Pedro Elizalde dialogó con 0223 a días de asumir el cargo. No obstante, aclaró no prescindirá de todo el gabinete. También pidió por un aumento de presupuesto para el 2015
El lunes 1 de septiembre Pinamar tendrá en funciones a su quinto intendente en los últimos seis años. Será el concejal Pedro Elizalde el encargado de ocupar un puesto envuelto desde hace largo tiempo en denuncias e irregularidades de todo tipo y color.
Tras dos semanas muy agitadas en el ambiente político del distrito costero que desembocaron en la presentación de renuncia del intendente interino Hernán Muriale; el Concejo Deliberante comenzó a ocupar un lugar trascendental en el desarrollo de esta nueva y caótica sucesión.
Desde el cuerpo legislativo, el aval inicial para Elizalde llegó luego de una reunión del futuro jefe comunal con sus pares en la que se definieron los pasos gubernamentales a seguir. Consultado sobre el encuentro y su visión respecto a si ese apoyo tendrá continuidad en el tiempo, el próximo titular del Ejecutivo se esperanzó ante 0223: “Creo que sí, firmaremos un acta compromiso a tal efecto y estimo poder contar con el respaldo necesario para llevar adelante la gestión”.
Paralelamente al pedido de acompañamiento para su inminente gobierno, Elizalde también reconoció que exigió ante sus colegas una suba en la disponibilidad de los fondos municipales. “Actualmente las cuentas de Pinamar están al día, pero necesitaremos un aumento del presupuesto para ejecutarlo a partir del 1 de enero de 2015”. En esa línea, el jefe comunal reconoció que los empleados municipales deben recibir un ascenso salarial pero también especificó que “habrá una reducción de la planta política”.
Con las renuncias a disposición de todos los funcionarios y directores de área, Elizalde se expresó tajante ante la posibilidad de una salida completa del cuestionado actual cuerpo de trabajo municipal: “Sería una negligencia sacar a todos, hay gente de mucha trayectoria y muy importante para el funcionamiento del partido, analizaremos caso por caso y el lunes en el día de mi asunción anunciaré la composición del gabinete”.
En sintonía con el intendente interino saliente, Elizalde también cree que “la crisis en Pinamar es estrictamente política” y consideró que la inestable gobernabilidad tuvo el defecto de haberse “personalizado en un partido”. Tras la sesión del Concejo Deliberante de este jueves en la que se confirmará la salida de Muriale, el próximo alcalde aseguró: “Buscaré llevar los destinos de la ciudad hasta el momento en que la gente deba votar por un jefe comunal”. Y en relación a una posible continuidad en el cargo posteriormente a 2015, dejó la puerta abierta: “Veremos con el tiempo”.
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