El fiscal le aseguró a la agrupación 18J que tenía una escucha clave, pero que la ex SIDE esperaba "el momento político oportuno".
La SIDE está esperando el momento político oportuno para presentar esta información." La frase fue transmitida, a modo de confesión, por el ex fiscal Alberto Nisman, en una reunión privada con familiares de víctimas del atentado a la AMIA, en octubre de 2013. Allí reveló la presunta existencia de una prueba clave para la causa por la voladura, que estaba en poder de la Secretaría de Inteligencia, que, en los hechos, comandaba el expediente. Nueve testigos y un abogado querellante escucharon de boca del fiscal que, por primera vez en 20 años, habría una prueba contundente para unir al cochebomba con los iraníes: una escucha telefónica entre el supuesto facilitador de la Traffic, Carlos Alberto Telleldín, y uno de los sindicados como autores intelectuales del atentado, Mohsen Rabbani. Esa evidencia nunca fue incorporada en la causa, pese a los pedidos de los familiares, que quedaron documentados, y a la respuesta formal del fiscal.
El 10 de marzo, el episodio fue puesto en conocimiento de los nuevos investigadores a cargo de la unidad, que se mostraron sorprendidos con la información, desconocida hasta por los propios colaboradores de Nisman. El dato sobre la existencia de esa presunta escucha y el direccionamiento de la causa por la ex SIDE se suma a la documentación nunca aportada a lo largo de diez años por el ex director general de Operaciones, Antonio Horacio Stiuso, hecho por el que fue imputado por incumplimiento de los deberes de funcionario público. ¿Ocultó una prueba clave para resolver el atentado a la AMIA? ¿La SI tenía un control total sobre la causa?
La reunión con los integrantes de la agrupación 18J se llevó a cabo en un clima de tensión con Nisman, en el que no faltaron reproches por la ausencia de avances en la causa y en medio de la discusión por el Memorándum de Entendimiento con Irán, en el que el fiscal aseguró que no habría de intervenir. Participaron Sergio Burstein, Daniel Komarovski, Olga Degtiar, Jacobo Furman, Juan Degtiar, Alejandro Bikman, Fabián Duek, Gabriel Fryszberg y Graciela Lineal, acompañados por el abogado Horacio Etcheverry. Todos confirmaron a este diario los detalles del encuentro y la frase que pronunció Nisman en un momento de la conversación, que mostró con naturalidad el grado de influencia de la SI en el curso de la investigación.
"Les voy a comentar algo: tengo información de que un sector de la SIDE tiene un dato importante que son las escuchas entre Telleldín y Rabbani. Es la primera vez que tenemos algo concreto y contundente sobre la investigación", reconoció Nisman sobre el único elemento de prueba en miles de fojas que inequívocamente uniría al cochebomba utilizado en la AMIA con los acusados iraníes. "Tenemos un problema. La SIDE está esperando el momento político oportuno para presentar esta información", deslizó. La discusión continuó pero luego uno de los familiares volvió sobre el tema y le preguntó cómo podía ser que la Secretaría de Inteligencia especulara con los tiempos para aportar escuchas, si en la teoría era auxiliar de los requerimientos ordenados por Nisman para avanzar en la causa. El fiscal negó haber dicho tal cosa pero Komarovski afirmó haber escrito la frase en un papel porque le llamó la atención. "Vamos a esperar que llegue la información", cerró el debate Nisman, según los testigos.
Al mes siguiente, la querella ingresó un escrito para documentar el contenido de la reunión y le requirió que acelere el pedido de la información revelada. Le exigieron a Nisman que "informe sobre la incorporación a la causa y medidas adoptadas respecto de nuevas pruebas obrantes en poder de terceros, a que hiciera referencia en la reunión que mantuvieron con usted", por las supuestas escuchas que debía aportar Stiuso, "en virtud del tiempo transcurrido y la importancia que pudiera tener para estos autos".
El 4 de diciembre de 2013, Nisman respondió afirmando que todas las pruebas "se encuentran debidamente incorporadas" al expediente pero añadió una sugestiva alusión a la SIDE y a las escuchas. "Sin perjuicio de lo cual existen determinadas líneas investigativas en curso, algunas de ellas actualmente en trámite ante la Secretaría de Inteligencia de Presidencia de la Nación, destinadas a su profundización y (a) analizar la totalidad de la prueba reunida en la causa a la luz de la base de datos de registros telefónicos", sostuvo el fiscal sin profundizar.
En la reunión ante los fiscales de la UFI AMIA Sabrina Namer, Roberto Salum, Patricio Sabadini y el coordinador Juan Murray los familiares relataron los pormenores del encuentro. Allí, un colaborador de Nisman no disimuló su sorpresa: pensó al ver el escrito ingresado entonces por la querella que "Alberto les había contado (a los familiares) de la denuncia contra la presidenta". A partir de estos elementos es posible inferir que en diciembre de 2013 ya estaba en marcha lo que sería presentado el 14 de enero de 2015 como una denuncia por un supuesto encubrimiento. Sin embargo, no hay datos sobre esa supuesta escucha central para la causa AMIA y por qué nunca se profundizó en el avance de la investigación por el atentado. «
Ordenan medidas de prueba
El juez federal Rodolfo Canicoba Corral disparó una batería de medidas para determinar si la familia del fiscal Alberto Nisman y su empleado informático, Diego Lagomarsino, compartían otras cuentas en el exterior, además de la reconocida en el banco Merryl Lynch de Nueva York.
El magistrado hizo lugar al pedido de medidas de prueba del fiscal Juan Pedro Zoni, en el marco de una investigación por supuesto “lavado de dinero”. Incluyen exhortos a los tribunales de Uruguay y Estados Unidos y un pedido de informes a la Unidad de Información Financiera. Aún no está claro si la cuenta en Nueva York estaba declarada o no por el difunto titular de la UFI AMIA. Tampoco cuál fue el movimiento de esa cuenta, ni el origen del dinero que pasó por allí.
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