, las PASO no depararían sorpresas en el Gran Buenos Aires.
A una semana de las elecciones primarias, la mayoría de los intendentes del Conurbano respira tranquilo. El mapa político que se cristalizó en 2015 sufriría escasas alteraciones este año de recambio legislativo, ya que los oficialismos locales toman sus precauciones –algunos con la “picardía” propia de este territorio- para no perder el control de sus concejos deliberantes.
Los jefes comunales que están más cómodos en este escenario con los que se alinearon con Cristina Kirchner. En muchos distritos la candidatura de la ex presidenta les garantiza una intención de voto superior al 40%, especialmente en la Tercera Sección, en el sur y el oeste del GBA. Allí reside el poderío electoral de la Unidad Ciudadana (UC) y la debilidad de Cambiemos.
En ese corredor del Conurbano, cada distrito presenta su particularidad. En Avellaneda, el intendente Jorge Ferraresi –un ferviente kirchnerista- basa la campaña en su propia persona: casi todos los carteles proselitistas ignoran la imagen de Cristina y ponderan al jefe comunal, que es candidato a concejal. Se sabe que allí, por cercanía, hay una influencia de la política porteña.
A la inversa sucede en los distritos del segundo cordón. Allí la mayoría del electorado es refractario al macrismo. Por ende, no sólo se destaca la figura de Cristina sino también la de Sergio Massa. En municipios como Lomas de Zamora, Almirante Brown y Esteban Echeverría se palpa esa tendencia, aunque Cambiemos busca hacer pie sobre la imagen de la gobernadora María Eugenia Vidal.
Ese trío de intendentes, integrado por Martín Insaurralde, Mariano Cascallares y Fernando Gray, no sólo saldría fortalecido en este año electoral sino que podría tomar la iniciativa en un sector del PJ bonaerense de cara a 2019. La misma lógica se aplica a la matancera Verónica Magario y al candidato a diputado Fernando Espinoza, que obtendrían una amplia victoria en ese distrito.
Para Cambiemos, no obstante, hay perspectivas de hacer buenas elecciones en Lanús –donde gobierna el macrista Néstor Grindetti- aunque las encuestas ubican primera a la UC por escaso margen. También viene en remontada en Quilmes, donde la gestión de Martiniano Molina se activó tras los titubeos iniciales. En Florencio Varela todos apuestas al desgaste de Julio Pereyra.
Allí tanto Cambiemos como el frente 1País estarían en condiciones de avanzar varios casilleros a expensas de quien es considerado como uno de los últimos barones del Conurbano. En el tercer cordón, en distritos como Ezeiza, se impondría con holgura el oficialismo de Alejandro Granados, que se alineó con la UC, mientras que el massismo desplazaría a Cambiemos del segundo lugar.
LA PRIMERA SECCION
En la otra región del Conurbano es donde podrían registrarse algunas derrotas oficialistas, aunque eso está por verse. Los intendentes más comprometidos con Juan Zabaleta (Hurlingham), Gabriel Katopodis (San Martín) y Mario Ishii (José C. Paz). Los dos primeros juegan con Florencio Randazzo y su candidatura no mide lo suficiente en las encuestas como para garantizarles una victoria.
En el caso de Ishii, la situación es aún más compleja, ya que pretendió competir en la interna del PJ contra Randazzo y la Justicia Electoral lo vetó. Por ende, no tendrá candidatos nacionales ni provinciales como paraguas para las listas locales. Aunque en los mentideros del Conurbano se rumorea que los intendentes podrían “colgarse de otros candidatos” con boletas ensobradas.
En la zona norte y noroeste del Gran Buenos Aires reside la mayor expectativa de Cambiemos. Es que se descuenta una buena performance de los candidatos de los intendentes Jorge Macri (Vicente López), Gustavo Posse (San Isidro) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero). Pero más competencia tendrían que afrontar Nicolás Ducoté (Pilar) y Ramiro Tagliaferro (Morón).
El massismo, por su parte, se encamina a revalidar su liderazgo en Tigre, donde gobierna Julio Zamora; y en San Fernando, el distrito vecino en el que la imagen de gestión del intendente Fernando Andreotti es determinante en el proceso electoral. En ambos municipios Cambiemos puso especial énfasis y aspira a terminar en segundo lugar, por delante del kirchnerismo.
La UC que lleva como principal candidata a Cristina Kirchner tiene más caudal electoral en otros distritos de la Primera Sección, como Moreno y Escobar. En el primero de ellos los candidatos del intendente Walter Festa se impondrían con una amplia diferencia sobre el massismo, mientras que en el segundo la lista que armó Ariel Sujarchuk toman notoria distancia de Cambiemos.
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