Ya sabemos que la ley de presupuesto autoriza al gobierno provincial a cambiar el destino de las partidas con poco trámite y menos explicaciones, por lo que el año que viene cuándo se dé a conocer el cómo se gastó este presupuesto habremos de conocer cuánto dinero se manoteó de otros destinos para beneficiar al Carnaval. El año pasado por ejemplo, se sacaron unos cuantos millones de educación.

Nos hemos enterado de reclamos gremiales porque los pasistas brasileros tienen visa de turistas pero vienen a trabajar y cobran por eso, sin aportes de ninguna clase lo que está prohibido por ley. ¡Vaya a saber cómo se arregló ese justificado reclamo gremial!

 ¿Y qué es este Carnaval importado de Brasll y ajeno a nuestra cultura?

En un feudo político, corrupto y autoritario como el de San Luis, es una excelente forma de buscar aplauso fácil. Es una actualizada forma de dar mucho circo en la forma de un grande, ruidoso, iluminado y emplumado chupete entretenedor y desviador de la atención.

Los feudos nunca bajan la guardia y siempre están creciendo y multiplicando sus formas de sostenerse y de crecer, mientras otros se tragan ese chupetón, lo reflejan acríticamente o lo aplauden olvidando la esencia de esta realidad provincial nuestra.