El jefe de Gobierno termina de definir los cambios para reforzar la gestión. Más presencia de la UCR en el gabinete, que sumará a un miembro del Grupo Sushi. Además, una estructura de confianza para apuntalar su proyecto presidencial
Un gabinete reforzado para mejorar la gestión, con una figura del PRO de la zona norte del conurbano y un pelotón de radicales entre quienes estaría un miembro del Grupo Sushi del gobierno de la Alianza. Y una “mesa política” para apuntalar su sueño de llegar a la Presidencia en 2023.
En esos objetivos trabaja Horacio Rodríguez Larreta tras el triunfo de Juntos por el Cambio y en estos días, desde los Esteros del Iberá, adonde viajó para descansar luego del trajín electoral (invitado por el gobernador de Corrientes, el radical Gustavo Valdés), terminará de analizar las modificaciones en el gobierno de la ciudad de Buenos Aires que anunciará antes del 10 de diciembre.
Durante una charla que tuvieron el fin de semana pasado, el alcalde porteño ya cerró con Jorge Macri, el intendente de Vicente López, su incorporación como ministro de Gobierno y se dedicará a coordinar las políticas relacionadas con el AMBA. Fue lo que le ofreció Rodríguez Larreta para que aceptara bajarse de su candidatura bonaerense y habilitar la postulación de Diego Santilli.
El primo de Mauricio Macri pedirá licencia y dejará la intendencia en manos de su mano derecha, la concejal de Vicente López Soledad Martínez. Como su desembarco porteño se hará antes del 10 de diciembre, así podrá eludir la prohibición legal de un tercer mandato consecutivo y tendrá posibilidades de volver a presentarse para conducir el municipio en las elecciones 2023, si no se lanza como candidato a gobernador bonaerense o, quizá, como postulante a jefe de Gobierno porteño.
Jorge Macri y Horacio Rodríguez Larreta
Su llegada, de todas formas, causa escozor en la vieja guardia larretista, celosa de sus espacios de poder y temerosa de que el perfil de Jorge Macri opaque su influencia ante el jefe de Gobierno. Para cuidar los equilibrios internos, el intendente de Vicente López no integrará la “mesa política” que se ocupará del proyecto “Horacio Presidente”. A esa estructura se sumaría Bruno Screnci, actual ministro de Gobierno, a quien le encargarán tareas en el armado político de la provincia de Buenos Aires.
La estructura política a la que apuesta el larretismo tendrá como uno de sus principales figuras a Diego Santilli, quien se convertirá en el armador nacional del proyecto presidencial de su amigo Horacio. Además de ocuparse de su candidatura a gobernador bonaerense, se dedicará a recorrer el país para alinear a la dirigencia detrás del plan del jefe de Gobierno para suceder a Alberto Fernández.
Santilli trabajará codo a codo en la “mesa política” con funcionarios larretistas como Fernando Straface, Eduardo Macchiavelli y Federico Di Benedetto (el cerebro de la campaña de Juntos en la provincia de Buenos Aires), los diputados del PRO Alvaro González y Silvia Lospennato, la senadora del PRO Guadalupe Tagliaferri y Augusto Rodríguez Larreta, hermano del jefe de Gobierno, además de Screnci.
Además de Jorge Macri, otras incorporaciones para el gabinete porteño serán las de Agustín Forchieri, dirigente de confianza de Santilli que se desempeñó como vicepresidente primero de la Legislatura desde 2019 y asumirá como secretario de Bienestar Ciudadano de la Ciudad. También se sumará Carmen Polledo, diputada del PRO que termina su mandato, como subsecretaria de Relaciones Institucionales, dependiente de la Secretaría General porteña, en manos de Straface.
Daniel Angelici y Lautaro García Batallán
En el reparto de cargos del nuevo gabinete de la Ciudad, de todas formas, se perfila un fuerte avance de la UCR. El senador Martín Lousteau es el socio político de Rodríguez Larreta y hoy ubicó en los principales lugares de la grilla porteña a dos dirigentes salidos de sus filas (José Luis Giusti, ministro de Desarrollo Económico, y Guillermo Laje, presidente del Banco Ciudad), pero tendrá muchos más.
Como nada se pierde en la Argentina, y mucho menos algunos dirigentes políticos, una de las novedades del elenco porteño será el regreso al primer plano del radical Lautaro García Batallán, el ex viceministro del Interior de Fernando de la Rúa, al que se menciona como futuro secretario de Ambiente, dependencia que quedará liberada porque un larretista a ultranza como Macchiavelli, su titular actual, pasará a ser secretario de Asuntos Estratégicos, que será el vehículo para que el operador del armado nacional de Rodríguez Larreta se dedique también a su proyecto presidencial.
García Batallán militó en Franja Morada, fue socio de Antonio de la Rúa en el célebre Grupo Sushi (junto con Darío Lopérfido, Andrés Delich y Darío Richarte), luego participó de la campaña de Francisco De Narváez y se integró a la Fundación Alas, creada por el hijo De la Rúa y Shakira. Dedicado a la consultoría política, es un dirigente cercano al diputado radical Emiliano Yacobitti.
Larreta premiará también a la UCR porteña con la subsecretaría de Deportes para Juan Nosigilia, legislador de la Ciudad de Evolución que termina su mandato. Es hijo de Enrique “Coti” Nosiglia, el legendario operador político y aliado de Lousteau en el andamiaje radical capitalino.
Hay más nombres de dirigentes radicales que ocuparían puestos en las áreas de Justicia y Seguridad, entre otras: Inés Gorbea, Leandro Halperín, Hernán Rossi, Ariel Alvarez Palma y Carlos Macchi. También se menciona a un disidente de la UCR porteña como Facundo Suárez Lastra, quien compitió contra María Eugenia Vidal en las PASO desde la lista encabezada por Adolfo Rubinstein. En su sector, sin embargo, tomaron distancia: “No tuvimos discusión sobre el tema con el gobierno porteño”.
El radicalismo festeja, por ahora en privado, el inminente crecimiento en la estructura de la Ciudad y aseguran que no es casual: sus referentes se jactan de que desde el 10 de diciembre pasarán tener ocho legisladores porteños sobre un total de 32 del bloque de Juntos por el Cambio. “Sin nosotros no hay ninguna posibilidad de que el PRO (con 15 legisladores), llegue al quórum”, afirmaron. Lo mismo sostienen en Confianza Pública, el partido de Graciela Ocaña, que tendrá tres legisladores de la Ciudad. La Coalición Cívica estará representada por cuatro y el Socialismo, por dos.
Luego de la negativa de Gustavo Ferrari a sumarse como ministro de Justicia, no hay indicios de que María Eugenia Vidal logre ubicar a otros dirigentes de su confianza en el gabinete de la Ciudad. En términos de poder, aun así, logró algo clave: su amigo Emmanuel Ferrario, primer candidato a legislador porteño, será elegido el 10 de diciembre vicepresidente de la Legislatura y, en consecuencia, el primero en la línea de sucesión de la Ciudad luego de la renuncia de Santilli.
Una vez que anuncie los nombres del nuevo gabinete de la Ciudad y ponga en marcha la “mesa política”, el alcalde porteño se propone bajar su perfil por lo menos hasta marzo. ¿Podrá mantenerse ajeno a la cruel realidad política argentina? Patricia Bullrich está dispuesta a pelearle todos los espacios. Mauricio Macri no se la hará tan fácil. Rodríguez Larreta, metódico y obsesivo, se ilusiona desde chico con ser Presidente. Y cree que está más cerca que nunca de cumplir el sueño del pibe.
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