La ex gobernadora se mueve con cautela, casi en silencio. Fuera de las cámaras, trabaja codo a codo con Larreta. Reuniones por zoom, seguimiento de la gestión y el regreso a la política social.
Cuando aún era gobernadora de la Provincia, María Eugenia Vidal reveló a La Tecla que en la intimidad de su hogar, con sus hijos habían inventado las reglas de la “vida Vidal”, en la que se establecían una serie de máximas a través de las cuales regía su cotidianidad. Ahora, a casi seis meses de haber dejado el poder, esa “vida Vidal” sufrió un giro de 180 grados; no sólo porque ya no está al mando del territorio más densamente poblado del país, sino también por la llegada de la pandemia que, como a todos, le trastocó los planes.
Hoy, la exgobernadora se mueve con cautela y casi en silencio. Sus apariciones públicas pueden contarse con los dedos de una mano. Es más, desde que abandonó la Casa de Gobierno en calle 6, las menciones a su persona tuvieron más que ver con la relación amorosa que entabló con el periodista deportivo Enrique Sacco, viudo de la periodista y legisladora porteña Débora Pérez Volpin.
Fue a comienzos de abril cuando se conoció que Vidal comenzaría a colaborar de manera externa con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en el área social, donde supo desempeñar gran parte de su carrera política, antes del desembarco en la provincia de Buenos Aires.
El propio Larreta le pidió que se sume al equipo de crisis, siempre con la idea de que aporte para ayudar con el trabajo social en villas y asentamientos, así como la coordinación con organizaciones sociales, ONG y actores de la sociedad civil que puedan ayudar a contener a los grupos vulnerables.
Pero fue recién el pasado jueves cuando la ex mandataria bonaerense se mostró por primera vez en una actividad pública política de la Provincia. De la mano del intendente de Lanús, Néstor Grindetti, Vidal participó de la reunión del comité de emergencia local y aportó su mirada respecto de la situación social que atraviesan el Municipio y la Provincia en el marco del avance del COVID-19.
“Que no esté visible, no quiere decir que no esté activa en la política. Mantiene el perfil bajo, pero para los medios. Todos los días tiene reuniones, aunque sean virtuales. Ella sigue liderando las negociaciones y conversaciones”, reveló a La Tecla un diputado provincial de Juntos por el Cambio.
Tal es así, que la ex gobernadora mantiene una red de trabajo con los mismos funcionarios que la acompañaron en años anteriores. Esta mesa social está integrada por la ex ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley; su par bonaerense, Santiago López Medrano; el diputado y ex subsecretario de Asuntos Municipales, Alex Campbell; el ex Secretario General, Fabián Perechodnik; y el exdirector de Cultura y Educación, Gabriel Sánchez Zinny, quienes trabajan con distintas organizaciones a través del programa Ayudar desde Casa.
“Ella va al territorio, en silencio, pero va a ayudar. Habla con referentes sociales. El propósito de María Eugenia es dar una mano, a la gente y a los intendentes”, añadió una fuente cercana a la ex titular del Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires.
Por el momento, debido a la pandemia, Vidal trabaja más que nada desde su nuevo departamento en Capital Federal, a donde se mudó tras cederle el mando a Axel Kicillof.
Desde su entorno aseguran que tiene videoconferencias de manera constante. Ya sea con intendentes, legisladores, dirigentes políticos del interior del país que piden su asesoramiento o con autoridades del partido a nivel nacional. Pero lo cierto es que, aprovechando el aislamiento, le dedica mucho tiempo a su familia. “Los últimos cuatro años, los chicos tuvieron una madre ausente. Está tratando de compensar eso. Se está dedicando al novio y a sus hijos”, dijeron a este medio desde su círculo. Es más, según reconoció la propia Vidal, le está encontrando la vuelta a las tareas del hogar, que no eran su fuerte, y se descubrió
en la cocina.
Cuando dejó su mandato, el 10 de diciembre, Vidal tomó la decisión de tomarse un respiro y, principalmente, dejar gobernar. No quiere ser la persona que marque el error, pese a que considera que los hay, y muchos. “Cree que hay que mantener silencio para que los gobiernos, tanto nacional como provincial, salgan a gestionar y ella, no entorpecer”.
