La carrera por la Casa Blanca. El presidente de EE.UU. cargó contra el aspirante republicano, quien insiste con la teoría del fraude en su contra. “Entonces, no tiene lo que hay tener para hacer este trabajo”, agregó.
La carrera por la Casa Blanca está al rojo vivo: a tres semanas de las elecciones del 8 de noviembre y horas antes de un crucial debate televisivo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó de “irresponsables” y “sin precedentes” las denuncias del candidato republicano Donald Trump de un fraude electoral en los comicios y le aconsejó que “deje de lloriquear” y se concentre en ganar votos con sus propuestas.
“Invito cordialmente al señor Trump a dejar de lloriquear e intentar usar argumentos para ganar las elecciones”, dijo Obama y salió así al cruce de la ola de denuncias que el magnate viene formulando en los últimos días, aunque sin presentar ninguna prueba concreta.
El presidente señaló que la historia política moderna no tiene absolutamente ningún precedente de un candidato que califique una lección de “manipulada” o “arreglada” antes de que se haya celebrado. Y agregó: “¿Empieza a lloriquear antes de que se haya acabado el juego?”. “Entonces no tiene lo que hay tener para hacer este trabajo”, señaló el presidente en una rueda de prensa con el primer ministro italiano Matteo Renzi.
Según Obama, las denuncias de fraude electoral de Trump no se basan en hechos y “no muestran el tipo de liderazgo y fortaleza que uno quiere en un presidente”. “No hay ninguna persona que crea que esto es posible”, dijo. Y recordó que el sistema electoral de Estados Unidos está organizado de manera descentralizada, donde cada estado supervisa la transparencia de los comicios. Si gana las elecciones el 8 de noviembre, el mandatario aseguró que felicitará a Trump y que asegurará una transferencia pacífica del poder. “Así es como lo hacen los estadounidenses”, aseguró Obama.
Trump agita el fantasma de un “arreglo” para intentar desviar las denuncias sobre supuestos abusos sexuales que habría cometido con varias mujeres en el pasado. “Por supuesto se produce fraude electoral a gran escala antes y durante la elección. ¿Por qué los líderes republicanos niegan lo que está ocurriendo? ¡Qué ingenuos!”, lanzó en Twitter el magnate. Ayer también metió el tema para el debate de esta noche: “¡Fraude electoral! A la corrupta Hillary Clinton le dieron las preguntas del debate y nadie dijo nada”, tuiteó. Sin embargo, no presentó ninguna prueba concreta de sus acusaciones.
Trump pidió incluso a sus simpatizantes que vigilen los lugares de votación para identificar un posible fraude, lo que ha aumentado el temor de que el magnate –que siempre resalta su calidad de “winner” (ganador) en todos los aspectos de su vida– pueda negarse a aceptar una posible derrota frente a Hillary. A la vez, sería una estrategia para movilizar a sus militantes y alentarlos a que salgan a votar. Es que las encuestas no le sonríen para nada a Trump: un promedio de los sondeos registrado por RealClearPolitics le dan a la candidata demócrata unos 7 puntos de ventaja a nivel nacional. Y, además, va primera en estados clave como Florida, Pensilvania y Colorado. En Ohio, donde iba hasta hace dos semanas muy detrás en las encuestas, ella ha conseguido casi empatarlas. Trump apuesta a las teorías conspirativas –que incluye también a los medios de comunicación– para es algo que cala hondo entre los estadounidenses. De hecho, el 41% de los electores creen que habrá fraude contra Trump, un porcentaje que crece entre los republicanos, con un 73% Sin embargo, varios líderes del partido –que se han distanciado en los últimos tiempos de la campaña de Trump– no están de acuerdo con las denuncias.
El líder de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, había dicho el sábado que “nuestra democracia se fundamenta en la confianza en los resultados electorales, y el presidente de la Cámara tiene total confianza en que los estados llevarán a cabo este proceso electoral con integridad”. Incluso el secretario de Estado de Ohio, el republicano Jon Husted, que supervisa la elección en su distrito, insistió en que Trump es “irresponsable” al hacer acusaciones de fraude. “Si hay un problema sistémico, por favor, identifíquelo. No haga solo acusaciones en Twitter. Dígame”, dijo. El propio candidato a vice, Mike Pence, trató de matizar ayer las denuncias de Trump. Dijo que en el pasado ha habido incidentes de manipulación de boletas pero señaló que Trump sólo está tratando de animar a sus partidarios a que “participen respetuosamente” en los centros de votación “para garantizar la integridad de las elecciones”.
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