La primera obra con la que ingresó Odebrecht al país fue en Neuquén. La firma brasileña consiguió su primer contrato en Argentina en 1989 para construir la hidroeléctrica Pichi Picún Leufú, a través de una unión transitoria de empresas (UTE) con la firma local Benito Roggio.
Odebrecht se había instalado dos años antes, en 1987, y su primer contrato fue con Hidronor SA para la obra civil de Pichi Picún Leufú. El 10 de mayo de 1989, el entonces presidente Raúl Alfonsín autorizó la adjudicación de la obra y le otorgó exenciones impositivas a la firma brasileña, en el marco de la emergencia energética declarada poco antes.
Alfonsín expresaba en el decreto, el 590/89, que la contratación se había hecho por los programas de cooperación económica con Brasil, firmados desde 1984 en adelante. También se aclaraba que, al participar Benito Roggio con un 35% de la UTE, se cumplía con el requisito de incluir a la industria nacional.
Para el financiamiento de la obra, la empresa presentó un crédito a la exportación del banco brasileño Cacex y otro préstamo complementario del Banco Central de ese país, Bacen. El Banco Nación fue el garante de la operación.
También participaron de la adjudicación el ex secretario de Energía Roberto Echarte y los ex ministros Rodolfo Terragno (Obras y Servicios Públicos), Dante Caputo (Relaciones Exteriores) y Juan Pugliese (Economía).
Según consta en los archivos de Odebrecht, la UTE se llamó Consorcio Patagonia y empleó a 2600 personas, instaladas en su mayoría en una villa cerca de Piedra del Águila. En 1995, la crisis del “efecto tequila” paralizó la construcción por un retraso en los pagos del gobierno argentino. En 1997 se retomó la construcción y concluyó en 1999, con un costo final de casi u$s 500 millones.
En paralelo, el ex presidente Carlos Menem privatizó Hidronor, subdividiéndola en Pichi Picún Leufú SA y se la otorgó a Pérez Companc. La firma nacional aportó 140 millones para finalizar la puesta en marcha de la hidroeléctrica, que fue la última gran obra de ese tipo que se hizo en nuestro país. Hoy la operación de la presa está en manos de Pampa Energía.
La documentación que ventiló el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, donde se desarrolla el juicio por corrupción, reveló que Odebrecht habría pagado sobornos en nuestro país por más de 35 millones de dólares desde 2007 a 2014. No se incluye en la investigación a la hidroeléctrica Pichi Picún, la obra que le sirvió a la brasileña como carta de presentación en tierras argentinas.
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