Desde el Servicio Técnico Interdisciplinario Central del Ministerio de Cultura y Educación se reconoció que “más que nunca” se dio la realidad de que la Escuela necesita de la familia de los alumnos y, a su vez, este entorno también requirió de la institución.

Así lo señaló a La Mañana Romina López, integrante de este equipo, quien agregó que este año se ha tenido que sortear “una especie de improvisación” al principio, en el marco de “una situación que realmente no la esperamos en el mundo”.

“Primero, se trató de subsanar lo vincular”, trabajando para no perder contacto con los estudiantes. Entonces, se inició de manera virtual y ahora ya en algunos espacios escolares con la presencialidad, y llevando adelante este proceso.

Evaluando este trabajo, consideró que los espacios virtuales han servido fuertemente para muchos estudiantes, aunque no para todos. “Esto es algo que no sólo nos preocupa como sistema, sino que también nos ocupa, buscando las estrategias para poder subsanar mínimamente lo que pueda ser el acompañamiento estudiantil”, agregó.

Todavía “falta llegar a muchos estudiantes”, dijo López, mencionando que para el Estado aparece “la necesidad imperiosa” de llegar a todos.

La Mañana planteó que si en un año normal, a esta altura los padres están agotados, en este 2020 esto se profundiza. López coincidió, diciendo que este año se sumó “una gran tarea que es el acompañamiento a sus hijos en los deberes: se presentó con mucha más tarea para el hogar, entre muchas otras cosas, y esto generó tener que buscar una organización hasta encontrar una rutina. Hubo que readaptar espacios para el trabajo también y el lugar donde iban a estar los niños.

“La escuela, en este tiempo, nos ha mostrado que también es una organizadora familiar, porque mayormente uno elige el espacio escolar de su hijo, de su hija, más allá de la formación también atendiendo a una necesidad familiar, en el tiempo en que vamos trabajar para que los niños no queden solos. La pandemia generó la necesidad de organizar una nueva rutina y esto provoca mucha angustia, mucha incertidumbre”, dijo López.

También señaló que hubo discursos inferidos, como que los alumnos no iban a ser evaluados y que iban a pasar de año directamente, lo que provocó un declive. “Nosotros realmente lo sentimos en este momento porque dejaron de enviar tareas, de tener contacto. Después, se pudo subsanar bastante”, dijo.

El SETIC y el Ministerio en su totalidad están trabajando fuertemente en planificar el año que viene cómo se van a generar esos recursos para poder acompañar a aquellos que no han tenido el tiempo conveniente y necesario de vinculación con sus docentes.

López reivindicó “fuertemente” el trabajo de los educadores con varios recursos, entre ellos los cuadernillos formoseños, pero remarcó que la presencialidad con los docentes es indispensable para el proceso real de enseñanza-aprendizaje.

A pesar de reconocer el agotamiento de los padres y los niños en este proceso tan distinto en la casa, la educadora recordó que de todas maneras hay que cerrar el ciclo lectivo como en cualquier año. Los padres pidieron ayuda al SETIC para transitar este camino.

Dijo al respecto: “Nosotros tenemos los equipos descentralizados con sede en las escuelas, que ya conocen también a los estudiantes de la institución y a sus familias. Éstos han podido acercarse a aquellos estudiantes que no han tenido contacto; estuvieron haciendo la articulación para que alguna otra manera no se cierre el vínculo, llevándoles los cuadernillos y demás”.

Recordó que la escuela es un espacio donde se necesita canalizar algunas dificultades para poder resolverlas, inclusive aquellas que tengan que ver con el ámbito de la familia. Por eso, destacó que “más que nunca” se vio la necesidad de la vinculación y la colaboración mutua entre la institución y el entorno afectivo de los estudiantes.

Finalización

El fin de clases se daría el 14 de diciembre, pero hay diferentes etapas: en secundaria se entra en el PAIR, que son aquellos espacios donde se hace la integralidad de todos los espacios para poder dar la recuperación, y en el caso de Primaria, mayormente también a los niños que necesitan reforzar o fortalecer algunos espacios.

Otros alumnos, entre los primeros días de diciembre, estarían liberándose para poder esperar el próximo ciclo lectivo, con el deseo por parte de las autoridades educativas de que sea ya con presencialidad.