Logró detener la expansión del virus con un saldo de 20 infectados y ocho muertos
Nigeria y el mundo respiran aliviados. Y no es para menos. Ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció oficialmente que el país más poblado de África logró vencer al virus mortal del ébola, que llegó a Nigeria en julio cuando un norteamericano procedente de Liberia arribó al aeropuerto de Lagos, donde murió días después.
"Esta historia de éxito espectacular muestra que se puede contener el ébola", afirmó la OMS, y destacó que la expansión en Nigeria podía haber supuesto "el mayor y más explosivo brote de ébola imaginable".
El organismo de las Naciones Unidas anunció ayer que ya pasaron 42 días en Nigeria desde que todas las personas que tuvieron contacto con el portador inicial o con algunas de las personas a las que infectó no desarrollaron la enfermedad, por lo que el país está "libre de ébola".
La llegada de la epidemia a Nigeria causó una gran alerta a nivel nacional e internacional ante el temor de que el virus se extendiera sin control -tal y como estaba pasando en Liberia, Sierra Leona y Guinea- por el país más poblado del continente, con más de 170 millones de habitantes.
La epidemia fue contenida con un saldo de 20 infectados, entre ellos ocho muertos, gracias a una respuesta rápida y eficaz de las autoridades del país.
El 25 de julio las autoridades confirmaron que el virus había cruzado las fronteras nigerianas de la mano de Patrick Sawyer, un funcionario de nacionalidad norteamericana de 40 años que viajó de Liberia a Nigeria para participar en una misión de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao).
Sawyer, que a su llegada al aeropuerto de Lagos, la capital económica del país, ya presentaba síntomas de la enfermedad, fue internado de inmediato en un hospital de la ciudad, donde murió cinco días más tarde.
Tras su fallecimiento, otras personas que habían mantenido contacto directo con el contagiado dieron positivo, incluida Stella Adadevoh, la médica que lo atendió en Lagos y que murió más tarde a causa de la misma enfermedad.
A partir de ese contacto inicial en el hospital, el presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, decretó el estado de emergencia en el país y las autoridades pusieron en cuarentena a cerca de 900 personas, todas las que tuvieron contacto con la primera víctima mortal.
La gestión de la crisis del ébola realizada por el gobierno fue alabada por la ONU, que destacó la rápida respuesta para localizar y poner en cuarentena a personas sospechosas y el buen funcionamiento de las instalaciones de tratamiento.
"Su liderazgo personal [en referencia a Goodluck] en la cuestión ha sido decisivo. Puede que haya aún trabajo que hacer antes de que el virus sea completamente eliminado aquí, pero otros países pueden aprender de su buen ejemplo", dijo en agosto el enviado especial de la ONU para el ébola, David Nabarro.
En este sentido, la OMS insistió en que Nigeria "puede ayudar a otros países en desarrollo que tienen miedo de importar un caso de ébola", aunque recordó que Nigeria sigue siendo un país vulnerable, por lo que debe mantener estrictas medidas de seguridad y vigilancia.
Mientras algunos países se recuperan de a poco del azote de la epidemia, Liberia, Sierra Leona y Guinea siguen sin poder controlar el virus en sus territorios, donde más de 9000 personas se contagiaron y más de 4500 murieron.
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