Por Pablo Lapuente

A 26 días de la fecha límite para presentar listas ante la Justicia Electoral, el precandidato a gobernador del PRO Diego Santilli ya tiene definido una tropa de dirigentes encargados de enfrentar al peronismo en distritos del conurbano y sel interior de la provincia de Buenos Aires. Son 10 mujeres y 36 varones, quienes en la amplia mayoría de los casos deberán enfrentar primero en internas a sus competidores del ala dura que lidera Patricia Bullrich y su alfil Néstor Grindetti.

En el conurbano y su zona de influencia, el diputado que trabaja de manera incondicional en el proyecto nacional de Horacio Rodríguez Larreta tiene anotados a Agustina Serrano Gómez (Almirante Brown), Pablo Swar (Berisso), Santiago McGoey (Cañuelas), Mauro Arranz (Presidente Perón), Mariano Castagnaro (Escobar), Pepo Brichta (Ezeiza), Gastón Di Castelnuovo (Ituzaingó), Lucas Aparicio (Malvinas Argentinas), Florencia Casamiquela (Florencio Varela), Sebastian Neuspiller (Pilar), Aníbal Asseff (Moreno) y Evert Van Tooren (Esteban Echeverría), pese a que el acuerdo que el larretismo tiene con Martín Lousteau podría posicionar también a Pablo Domenechini en este último distrito de la Tercera sección electoral.

Por supuesto, Santilli también ratifica a los que siguieron su campaña desde el inicio e integran su mesa de incondicionales locales como Martiniano Molina (Quilmes), Julián Amendolaggine (Berazategui), Lucas Delfino (Hurlingham), Guillermo Viñuales (Lomas de Zamora), Maximiliano Gallucci (Avellaneda), Héctor Griffini (Luján) y Darío Kubar (General Rodríguez). Además, por un acuerdo que mantiene con el ministro de Gobierno porteño y candidato único del PRO a sucederlo, Jorge Macri, estampa en sus boletas los nombres de Pablo Valerga (General Las Heras), Anabel Arboledas (Marcos Paz), Andrés Petrillo (San Martín) y David Zencich (Merlo), históricos integrantes del armado jorgemacrista que conduce el operador César Torres.

En el interior bonaerense de la provincia, si bien el justicialismo pierde estructura y cierta influencia política a manos del radicalismo, el santillismo no descuida el territorio y también sumó a numerosos referentes de distintas vertientes políticas. Tiene anotados a Hernán Di Marco (González Chávez), Fernanda Antonijevic (Baradero), Ariel Alomar (Bolívar), Lisandro Perotti (Carlos Casares), Mauricio Bertucci (Castelli), Ramiro Ferrante (Chascomús), Gabriel Divito (Colón), María Lourdes Fernández (Coronel Suárez), Carina Alfageme (Ameghino), Joaquín Sánchez Charro (General Alvarado), Fernando García (General Guido) y Pedro Gerbelli (General Paz).

La nómina se completa con Daiana García Farotto (General Pinto), Luis Martín Poehls (Guiaminí), Mauro Estrabeau (Laprida), Julio Ruggiero (Mar Chiquita), Juan Cravero (Roque Pérez), Rodrigo Nider (Salto), Mercedes Condesse (San Andrés de Giles), Pedro Echaves (Tordillo), Ramiro Eguen (25 de Mayo), Ana Martinez (Villa Gesell) y María Eugenia Ramírez (Daireaux).

En tanto, en el campamento del El Colorado persisten las dudas sobre si llevar a Silvio Sanso o Juan Camio en Benito Juárez y lo mismo sucede con Matías Porta y Marcos “Cotoco” García en La Costa, donde hay un radical muy fuerte como el presidente del Comité local, Daniel López, que ganó los últimos comicios.

Según pudo saber Letra P, esta es una lista incompleta para disputar los distritos que están en manos del Frente de Todos, a la que se sumarán también otros nombres para la guerra total amarilla. Santilli reunió en sus oficinas de la calle Salguero, en el barrio porteño de Palermo, a la mesa chica de intendentes que le responden para que se sumen al nuevo diseño de una estrategia electoral que tenga por objetivo plantar candidaturas en todos los municipios que responden a Bullrich, en virtud de la intransigencia que propone la titular del PRO en uso de licencia. Se lo dijo puntualmente al intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, quien oficia de jefe de los equipos técnicos santillistas, y a su par de La Plata, Julio Garro, quien ofició de encargado de su fiscalización en 2021 y le otorgó en su distrito el triunfo más amplio en aquella elección. Una bajada de línea que marca una interna amarilla entre duros y moderados en todas las categorías.