La nocturnidad provocó internas entre el oficialismo y agrietó la relación con la oposición

La nocturnidad provocó internas entre el oficialismo y agrietó la relación con la oposición

El Ejecutivo trabaja en pos y pro de una ciudad con la menor cantidad de restricciones posibles a las actividades económicas, productivas y comerciales. La oposición remarca las “falencias” del Municipio al momento de efectivizar los controles y hacer cumplir las normas vigentes.

 

Sin dudas, la nocturnidad es el factor que tensa y agrieta la relación entre oficialismo y oposición. El Ejecutivo aboga por una ciudad abierta durante todo el año, y con la menor cantidad de restricciones posibles a las actividades económicas, productivas y comerciales. El Frente de Todos (FdT) remarca las “falencias” del Municipio al momento de efectivizar los controles y hacer cumplir las normas vigentes. 

En ese sentido, el proyecto de licitación de 6 Unidades Turísticas Fiscales, fue el claro ejemplo de dos posturas contrapuestas que, hasta el momento, son incompatibles. Los ediles de la bancada opositora hicieron valer su mayoría y trabaron un expediente que pretendía avanzar con la concesión de las playas del norte de la ciudad. 

El pliego trabajado mancomunadamente entre el interbloque oficialista, el Ente Municipal de Turismo (Emtur) y la oposición, careció de consenso cuando se solicitó por escrito la prohibición de las actividades nocturnas, especialmente, las vinculadas a los boliches bailables.

¿En qué consiste el proyecto? 

La iniciativa tiene como objetivo dotar de recursos y equipamientos a las playas del Museo MAR, Constitución, Estrada, Beltrán Sur, Beltrán Norte y Las Delicias. Establece el alquiler de un máximo de 50 sombrillas móviles y descarta zonas de exclusividad. Además, posibilita la oferta gastronómica, diversas actividades deportivas, recreativas, un estacionamiento, entre otros servicios. 

El contrato de concesión establece un canon de $1.500.000 por año, cifra también criticada por el Frente de Todos (FdT). A los y las ediles del espacio opositor, se les encendió la alarma ante la resistencia del interbloque oficialista de incluir el artículo solicitado. "No estamos de acuerdo con la restricción a la actividad comercial y económica que se desarrolle de noche. No queremos que figure en el proyecto de ordenanza", lanzó el edil de Vamos Juntos, Fernando Muro. Sívori, rápidamente le contestó: "Lo que no está restringido está permitido". 

Desde la bancada opositora hicieron hincapié en que el expediente tuvo que haber sido trabajado con otra mirada para desarrollar emprendimientos en dicha franja horaria. Los ejes en disputa, radican en condiciones de seguridad y un canon "insuficiente" y "poco acorde". 

En ese sentido, el edil pultista, Horacio Taccone, aseveró: “El mismo gobierno le dijo no a las carpas, a la sombra fija. El decir 'no' muchas veces está bien. No me gustaría ser la ciudad del no, pero tampoco la del vale todo. Nos olvidamos del Estado regulador, de su función de controlar”.

La controversia quedó en suspenso. El radicalismo mocionó para que se archiven los expedientes, según ellos, la oposición tendió "un manto de sospecha" en torno a la posibilidad de la nocturnidad. El resultado de la votación trajo un dato curioso. El interbloque oficialista no votó en conjunto, la edil, Liliana Gonzalorena, de la Coalición Cívica - ARI, se cortó sola y pidió, al igual que el FdT, Acción Marplatense y Alejandro Carrancio, que el expediente quede en comisión. Por su parte, la UCR y Vamos Juntos se pronunciaron en contra.

El sufragio de Gonzalorena no sorprendería si se sabe de la relación de confianza que tiene con el presidente del Emtur, Bernardo Martin, quien recalcó que “la nocturnidad tiene una potencia incomparable en la ciudad”. 

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