El plan integral sigue trabado. Solo está en marcha la ampliación de un canal y el inicio de la construcción de tres puentes. Un proyecto fue licitado pero todavía no fue adjudicado. Además, hay conflictos en otros dos casos.
Las obras para mitigar inundaciones en el río Luján fueron uno de los guiños propagandísticos en el arranque del gobierno de María Eugenia Vidal. Se alcanzaron líneas de financiamiento y se aprobaron los créditos. Pero el paquete de trabajos cierra el período gubernamental con muy pocos avances.
Está en marcha la ampliación del Canal Santa María, obra cuestionada por organizaciones de la cuenca que le otorgan nula incidencia en caso de crecidas. Y se levantó el obrador en uno de los tres puentes viales que serán reemplazados en Mercedes. Por distintos motivos, el resto de las obras todavía no arrancó.
La descripción fue aportada por el presidente de la Asociación Inundados de Luján, Sergio Frascaroli, según información brindada por el director del COMILU (Comité de Cuenca), Martín Marazzi.
“La obra de ampliación del Canal Santa María tiene un avance del 50 por ciento. Seguimos sosteniendo que es una obra que no influye en nada en las inundaciones”, indicó Frascaroli.
En Mercedes se montó un obrador destinado a intervenir tres puentes carreteros, a cargo de la firma Briales, adjudicataria por un monto de 58.712.968 pesos. En uno de los puntos se observan tareas de las futuras columnas.
Diferente es la situación en Luján, donde también se intervendrán tres puentes. Frascaroli explicó que “las obras no comenzaron porque hay un conflicto con las indemnizaciones de las expropiaciones”. La controversia está centralizada en la nueva estructura que reemplazará al viejo paso sobre el río de la calle Almirante Brown. El Estado necesita expropiar un sector del recreo El Manantial.
El plan de intervenciones -definido a fines de la gestión de Scioli por la consultora Serman- incluye el reemplazo de tres puentes ferroviarios, correspondientes a las líneas Mitre, Belgrano Norte y Urquiza. Frascaroli explicó que “las tres obras están paralizadas porque Trenes Argentinos exige que los puentes sean de doble vía para futuras ampliaciones en los servicios”. El proyecto, sin embargo, contempla mantener un único riel. “Hay un conflicto muy grande con la empresa constructora. Vamos a ver qué va a pasar”, dijo el referente de Inundados de Luján.
El contrato con la empresa Martínez y De la Fuente fue firmado en febrero pasado, por un monto de 183 millones de pesos. El plazo de la obra fue estimado en 450 días.
Otro punto lo constituye la ampliación del cauce entre la Ruta 6 y el Ferrocarril Belgrano Norte. Fue licitada pero todavía resta la adjudicación. Frascaroli señaló que se presentaron 16 propuestas. “Todavía no sabemos los motivos de la demora”.
La información oficial disponible en la página de la Provincia de Buenos Aires prevé para el año próximo el llamado a licitación para concretar las áreas de retención temporal de excedentes hídricos. Estos reservorios ubicados río arriba están pensados para retener las crecidas y graduar su escurrimiento, controlando de esa manera sus picos. El proyecto original indicaba siete espacios de estas características, pero ahora el número se redujo a cinco.
Por último, resta saber cuándo se avanzará con el reemplazo de compuertas por “presas inflables que en estiaje generan un lago permanente para actividades recreativos y cuando viene la creciente se desinflan para que el agua pueda pasar”, según explicó en marzo pasado el jefe del Departamento de Proyecto de la Dirección Provincial de Hidráulica, Marcelo Sarubi.
Humedales
En cuanto a la protección de estos espacios naturales, las organizaciones de la cuenca contabilizan una de cal y otra de arena.
Entre las preocupaciones aparece la intervención de Ordenamiento Territorial de la Provincia, a cargo de Agustín Sánchez Sorondo: “Estamos muy preocupados por la decisión de regularizar todos los emprendimientos inmobiliarios que están en zonas de humedales, incumpliendo todas las leyes”, dijo Frascaroli.
Se contabilizan casi 70 barrios en esas condiciones, que se expanden en unas 9 mil hectáreas. “La gran mayoría están siendo regularizados. El caso paradigmático es San Sebastián, con 600 hectáreas sobre humedales. Los vecinos están recibiendo las escrituras. La excusa que nos da Provincia es que los vecinos no tienen la culpa de haber construido en humedales y que la Provincia necesita recaudar a través de ARBA”.
Para Frascaroli, el descontrol inmobiliario continúa y la legalización refuerza el mal precedente. En ese sentido, apuntó que “si uno va a la vera del río y hace un movimiento de tierra no hay ninguna autoridad que le prohíba hacer eso”. En el Partido de Luján “no hay una línea de ribera definida, hay una provisoria que está pegada al río”.
En la misma línea, Frascaroli recordó que sigue pendiente una ley nacional de protección de humedales, varias veces anunciada por el presidente Mauricio Macri. “Al momento de tratarse, el senador Alfredo De Angelis, del mismo partido que el presidente, votó en contra por intereses económicos. Macri anunció en varias oportunidades la ley de humedales. Nunca cumplió. Si se continúa la explotación de los humedales cada vez vamos a tener más inundaciones y a estar más expuestos ante un exceso hídrico”, agregó.
Como dato positivo, la Corte Suprema de Justicia se pronunció por primera vez a favor de la protección de humedales. El fallo histórico ordenó el cese de una obra en la ciudad de Gualeguaychú y la reparación del daño ambiental. En sus argumentos, la Corte destacó la importancia del cuidado de las cuencas hídricas y los sistemas de humedales.
La definición del máximo tribunal marca un precedente jurisprudencial que puede ser utilizado por organizaciones y vecinos. De hecho, ya tuvo su impacto en la cuenca del río Luján. Las autoridades del COMILU denunciaron un emprendimiento de parque industrial en el Partido de Escobar. “Ya se había comenzado con las polderizaciones. Estas intervenciones son un aliciente”, opinó Frascaroli.
Preocupación
Inundados de Luján también expresó su preocupación por el estado que presenta el río en su paso por Luján. Frascaroli habló de un “total abandono” que se traduce en animales muertos y árboles que cruzan todo el cauce. “Vamos a hacer acciones concretas para visibilizar el estado del río. Comenzaremos nuevamente con la limpieza de la ribera y de los puentes”.
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