El vice Pence se reunió ayer con legisladores republicanos en el Capitolio para transmitirles el mensaje de que la primera acción del nuevo Congreso instalado ayer debe ser derogar y reemplazar el Obamacare. Pero Obama no se rinde.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, firmará varias órdenes ejecutivas en su primer día en la Casa Blanca, el próximo 20 de enero, para iniciar el desmantelamiento de la reforma sanitaria del mandatario saliente, Barack Obama, según anunció ayer su vicepresidente electo, Mike Pence.
“Mantendremos nuestra promesa con el pueblo estadounidense. Revocaremos la Obamacare”, dijo Pence ante la prensa tras reunirse ayer con legisladores republicanos en el Capitolio para transmitirles el mensaje de que la primera acción del nuevo Congreso instalado ayer debe ser derogar y reemplazar el Obamacare (como se conoce a la reforma del sistema de salud de Obama). En una rueda de prensa tras esa reunión, Pence detalló que Trump tomará acciones contra el Obamacare desde su primer día en el Despacho Oval, con la firma de varias órdenes ejecutivas.
Según lo adelantado por Pence, Trump usará su autoridad ejecutiva para complementar los esfuerzos ya iniciados en el Congreso por los republicanos, con mayoría en ambas Cámaras, para elaborar un proyecto de ley que permita derogar el Obamacare. “Buscamos una legislación que nos dé las herramientas para reducir la avalancha de papeleo y regulación que han estado asfixiando los empleos estadounidenses’’, dijo Pence.
En la misma rueda de prensa, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, subrayó: “Una vez que se logre derogar la reforma sanitaria de Obama, hay que garantizar que haya una transición estable hacia un nuevo sistema de salud con más opciones y más libertad. Esta ley ha fracasado”, sentenció Ryan sobre Obamacare, una ley promulgada en 2010 y que establece la obligatoriedad de contar con un seguro médico. Ryan recuperó el argumento que en los últimos años ha puesto la reforma sanitaria en el centro de la pugna entre los que consideran que constituye una intromisión del gobierno federal en el poder de los estados y en las decisiones de ciudadanos. “Queremos que vuelvan a tener un seguro asequible, con más libertad, y poner de nuevo esa decisión en sus manos”, dijo Ryan.
Mientras, a través de su cuenta de la red social Twitter, Trump alertó ayer de que este año habrá aumentos masivos en el coste de los seguros médicos del Obamacare y que sólo los demócratas son los culpables del desastre. El martes, en la inauguración del nuevo periodo de sesiones del Congreso, los republicanos del Senado presentaron una iniciativa para permitir que la ley sanitaria pueda derogarse en esa cámara con solo 50 votos a favor, en lugar de los 60 normalmente necesarios. Además, esa iniciativa instruye a los comités del Congreso a tener listo un proyecto de ley para derogar el Obamacare antes del 27 de enero. Ni Trump ni los republicanos del Congreso han presentado todavía un plan detallado de cuál es su alternativa a Obamacare, mientras los demócratas denuncian que los más de 20 millones de ciudadanos que lograron cobertura sanitaria con la reforma están en riesgo de perderla.
El presidente saliente, Barack Obama, se reunió por su parte con congresistas demócratas para diseñar un plan para proteger la reforma sanitaria impulsada por su gobierno. Tras la implantación de Obamacare hay diez millones más de personas con seguro médico. El sistema obliga a estar asegurado pero también ha sido muy criticado, en parte por carencias estructurales. Algunas aseguradoras abandonaron el sistema alegando pocos beneficios y otros elevaron las primas hasta un 25 por ciento.
En una medida preventiva, el presidente saliente se reunió con senadores y representantes demócratas principalmente para discutir cómo contraargumentar el manifiesto objetivo republicano de derogar la Affordable Care Act (ACA), conocida como Obamacare, indicó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest. El poco habitual peregrinaje político de Obama coincidía con la visita al Congreso del vicepresdiente electo Mike Pence. El líder de la oposición en el Senado, Charles Schumer se declaró inspirado tras el encuentro y afirmó que la coalición es optimista ante la posibilidad de que gran parte de la reforma siga en pie a pesar de lo que calificó como asalto total a la ley. “Quieren demolerla pero no tienen nada con lo que reemplazarla”, dijo Schumer. “Eso significa que muchas de las cosas positivas de esta ley seguirán vigentes. Lo que proponen los republicanos solo llevará al caos”.
Mientras la oposición republicana al Obamacare está clara, su fórmula para arreglarla no lo está tanto. La Casa Blanca apuesta que los votantes estadounidenses reaccionarán con furia si Trump retira millones de coberturas médicas sin una alternativa viable. “No me sorprende que haya algunos republicanos que están un poco mareados acerca del alcance del impacto que podría tener en sus partidarios la derogación de Obamacare’’, dijo Earnest. “Sabemos que hay gente en todo el país que se beneficia de esta ley, que están protegidos por esta ley, cuyas vidas han sido salvadas por esta ley’’, añadió.
En privado, muchos demócratas admiten que su mejor esperanza ahora podría ser brindar a Trump algún tipo de victoria política, pero que el plan sobreviva más o menos intacto.
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