Desde el año próximo se aplicará un nuevo convenio que beneficiará a los trabajadores de la actividad pesquera, según anunció la Organización Internacional del Trabajo.
Luego de intensos debates y negociaciones, a partir del año próximo finalmente comenzará a implementarse el Convenio 188 de la OIT sobre trabajo en la actividad pesquera, que beneficiará con nuevas normas para mejorar las condiciones laborales y de seguridad a más de 38 millones de trabajadores del sector, informó la Organización Internacional del Trabajo.
El histórico Convenio 188 de 2007 sobre el trabajo en la pesca se implementará en el mundo a partir del 16 de noviembre de 2017 para impulsar “esfuerzos globales” que garanticen el mejoramiento de “las condiciones laborales decentes” de más de 38 millones de trabajadores, explicó el organismo tripartito.
“Ese total de trabajadores en el orbe cumple tareas en la pesca de captura, industria reconocida como una de las profesiones más peligrosas”, afirmó el organismo de Naciones Unidas (ONU), con 184 países adheridos y conducido por el británico Guy Ryder.
El ex sindicalista, reelecto hace pocas semanas para un nuevo período como director general de la OIT, explicó que la aplicación de ese instrumento en el mundo marcará “un hito en la historia de la industria pesquera”; contribuirá a garantizar condiciones de trabajo decentes a bordo de los buques y permitirá el cumplimiento de requisitos mínimos con inspecciones en los puertos extranjeros.
También afirmó que las normas determinadas por el Convenio 188 podrán ejercer “la prevención al analizar y enfrentar formas laborales inaceptables, como el trabajo forzoso e infantil”.
Los delegados y representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores -que deliberan anualmente en la ciudad suiza de Ginebra sobre una variada agenda de temas- adoptaron por mayoría el Convenio en la 96ª a Conferencia Internacional del Trabajo.
Mejor salud y seguridad laboral
El Convenio regirá a partir del 16 de noviembre de 2017 porque su implementación requería de la aprobación de diez países y, ese día de este año, fue ratificado por la décima y última, Lituania.
Ese país fue el tercero de la Unión Europea (UE) en ratificarlo hace dos semanas -luego de Estonia y Francia- y ya lo habían aprobado en sus territorios los gobiernos de Argentina, Angola, Bosnia y Herzegovina, Congo, Marruecos, Noruega y Sudáfrica.
Los trabajadores pesqueros enfrentan graves desafíos respecto de las condiciones laborales decentes que exige la OIT, como las prácticas de empleo informal, tareas en zonas remotas, clima y estacionalidad y la naturaleza generalmente peligrosa del sector.
También es motivo de especial preocupación para el organismo tripartito el trabajo forzoso, la trata de personas y la explotación de los migrantes en la pesca a nivel mundial.
Las normas laborales del trabajo del Convenio 188 pueden contribuir a proteger a los pescadores de esas formas inaceptables de labor y de la violación de sus derechos, puntualizó la OIT.
Las normas del Convenio incluyen disposiciones para garantizar que los trabajadores pesqueros sean beneficiados con “una mejor salud y seguridad laboral; con atención médica en el mar; tratamiento en tierra para los enfermos o lesionados; tiempo de descanso necesario para su salud y seguridad; protección a través de un contrato de empleo escrito y cobertura de seguridad social”.
Los pescadores realizan su actividad en una flota mundial de alrededor de 4,6 millones de buques, la mayoría de eslora inferior a 12 metros, y unos 64.000 grandes barcos operativos de más de 24 metros, por lo que “las innovadoras normas del Convenio se concibieron para protegerlos a bordo de las unidades comerciales”.
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