En las elecciones legislativas de junio de 2009 el denominado Acuerdo Cívico y Social (una alianza entre la UCR, el GEN y el ARI) se alzó con un ajustado triunfo y llevó tres legisladores a la Cámara de Diputados: Atilio Benedetti, Hilma Re y Jorge Chemes
Si se realiza una comparación con la elección legislativa de 2009, el escenario electoral de este domingo refleja claramente quiénes son los ganadores y quiénes los perdedores: el peronismo
En las elecciones del 28 de junio de 2009, el Acuerdo Cívico y Social (una alianza entre la UCR, el GEN y el ARI) se llevó un triunfo ajustado por sobre el peronismo y obtuvo 231.161 votos, un 35,01 por ciento (este domingo esa cantidad se redujo a 162.014 votos)
Esta victoria le permitió colocar en la Cámara de Diputados tres de los cinco legisladores que había en juego. De este modo, Atilio Benedetti, Hilma Re y Jorge Chemes se convirtieron en diputados nacionales.
El segundo lugar quedó para el Frente Justicialista Entrerriano (alianza entre el Partido Justicialista, el Movimiento por Todos y el Frente Grande). Este espacio representaba al peronismo oficialista, que por entonces integraban tanto el gobernador Sergio Urribarri como el en ese entonces presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Jorge Busti.
Este frente alcanzó los 226.874 votos, lo que se tradujo en un 34,36 por ciento del padrón (ahora en las primarias esa cifra subió a 305.553 sufragios).
Con el segundo lugar en 2009, el FJE logró colocar en la Cámara baja dos legisladores: Raúl Barrandeguy y Cristina Cremer de Busti (que luego se pasó al peronismo disidente).
En definitiva, de los legisladores que asumieron en 2009, al oficialismo hoy le queda sólo Barrandeguy, por lo que si en octubre se mantienen los mismos resultados que este domingo la fuerza sumaría dos representantes más.
En tanto, el radicalismo pone en juego tres diputados y retendría sólo uno. La otra banca que resta sería para Unión por Entre Ríos (una alianza entre el bustismo, Alfredo De Ángeli, el PRO y el Nuevo Espacio).
Otro dato a destacar es que si los resultados de octubre no varían, el radicalismo perdería por primera vez desde el regreso de la democracia su banca de senador nacional (hoy ocupada por Arturo Vera).
Además de la posibilidad cierta de perder dos diputados y el senador nacional, hay un hecho concreto que deja en claro la crisis por la que está atravesando el centenario partido: por primera vez en la historia se ubicó en el tercer lugar en una elección.
Comentá la nota