Lideró el ranking de pedidos para construir. Para los expertos es porque mejoró la conectividad con el resto de la Ciudad y en Belgrano no quedan terrenos.
(CABA) En 2015 la construcción tuvo en la Ciudad uno de sus peores años de la última década. En 2016 se recuperó. Pero en ambos casos hubo una constante: por segundo año consecutivo, Núñez fue el barrio con más superficie aprobada para edificaciones futuras. Así, la zona se va consolidando como el nuevo boom inmobiliario.
De acuerdo a un informe de la consultora Reporte Inmobiliario basado en la cantidad de metros cuadrados que el Gobierno porteño autorizó para construcciones, el año pasado Núñez sumó 99.919 m2 y concentró el 9,77% del total de la Ciudad. En 2015, pese a que había sido uno de los peores años, había tenido 104.82 m2, el 21% de todo Buenos Aires.
Este salto también empujó un poco los precios. Hoy el m2 a estrenar en la zona cotiza en promedio US$ 2.856, aunque en varios emprendimientos supera los US$ 3.000. En el mercado inmobiliario comentan que los valores de los terrenos también están subiendo pero que todavía queda bastante margen para más desarrollos.
¿Por qué este barrio de casas bajas y calles tranquilas está recibiendo cada vez más edificios? “En Núñez se dio la combinación de la mejora en su conectividad con la extensión del subte y el Metrobus, la presencia de terrenos o inmuebles con capacidad edificable a un valor mas reducido que su vecino Belgrano, y un entorno socieconomico homogéneo de clase media y media alta”, explicó José Rozados, titular de Reporte Inmobiliario.
El primer tema es el económico. Como Belgrano ya está consolidado y no casi no hay espacio para construir, los desarrolladores “derraman” sus proyectos a las zonas cercanas. De hecho, el proceso que se está viviendo en Núñez es muy similar aunque un poco más tardío al sucedido en Villa Urquiza, donde la construcción explotó en la última década, sobre todo porque los inversores compran casas bajas, las demuelen y levantan edificios.
La llegada del Metrobus a la avenida Cabildo, las mejoras en el subte D, la prolongación de la autopista Illia y otras transformaciones en el tránsito norte-sur tanto para pasajeros como para vehículos aliviaron la movilidad. También ayudaron los “sapitos”, los pasos bajo nivel que la Ciudad hizo en las calles Besares, Iberá, Manuela Pedraza y otras.
Además influyeron la consolidación de algunas torres sobre Avenida del Libertador, que funcionaron como “ancla” y ayudaron a la aparición de comercios y servicios a escala barrial. En tanto, sobre la avenida, entre Belgrano y la General Paz, también se instalaron en los últimos años muchas oficinas.
Pero la gran mayoría de los m2 que se autorizaron en el barrio se destinaron a viviendas multifamiliares, casi todos con amenities y seguridad privada. “El 70% de la superficie se destina a departamentos chicos, de hasta tres ambientes, hay pocos pisos grandes y ya se empiezan a necesitar. En los últimos años muchos desarrollos fueron impulsados por inversores, pero el 80% de la gente que se muda a los departamentos son vecinos que ya estaban en el barrio, y por distintos motivos eligen pasarse a un departamento”, comentó Mariano Oppel, presidente de Oppel Propiedades.
El crecimiento de Núñez es parte de un fenómeno que se sostiene en toda la Ciudad: la disparidad entre el norte y el sur. De acuerdo a los datos oficiales, el año pasado hubo un salto de 68,5% en la cantidad de m2 autorizados, pero 57% del total se concentró en diez barrios, de los cuales salvo Puerto Madero los otros nueve quedan de avenida Rivadavia para el norte. De hecho, en San Telmo y Barracas se presentaron pedidos por menos de 1.300 m2 entre ambos, y en Villa Soldati directamente no hubo ningún proyecto. Otro dato aún más fuerte: en los últimos 15 años, los siete barrios que quedan íntegramente al sur de la avenida Directorio/San Juan tuvieron permisos de obra por 998.620 m2, lo que equivale al 27% de lo que sumó sólo Palermo en el mismo plazo (2.765.357 m2).
El vaso medio lleno es la recuperación. Si bien los 1.319.246 m2 autorizados el año pasado son la mitad del promedio histórico de la Ciudad, marcan un claro cambio respecto de los tres años anteriores, que habían estado todos debajo de los 900.000 m2. NR
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