El silencio como estrategia
El 27 de marzo, una semana después de que se decretara el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), María Eugenia Vidal colgó un video en su cuenta de Instagram en el que apelaba a la unidad de los argentinos en el medio de la pandemia. Este fue y es el mensaje que les repite a los dirigentes de su espacio en cada oportunidad que tiene: no confrontar y dejar gobernar.
“En una crisis tan grande como esta no quería meterse a dar opiniones. Por supuesto que está en desacuerdo con un montón de cosas que está haciendo Axel, pero salir a hablar y que los políticos se empiecen a pelear cuando la gente está sufriendo con esto, no cree que sea correcto y que sea una forma de ayudar”, dijo a La Tecla un estrecho colaborador de la exgobernadora. En esta línea añadió: “Cree que hay que mantener silencio para
que los gobiernos, tanto nacional como provincial, salgan a gestionar y a hacer todo lo que puedan hacer, y ella no entorpecer en ese sentido”.
Hacia 2023
El tándem del “neo Cambiemos”
La mudanza de María Eugenia Vidal a la Ciudad de Buenos Aires despertó ciertas suspicacias acerca de cuál será su próximo destino político. Si bien es sabido que está colaborando con la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, no tiene un contrato firmado, ni mucho menos. “No trabaja para él”, dijeron a La Tecla desde el entorno de Vidal. El viernes pasado, por ejemplo, compartió un almuerzo en Uspallata con el jefe de Gobierno, en el que también participaron Diego Santilli y los diputados Alvaro González y Cristian Ritondo. Esta “mesa chica” fue constituida con el objeto de empezar a trabajar en un “neo Cambiemos”, en el que prime la apertura del espacio, con una postura más alejada de la derecha que encabeza la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
La distante relación con los intendentes del radicalismo
“Con nosotros está desaparecida”, contestó a La Tecla un intendente radical acerca de su relación con la ex gobernadora. Hace poco más de un mes, Vidal encabezó una videoconferencia por zoom con los jefes comunales boinas blancas, a quienes también les transmitió su idea de acompañar al Gobierno provincial. Pero el contacto quedó ahí. Si bien está prevista otra charla en un futuro cercano, la realidad es que todavía no hay una fecha concreta para ello. “Cuando la Provincia la necesita, nos deja en manos de Jorge Macri”, se sinceró el alcalde.
El dictado de clases y un libro pendiente
Vidal aprovecha el aislamiento para terminar de escribir su libro. Según trascendió a comienzos de 2020, iba a ser publicado en el segundo semestre del año por la editorial Penguin Random House, la misma que imprimió Sinceramente, de Cristina Fernández de Kirchner. Pero con la pandemia, los tiempos pueden cambiar. También, la exgobernadora se prepara para dar clases en la Universidad Torcuato Di Tella y en una pública.
Asistencia social
“Ayudar desde Casa”, la iniciativa que la hizo volver al ruedo
Cuando la pandemia explotó y golpeó de lleno a la Argentina, María Eugenia Vidal reunió a su mesa chica y les propuso una nueva iniciativa para brindar asistencia social a quienes más lo necesitan. Así nació “Ayudar desde Casa”, un programa de financiamiento a organizaciones para la adquisición de alimentos y productos de higiene y limpieza. En la plataforma se ofrecen tres montos para colaborar, desde 600 a 800 pesos, para destinar a alguna de las 45 entidades benéficas ubicadas en todo el territorio bonaerense, especialmente
en el Conurbano.
“Para algunos de nosotros, el aislamiento significa quedarnos en casa, a salvo de un posible contagio, con elementos de limpieza y comida; pero para muchos, el aislamiento es mucho más hostil. Por eso, te invitamos a acompañar a los que más lo necesitan, hoy más que nunca”, expresa el sitio web del programa, promocionado por Vidal.
En algunos casos, ella misma se acerca a llevar las donaciones, y en otras se habilita el canal de transferencia financiera a las organizaciones que ya trabajaron con la ex mandataria durante su paso al frente de la Provincia. “Ella va al territorio, en silencio, pero va a ayudar. Habla con referentes sociales. Dimos una mano en Moreno, en La Cava, en La Matanza, en Mar del Plata. El propósito de María Eugenia es dar una mano, a la gente y a los intendentes”, afirmó a este medio uno de los colaboradores de la ex gobernadora.
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