Tras el fracaso del Pacto de Mayo de Milei, la convocatoria de Gustavo Sáenz al "gran Pacto de Güemes" tampoco obtuvo atención regional y quedó circunscrita a la provincia, donde además cosechó críticas.
Por Nicolás Hirtz.
Tras el fracaso del Pacto de Mayo, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, vio la oportunidad de copar centralidad aprovechando la cercanía de otra fecha patria como es el paso a la inmortalidad del general Martín Miguel de Güemes y convocó a un "gran Pacto de Güemes" para este 17 de junio. Sin embargo, hasta ahora la convocatoria no obtuvo respuestas en la región y la Nación, y solo viene sumando apoyos dentro de la provincia, donde también hubo expresiones de rechazo.
Desde la Nación ningunearon el llamado del gobernador norteño, entre otras cosas porque aún se encuentran en el mismo lugar que entonces: sin reunir todavía todos los votos suficientes para aprobar la Ley Bases, a pesar de las promesas y amenazas a las que sometió Guillermo Francos a gobernadores y senadores. Es posible que en este ninguneo también juegue un papel el eje del Pacto de Güemes: la exigencia de la continuidad de obras públicas consideradas prioritarias para la provincia y la región.
Tampoco los gobernadores del Noroeste contestaron el convite, "pese a que las necesidades y pedidos son los mismos", señaló Saénz, quien resaltó que se trata de reclamar obras que "se están pidiendo desde que nació la patria para que nuestra provincia crezca de una vez por todas y no tengamos que estar con la mano extendida en Buenos Aires pidiendo limosna”.
El gobernador negó que el Pacto de Güemes esté sujeto a la aprobación de la Ley Bases, e insistió en que es para “pelear por lo que nos corresponde” ante un gobierno nacional que hasta aquí solo ha recortado las partidas presupuestarias de la provincia. Desde los días previos al Pacto de Mayo Sáenz adoptó una posición más crítica frente a la gestión de Javier Milei, pese a haber ordenado a sus diputados votar a favor de la Ley Bases.
Caída la convocatoria más amplia, Sáenz se recluyó en la provincia, donde primero reunió a los ex gobernadores Juan Manuel Urtubey y Juan Carlos Romero, actual senador nacional devenido en defensor y vocero de La Libertad Avanza. Luego posó con casi todos los representantes del arco político provincial, incluida la flamante presidenta de la Unión Cívica Radical, Soledad Farfán, aunque no fueron de la partida los líderes de LLA, del PRO y la izquierda.
No faltaron los referentes sindicales de la CGT, y el sector empresarial estuvo representado por el Consejo Económico y Social. La frutilla del postre la pusieron los 60 intendentes, que mostraron su apoyo incondicional. Ante los jefes comunales, el gobernador compartió el borrador del Pacto. En resumen, se enfoca en los puntos considerados claves para el desarrollo de Salta haciendo hincapié en las inversiones en infraestructura que contaban con financiamiento del Estado nacional.
Entre quienes se opusieron a ser parte del acuerdo se cuenta el diputado nacional de Unión por la Patria, Emiliano Estrada, alejado del sector más cercano al kirchnerismo y el peronismo desde las últimas elecciones provinciales, cuando intentó desplazar a Saénz de la gobernación en alianza con el sector olmedista, que a la postre se unió a LLA. Para Estrada, el Pacto no significa nada nuevo, solo "una foto de oficialistas".
Otros cuestionaron el uso del nombre de Gïemes en "algo de coyuntura para reclamar obras", como definió el diputado provincial por el PRO Jorge Gauffín. El diputado nacional por Ahora Patria (LLA), Carlos Zapata, dijo que la convocatoria está "vacía de contenido", porque "no abarca los aspectos que se necesitan acordar", y resaltó que le parece "absolutamente fuera de lugar usar la figura de Güemes".
El Partido de la Victoria, que en un principio asistió al encuentro con el gobernador, dio quizá la primera sorpresa. El senador nacional, Sergio Leavy, declinó su adhesión entendiendo que no es un documento en el que podría aportar su visión como dirigente, sino "un detallado Petitorio de obras al Gobierno nacional". Así como está planteado el Pacto es "deshonrar la figura de nuestro querido prócer", sostuvo.
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