Con una treintena de municipios en su poder, los radicales buscan tomar el control de Cambiemos. Quieren una conducción más horizontal y apuntan a perfilar un candidato propio para 2023.
El viejo partido de Yirigoyen, Alem y Alfonsín, la centenaria Unión Cívica Radical, atraviesa un momento que, para algunos, se asemeja a una reconstrucción. Lejos ahora del poder nacional y provincial sienta sus bases en el control de una treintena de municipios en territorio bonaerense, mientras busca su perfil opositor y aspira a protagonizar dentro de Juntos por el Cambio.
Cuatro de estos jefes comunales, cabezas visibles del Foro de Intendentes Radi-cales, visitaron la redacción de La Tecla para analizar pasado, presente y futuro de los boinas blancas provinciales. Se trata de Miguel Fernández (Trenque Lauquen), José Luis Salomón (Saladillo), Daniel Cappelletti (Brandsen) y Alejandro Federico (Suipacha).
-¿En qué anda el radicalismo provincial por estos días, ahora que están en el llano?
MF: -Habría que aclarar que, a pesar de que perdimos la Provincia, somos gobierno, porque tenemos 32 municipios, que no es poca cosa, y parte de la Provincia la hacemos los intendentes. Nosotros tenemos una enorme responsabilidad y una enorme oportunidad, también, con una identidad muy fuerte como partido, y un partido que quiere recuperar el protagonismo, quiere volver al centro de la escena y dentro de Juntos por el Cambio crear las condiciones para liderar el espacio. Tenemos dirigentes, tenemos ideas. El otro día, en Mar del Plata, hablábamos de generar los programas y las propuestas de gobierno, que son más sencillas de hacer desde el llano, porque no tenés la responsabilidad de gobernar, y tenemos cuatro años para preparar una propuesta atractiva para la gente.
-¿Cómo toman las críticas de algunos que señalan una presencia muy tibia de los radicales en relación con el PRO? ¿Hacen alguna autocrítica?
DC: -Nosotros fuimos muy respetuosos y muy orgánicos en cuanto a la responsabilidad de conducir. Después de (la Convención Nacional de) Gualeguaychú participamos de una interna, la perdimos y el PRO tuvo el liderazgo; y nosotros acompañamos como partido. Pero hoy estamos en igualdad de condiciones, y hasta un escalón por encima, porque es un partido más que centenario, con comités en todo el país, mientras que el PRO es un partido muy reciente que tuvo la suerte de ganarnos la interna. En este momento queremos liderar el espacio, y para eso tenemos que empezar a trabajar como espacio político pensando en 2021 y 2023, y si no hay acuerdo habrá una interna
AF: -La responsabilidad de lo que ocurrió con el gobierno provincial de Cam-biemos no pretendemos sacárnosla de encima. Está a la vista quién tuvo más participación y quién menos, y ahora podemos considerar que en algunos as-pectos, el camino pudo haber sido otro, pero dentro de un marco democrático que nos dio reglas claras para la interna.
-¿Faltó firmeza para dar algunas discusiones, para plantear disidencias ante sus socios de la alianza?
AF: -Hay cuestiones que como intendentes planteamos, incluso ante los ministros, y nos hemos sentido acompañados. No habremos tomado partido en las decisiones macro, pero sí en una estructura de la Provincia, porque si no, no seríamos 32 intendentes, hubiésemos perdido muchos municipios, y no fue así. Y con un resultado electoral que tuvo un elemento clave, que fue el voto muy concentrado en el Conurbano.
MF: -Yo creo que nosotros arrastramos un síndrome que fue el de la Alianza, con la idea de Chacho Alvarez, por eso aprendimos a ser cautelosos y a asegurar la gobernabilidad. Y a veces parece que uno no plantea esas diferencias, pero planteamos esas cosas con sutileza, en el vestuario, porque si dentro de un gobierno planteás esas cosas de manera estruendosa terminan generando mucho ruido, como los cortocircuitos que estamos viendo en estos momentos.
-Ahora no están en el gobierno, se abre una nueva etapa en la relación…
MF: -Claro, ahora estamos en otro rol, tenemos gobiernos locales pero no somos gobierno a nivel provincial ni a nivel nacional. Ahora viene un nuevo escenario, donde cada uno tiene la posibilidad de construir sus propuestas para ir en busca del apoyo de la gente. Y eso es lo que tiene que hacer la UCR dentro del espacio, que pretende ser liderado por el radicalismo, ganar ese protagonismo. Y si somos ma-yoría, los demás nos seguirán a nosotros, como nosotros acompañamos en otro momento.
-Algunos de sus compañeros macristas deslizaron que tuvieron una actitud más acuerdista; por ejemplo, en el plan de emergencia en escuelas, porque varios municipios radicales tienen serias dificultades financieras y necesitan un salvavidas. ¿Qué responden?
JLS: -Antes que nada está la mirada de la ejecución, la del éxito de la gestión pública. Más allá de que alguno piense que fue débil o no, para nosotros, lo de estos cuatro años fue de una enorme riqueza. Los resultados finales pueden no haber sido los ideales, pero la verdad es que jugamos un buen partido estos últimos cuatro años, con mucha obra pública; aprendimos a convivir, a distribuir los recursos en forma federal a través del Fondo de Infraestructura, etcétera. Y por encima de todo está la gestión pública, conversar con un ministro que pertenece a otro espacio político es una obligación para nosotros, los intendentes. Cuando vamos a conversar con ellos, no vamos con los tapones de punta, y eso es una forma muy característica del partido. Seguimos manteniendo nuestra individualidad, nuestro criterio, y fortalecer el espacio del radicalismo dentro de Cambiemos es una obligación para nosotros.
-Podría interpretarse esa actitud de los alcaldes del PRO, de no firmar las actas-acuerdo, como un intento de mostrar que son ellos la verdadera oposición…
MF: -No creo que corresponda ese análisis, porque puede haber algún municipio con dificultades, pero también los hay del PRO o del peronismo. Algunos son consecuencias de herencias, y con la herencia se juega, algunos meses sirve, pero ese argumento, después se agota. Hay una realidad variopinta, distintos municipios de distinto signo político tienen dificultades, y con estructuras impositivas locales que son complejas. Nosotros venimos de la cultura política de Raúl Alfonsín, del diálogo, del consenso, y eso, quizá nos diferencia, es la forma de hacer política. Hay que asegurar la gobernabilidad, como hace poco era asegurar el final de un gobierno no peronista después de 100 años. Por eso nos ponemos en una posición comprensiva, responsable, y callando algunas cuestiones en esta primera etapa de gobierno. Pasada la efervescencia, los cien primeros días, la luna de miel, ya veremos; ahora queremos que el Gobierno arranque, porque a nosotros también nos costó el comienzo. Hay que dar tiempo, porque si uno sale enseguida a marcar los errores, las diferencias, se pierde un momento de tranquilidad.
AF: -Además, nosotros visitamos ministros y les contamos las experiencias en nuestros municipios, para darles un punto de partida en cuanto a qué es lo que estuvo bien, que miren qué estaba mal, porque con eso nos beneficiamos todos. Esta historia de los municipios que firmamos ese compromiso con la educación es una continuidad de lo que estábamos haciendo a través del Fondo Educativo. Lo que hicimos fue firmar para que este Gobierno pueda garantizar el inicio de clases. Ya tendremos tiempo para hablar en otros términos, pero ahora tenemos que darle la certeza a este Gobierno de que va a tener un grupo de intendentes que viene a plantear cosas que estaban bien y decir lo que estaba mal.
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