La Provincia denunció que Nación adeuda $7.8 billones de pesos. El reclamo vuelve a poner al gobernador en la confrontación con las políticas del Presidente. Sin embargo, no se cierran los frentes internos
Por Facundo Cottet
“La semana pasada el Presidente dijo, literal, que en poco tiempo la economía iba a estar volando. Me permito corregirlo, la economía ya está volando desde que llegó Milei, pero está volando en picada y hacia abajo: esperemos que no se estrelle”. El diagnóstico que realizó ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, evidencia parte del posicionamiento con el que vuelve a intentar ganar la agenda el gobierno de Axel Kicillof. Tras la encerrona en la que lo ubicó la interna del peronismo, el gobernador retoma la confrontación con el plan de Javier Milei parado en los recursos que su gestión dejó de recibir de parte de Nación. Pese a ello, la discusión interna del peronismo pareciera no ceder y la dinámica exhibida de la misma lo sigue imantando al gobernador.
Este lunes, el gobierno bonaerense hizo un detallado repaso de los fondos que dejó de recibir desde que Javier Milei está al frente del Ejecutivo con cierre a noviembre de este año, que incluye deudas directas, el saldo de obra pública que dejó de ejecutarse o no se inició pese a estar proyectada y, la deuda por discontinuidad o retraso de programas nacionales. El total alcanza $7,8 billones de pesos.
Lo que busca poner en la agenda la gestión de Kicillof es la disputa con la administración Milei. Una dinámica que en la primera etapa del año tuvo su momento de esplendor, pero que en el último tiempo se fue bajando la intensidad por diferentes factores. Uno de ellos tuvo que ver la atención que se llevó la discusión interna del peronismo, con la renovación de autoridades del Partido Justicialista en el medio y la figura de Cristina Kirchner retomando la centralidad.
Además, en La Plata reconocen que el gobierno nacional “vive corriendo la cancha” y seguirle el tranco se vuelve complejo. El último asunto se evidencia con la discusión electoral hacia el año que viene. Primero, la adopción de Boleta Única, que sancionó el Congreso y por el que la administración de Kicillof se mostró en contra, ante el impacto que recaerá en la provincia que gobierna, la de mayor peso electoral. Ese malestar ya se convirtió en resignación.
Carlos Bianco, el portavoz del reclamo bonaerense por el recorte de fondos y obras del gobierno nacional a la provincia de Buenos Aires
Buenos Aires tendrá, de mínima, elecciones concurrentes el año que viene. Resta saber si habrá desdoblamiento utilizando la boleta partidaria, si habrá PASO o no -otra decisión atada a lo que suceda en el Congreso- y si finalmente la oposición bonaerense podrá imponerse en su intención de aplicar la Boleta Única de Papel para la elección de cargos provinciales y municipales para las elecciones del año que viene: legisladores, concejales y consejeros escolares. Un tema que buscarán poner en la mesa de negociación sobre fin de año, que incluye el Presupuesto y la Ley Fiscal Impositiva como contexto político.
“Todas las opciones están sobre la mesa”, reconoce un asesor del gobernador. El tema sigue siendo de análisis. De eso se habló incluso la semana pasada, cuando Bianco mantuvo reuniones en Casa Rosada. Un encuentro que corrió por dos andariveles: gestión y cuestión electoral.
Fue en el terreno de la gestión en la que Kicillof decidió volver a confrontar con Milei y esquivar los asuntos internos del peronismo. Sin embargo, algunos dirigentes de Unión por la Patria no excluyen al gobernador de los ruidos internos que atraviesa el espacio.
Intendentes de La Cámpora como Julián Álvarez (Lanús) o Mayra Mendoza (Quilmes) son los casos más elocuentes. La intendenta de Quilmes, estimó días atrás que el gobernador no podía estar ajeno de los movimientos del jefe comunal de Avellaneda, Jorge Ferraresi, que realizó algunas recorridas por los distritos de Quilmes y Lanús. En La Cámpora de la provincia de Buenos Aires, también se pronunciaron el presidente del bloque de Diputados, Facundo Tignanelli u otros jefes comunales de La Cámpora.
La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, junto al intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín y Máximo Kirchner
En la mesa política de Kicillof esquivan toda polémica. Apuestan a la confrontación con Milei. Pese a la ofensiva expuesta desde La Plata por el reclamo de fondos hacia la gestión de libertaria, existen algunos vasos comunicantes entre la gobernación bonaerense y la Casa Rosada.
Son alrededor de mil las obras que la Nación paralizó en la Provincia, según cálculos de la administración Kicillof. Bianco reveló que de ese total, nueve serían retomadas por el gobierno. “Volví a reclamar que se lleven adelante estas obras públicas, me dijeron que iban a avanzar con aproximadamente unas nueve obras públicas. Estamos tratando de que eso suceda. Si lo hace se agradece, vamos a seguir pidiendo por las otras 990 obras públicas de la provincia de Buenos Aires”, explicó la mano derecha de Kicillof.
Los proyectos que se analizan retomar corresponden a los convenios que la Nación tenía con los municipios pautados para ejecutarse en 2024, pero se paralizaron. Según cálculos de la cartera que encabeza Bianco hay 750 obras de estas características que estaban comprometidas por un monto estimado de $462 mil millones de pesos. “Ninguna de las obras que dicen que van a retomar -desde el gobierno nacional- son obras de gran volumen”, plantean en La Plata.
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