El fiscal Kishimoto se quejó de las 1.800 causas que tiene a cargo. Entre el 80 o 90 por ciento por tráfico de drogas. Rodríguez lo desmintió y dijo que el número era mucho menor.
El fiscal Walter Rodríguez dijo que una de las "problemáticas relevantes" en Santa Fe es "la cantidad de hechos donde se sospecha la existencia de complicidad policial, especialmente en materia de narcotráfico" y dijo que "una muestra" de eso es la "investigación que terminó con la condena del ex jefe de la Policía de la provincia, Hugo Tognoli", a seis años de prisión por "encubrimiento" a un narco y "coacciones" a quien denunció la connivencia. El "diagnóstico" lo planteó en un retruque a su subrogante, Claudio Kishimoto, quien dijo que en las dos Fiscalías de Santa Fe, las números 1 y 2, tiene "a cargo" 1.800 causas, la "mayoría" de ellas, "entre el 80 o 90 por ciento" por tráfico de drogas. Rodríguez lo desmintió, dijo que antes de dejar su tarea a fines de marzo y asumir como fiscal general de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA) ordenó auditar los expedientes y concluyó que entre ambas Fiscalías "tenía a cargo" 123 causas (58 en la 1 y 65 en la 2). La diferencia entre lo que sostuvo uno y lo que contestó el otro no es menor. "Según los datos oficiales que tengo a mi vista, existe una discordancia de 1.677 casos 'a cargo' de las Fiscalías", replicó Rodríguez.
El cruce entre ambos fiscales metió tensión en el Ministerio Público. Todo comenzó cuando Kishimoto se quejó en un par de emisoras porque en las dos Fiscalías que subroga tiene "a cargo" unas 1.800 investigaciones. "En la Nº 1, aproximadamente 1.400 causas y en la Nº 2, otras 400" y la "mayoría" de ellas, entre "el 80 y 90 por ciento" por tráfico de drogas, dijo por LT10. Después, por una FM, corrigió que había "en trámite 1.200 o 1.300 causas" en la Fiscalía 1 y "en la 2 debe hacer 500, un poco menos. Ese es el volumen. El 80 o 90 por ciento es por tráfico de drogas". Con estos datos, un colega escribió: "Lucha contra los narcos: así será difícil" y citó a Kishimoto que "tiene en sus manos un total de 1.800 causas entre ambas fiscalías , de las cuales el 80 por ciento están relacionadas con el narcotráfico".
Rodríguez salió al cruce de Kishimoto, en una declaración de dos partes. En la primera desmintió a su colega, pero en la segunda, ensayó un "balance de gestión" de sus cuatro años de fiscal en Santa Fe, donde advirtió sobre la "complicidad policial con el narcotráfico". La dedicada a Kishimoto se funda en una "auditoría" que documentó hasta el 18 de marzo de 2016 las causas "a cargo" de las Fiscalías. "La Nº 1 tenía a cargo 40 investigaciones penales y 18 trámites disciplinarios (electorales), mientras que en la Nº 2 eran 65 investigaciones penales". Total: 123 expedientes. La diferencia con lo que dijo Kishimoto no es menor. "Según los datos oficiales que tengo a mi vista, existe una discordancia de 1.677 casos a cargo de las Fiscalías", retrucó Rodríguez.
Después, a modo de "balance de gestión", Rodríguez planteó su "diagnóstico" y "entre las problemáticas relevantes" en Santa Fe dijo que sobresalía "la notoria cantidad de hechos donde se sospecha la existencia de complicidad policial, especialmente en materia de narcotráfico. La investigación que culminó con la condena del ex jefe de la Policía Tognoli es una muestra de ello", reveló.
"El fenómeno del encubrimiento oficial pudo gravitar en la proliferación de 'kioscos' o 'bunkers' de venta de drogas. Se detectó un importante crecimiento de 'soldaditos' en sitios de expendio, que generalmente son atendidos por sujetos fungibles a veces menores de edad muchos de ellos en situación de vulnerabilidad (quienes naturalizan ese rol al extremo de considerarlo como un "trabajo"), lo que hace poner fuera de foco al verdadero responsable del tráfico de menor cuantía. Estos episodios suelen confundirse con otros que exceden la competencia de la justicia federal: por ejemplo delitos contra las personas y la propiedad, llevados a cabo mediante armas de fuego. No obstante, también creció el índice de causas por menudeo sin aquellas condiciones, debiéndose admitir una superficial exploración de niveles superiores en la cadena de tráfico pese a la insistencia puesta de manifiesto por este organismo", afirmó Rodríguez.
"Llamativamente durante mi gestión de cuatro años, los estamentos de inteligencia criminal no han detectado casos de tráfico de drogas por aire o agua, cuando la geografía de la jurisdicción indica que el uso de ambas vías resulta altamente probable".
"La policía de Santa Fe constituye una herramienta de uso frecuente para llevar adelante tareas de campo (las fuerzas federales lo hacen en menor medida dada su dotación), siendo que todavía prevalece cierta idea de 'autonomía' en cuanto a la dirección de las investigaciones. La notoria reducción de tales prácticas es quizá un logro obtenido desde la Fiscalía con la colaboración de la Secretaría de Delitos Complejos (a cargo de Ana Viglione), repartición cuya composición actual constituye una saludable excepción a un escenario donde priman criterios que otorgan primacía al accionar discrecional de la policía".
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