Continúan los conflictos en la subsecretaría de Agricultura Familiar, que ya había denunciado un vaciamiento a nivel nacional que perjudica a los trabajadores.
Ayer por la mañana, los gremialistas de ATE se manifestaron en apoyo a once trabajadores a los que se les quitaron los honorarios. En solidaridad con sus compañeros, la Asamblea a cargo debatió sobre cuánto debe aportar cada uno para que esos “olvidados” por la subsecretaría Nacional puedan cubrir “cuestiones básicas y seguir desarrollando su vida, no ya sus tareas”. Además, suspendieron todas las actividades que signifiquen un gasto, hasta que se resuelva esta cuestión prioritaria: los empleados.
Al respecto, habló el delegado Mario Bazán, quien reveló que “la situación es grave a nivel nacional y no se poseen los recursos mínimos como combustible, teléfonos, internet”.
Por tal motivo, informaron que se encuentran “parados” proyectos, obras, los procesos organizativos, gestiones jurídicas, los trámites en rentas; en síntesis, “un sin fin de actividades que hacemos históricamente están paralizadas por la situación”, dijo Bazán.
Durante la medida, se encontraba respaldando a sus colegas Natalia Morales, delegada de la subsecretaría de ATE de Jujuy y delegada de la subsecretaría Regional, quien cuestionó la precariedad laboral que sufre el sector. “Sigue habiendo trabajadores contratados y los demás se encuentran en planta transitoria, lo que implica que poseen ciertos derechos no reconocidos por el Estado”, reveló.
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