1) Empleado de la Universidad Nacional de Mar del Plata que no tiene empacho en decir que han sido traicionados por su gremio, APU. Y por la desastrosa Procuración, que los deja sin percibir dineros reclamados en trámite de encasillamiento. ¡Traición!, se escucha a diario por los pasillos.

2) Abogado de izquierdas, afecto a causas estrepitosas. Se ve que para él, un asuntillo de haberes de empleados públicos es poca cosa. Y de ahí a olvidarse y no tomar nada en cuenta de los tiempos procesales para enterrar el expediente, hay sólo un pasito.

3) Va por la vida impulsando la lucha verde. No se arredra y da batalla. Ahora invita al intendente y su séquito a hacerse pruebas de sangre para verificar que no haya tóxicos en sus organismos. ¿La sangre de GAP? Ese sí que será un test interesante.

4) Peronista que creyó en Sergio Massa. Pero en un hecho sin antecedentes, antes de pertenecer ya lo excluyeron. Increíble, pero ya hay massitas de paladar negro.

5) En palabras de la fiscal Andrea Gómez, “persona proba y de vida productiva, social y familiarmente”. Fue asesinado vilmente en su hogar. Otro crimen pavoroso y reprochable en una ciudad brutal.

6) Llegó de Bahía Blanca con aires de “prima donna”. Trajo la libretita que deben firmar los vecinos para certificar que las patrullas pasan por la cuadrícula, y ahora anuncia comisarías móviles. Humo, y más humo. Poca vergüenza.

7) Se vendió como el alfil de Venegas en MDP. Lo sacaron por izquierda, apuntándole a su poco esbelta figura con el argumento de que nada tiene para ofrecer en términos de voto en esta comunidad.

8) Pasan los años, las mañas quedan. Otra vez Sivo en medio de un episodio con un auto comprado por izquierda con 08 certificado ante escribano público. Vieja historia muy repetida.

9) Adquirente de auto con captura en $30.000. Dice que es comprador de buena fe. Y con cambios en su historia de cómo llegó a hacerse del bien en cuestión. Más en malas lenguas de esta edición.

10) Susana es la reina madre del HIGA, y lo lleva como chorizo en bandeja de loza. Miel debe de haber en esa colmena, porque de ahí come hace años. Y cuenta un relato de ficción sobre el cómo y por qué de tanto demérito que sufren los pacientes del hospital.