El Plan B que pensaron es tratar sobre tablas la implementación de la Boleta Única, pero en forma de papel.

Empujado por la decisión de parte de la oposición, el Gobierno piensa una alternativa a pesar de que en las comisiones de la Cámara de Diputados se había negado rotundamente a evaluar otras opciones en caso de que no funcionaran las máquinas del voto electrónico. Recién en este momento, y apretados por las circunstancias y por el calendario, el oficialismo comenzó a mirar la boleta única de papel con algo de cariño.

Si bien ya se implementó en las elecciones de Santa Fe y de Córdoba, en otros distritos divide las aguas, ya que desde el equipo del secretario de Asuntos Políticos, Adrián Pérez, consideran que es fácticamente imposible su implementación en las PASO porque requeriría en algunos distritos (como la provincia de Buenos Aires) un tamaño de más de un metro cuadrado, por lo que la ven factible solo para la elección general post primarias.

Además, en la Ciudad de Buenos Aires, la caída del voto electrónico para comicios nacionales podría llegar a hacer desdoblar las elecciones de medio término del año que viene, ya que para elegir a los legisladores porteños se utilizará la Boleta Única Electrónica, mientras que para la votación de diputados se utilizarán las boletas partidarias o, en caso de que triunfe en el Plan B del oficialismo en las próximas sesiones, la Boleta Única de Papel.

"El año que viene se vota en la misma fecha la elección de diputados nacionales y la de legisladores de la Ciudad. Nosotros podríamos hacerla por voto electrónico, pero si la elección nacional no es con voto electrónico, estamos en problemas, porque no podés hacerlo el mismo día, estamos complicados, se decidió ayer, con lo cual es muy reciente", explicó el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta.