Ansol accedió al listado de empresas recuperadas que entraron al Plan Integral de Saneamiento. Ya hay tres que dejaron de ser agentes contaminantes, otras cuatro están a un paso de hacerlo, mientras que son diez las que vienen más demoradas.
En el país funcionan más de 400 empresas recuperadas, que emplean a 18 mil trabajadores y forman parte del potencial productivo nacional. Estas asociaciones no solo enfrentan desafíos del tipo económico o financiero, sino también ambientales. Esta situación se ve reflejada en la Cuenca Matanza Riachuelo, en el Conurbano bonaerense, donde se asientan 100 recuperadas; el 25 por ciento del total.
Son cooperativas que forman parte de las industrias frigoríficas, curtiembres, gráficas, alimentarias, plásticas, marroquinería, metalúrgicas y muchas otras que, sin formación y control, son altamente contaminantes. Por eso, la Autoridad Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) inició en 2016 un Plan Integral de Saneamiento Ambiental para toda empresa, privada o recuperada, que funcione en la zona. Desde 2019, a partir de la llegada de nuevas autoridades, ACUMAR comenzó a hacer un trabajo más fino en este sentido. Cuatro años después, ANSOL pudo acceder al estado de situación actual de ese plan ambiental.
Farmacoop, el laboratorio recuperado por los trabajadores de la ex Roux-Ocefa, se convirtió en julio del 2021 en la primera empresa recuperada en obtener la declaración de adecuación ambiental de ACUMAR. En septiembre de este año, se sumaron a ese selecto grupo la Cooperativa Aceitera La Matanza, ubicada en La Tablada; y la Cooperativa Emprendimientos y Servicios, que gestiona el Frigorífico Doña María de Malvinas Argentinas.
Estos trabajadores no solo pidieron la asistencia de ACUMAR, en sintonía con la agenda climática y la necesidad de evitar multas o clausuras, sino que también se plegaron a los planes de mejoras para la adecuación ambiental propuestos por el organismo e invirtieron para su correcta implementación. La misma fue controlada por varios meses hasta asegurar su cumplimiento y así salir oficialmente del listado de «agentes contaminantes» de la cuenca.
Quienes aún están con los planes de adecuación aprobados pero en ejecución y control son cuatro cooperativas: Vieytes (ex Ghelco), que produce materias primas para heladerías y confiterías en el barrio porteño de Barracas; las recuperadas Nuevo Aire y La Milagrosa, ambas dedicadas a la producción y procesamiento de carne de aves en Marcos Paz; y por último, La Foresta, el matadero-frigorífico recuperado por sus trabajadores en Virrey del Pino.
Mientras tanto, hay cinco recuperadas a las que aún les falta sortear varias instancias más y que se encuentran con planes de adecuación presentados, pero en instancia de evaluación para su posterior ejecución. Se trata de Master Cheese, que elabora quesos, muzzarella y ricota de Marcos Paz; la avícola Ciudad del Árbol de la misma localidad; Frigocarne, de Cañuelas; la Cooperativa Obrera Máximo Paz, que produce productos de aves en ese distrito; y por último, la gráfica porteña Envases Flexibles Mataderos.
Las que aún les queda un camino más largo por recorrer son las que todavía no presentaron el plan de adecuación para que ACUMAR apruebe su ejecución. Se trata de cinco cooperativas: la recuperada Ciudad de Dios; la metalúrgica Cotramel (ex Canale) de Lavallol, la productora de jugos Citrus; la curtiembre La Teresa, y Grintek, que produce entretenimiento para mascotas a base de cuero vacuno. Todas estas últimas del partido de Lanús.
Vale remarcar que las cooperativas que no figuran en el listado de ACUMAR no están porque no son parte de la nómina de Agentes Contaminantes.
Cooperativas de la Cuenca Matanza Riachuelo: el camino que falta para la plena adecuación ambiental
Ante la consulta de ANSOL, Bruno De Alto, director General Ambiental de ACUMAR -que conduce Martín Sabbatella-, expresó que «la evaluación de estos tres años trabajando con las cooperativas es muy positiva». El funcionario, que además es licenciado en en Organización Industrial, contó que «la gran mayoría han podido incorporar la dimensión e importancia de producir de manera amigable con el ambiente y entendemos que hay una mayor sensibilización respecto del tema».
Sin embargo, De Alto remarcó que «la adecuación es un proceso complejo, que depende de factores técnicos y financieros«, pero que tienen expectativas en «seguir avanzando en los planes de adecuación que ya tenemos aprobados y con los que aún les falta presentar». Para eso hay distintas herramientas, como el convenio de cooperación con el Ministerio de Desarrollo Social que, centralmente, consta de asistir, acompañar y fortalecer a los establecimientos pertenecientes al sector; o también las mesas de trabajo junto a la Dirección Nacional de Empresas Recuperadas.
Por último, el director General Ambiental de ACUMAR resaltó la importancia de «la Red de Adecuación Ambiental de la Cuenca (RAAC), creada en 2021 y que busca vincular a los establecimientos productivos y de servicios que requieran mejorar y adecuar su desempeño ambiental. Con la creación de esta red se apunta a que cada establecimiento pueda cumplir e incluso superar las exigencias normativas«.
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