El oficialismo se prepara para la batalla en las Cámaras. Para eso, Vidal reunió a los suyos con la idea de bajar línea de cara a lo que se viene. Reforma judicial, reforma del Código Procesal Penal, reforma educativa, voto electrónico y la modificación de la normativa de Obra Pública, en carpeta.
El primer día de marzo comenzarán las sesiones ordinarias de la Legislatura bonaerense y, obviamente, será María Eugenia Vidal quien hablará ante los legisladores propios y ajenos sobre las cámaras que desea desde su rol de mandataria bonaerense. Pero, claro, eso será ante la mirada de todo el mundo.
Por ello, antes, puertas adentro delineó los principales temas a tratar para que sus diputados y senadores sean los encargados de llevar adelante las reformas deseadas por el Ejecutivo.
Realizó los pedidos en dos tramos, y lo hizo siempre acompañada por su espada política, el jefe de Gabinete, Federico Salvai. Primero fueron los senadores quienes escucharon los reclamos y el frente por el cual actuar durante el 2018. Después llegó el turno de los diputados.
Si bien las reuniones previas al año legislativo son moneda corriente para cualquier espacio, en Cambiemos buscan no mostrar ningún tipo de fisura a la hora de defender públicamente las normativas impulsadas.
Claro está, el cierre del 2017 no fue el mejor. Es cierto que se lograron las reformas deseadas, como la modificación de la edad jubilatoria de los trabajadores del Banco Provincia, pero, según pudo saber La Tecla, los modos no dejaron conformes al Ejecutivo. Sobre todo, la flaqueza de algunos legisladores a la hora de dar declaraciones que fomenten el respaldo social a las medidas.
En ese marco iniciaron las reuniones con los propios. Saben que ninguno sacará los pies del plato. Pero con eso solo no alcanza. El gran objetivo es que todos, desde el primero al último, estén al tanto de cada detalle de las normativas y nada se le escape. Con ese mensaje como bandera se dio la bajada de línea de Vidal y Salvai.
Son varios los puntos que el Gobierno planea trabajar para el inminente año legislativo. Reforma judicial, reforma del Código Procesal Penal, reforma educativa, voto electrónico y la modificación de la normativa de Obra Pública son los principales pedidos por el Ejecutivo. Otro de los temas que se mantienen en la gatera, aunque desde Gobernación aseguran que “por el momento no hay intenciones de trabajarlo”, es una modificación en el Instituto de Previsión Social que siga los pasos del camino tomado por el gobierno de la Nación con la reforma previsional y la Anses.
No son casualidad los puntos a los que Vidal y compañía buscan darles celeridad. Todos forman parte del cambio por la nueva política, que destacó desde la campaña electoral en 2015 y que Cambiemos sigue destacando en todo momento.
Sin embargo, algunos, como la modificación de la ley de Obra Pública y la Reforma Judicial, no
llegan con los tiempos esperados. En el caso de la primera se encontró con problemas internos para su tratamiento. Es que la normativa ya contaba con los más de cien artículos listos para ser tratada y con el beneplácito de Edgardo Cenzón, quien era el ministro de Infraestructura. Fue su salida y la llegada de Roberto Gigante lo que complicó la ley redactada por el macrista César Torres y con apoyo de casi todos los bloques. El nuevo titular de la cartera le bajó el pulgar, por considerar que brindaba demasiadas concesiones, y el proyecto perdió el estado legislativo, por lo cual se debe re-dactar uno nuevo a gusto de Gigante. El mismo tendría como base la normativa que no llegó a ser.
En lo que respecta a la reforma judicial, los tiempos fueron el gran problema. Cabe recordar que la misma fue anunciada por Gustavo Ferrari tras asumir en reemplazo de Carlos Mahiques, a mediados de 2016, pero el borrador nunca llegó a la Legislatura. Así, con el nuevo mapa legislativo con comodidad para el oficialismo, los alfiles propios aseguran que en el primer mes de sesiones el proyecto llegará a la cámara para ser discutido en comisión y llegar al recinto.
El tercer tema clave para el Ejecutivo es la reforma educativa, variable que empezó a resonar entre los principales dirigentes bonaerenses a los pocos días de ganar las elecciones de octubre de 2017. Una de las modificaciones tiene que ver con las licencias médicas de los docentes; además se buscará premiar el presentismo, propuesta que salió a la cancha en la primera discusión de la mesa técnica salarial. Además, desde Gobernación exigieron a los legisladores que trabajen cerca de las áreas dedicadas a la infraestructura escolar, y con la mirada puesta en la profundización de los cambios en el sistema alimentario escolar.
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