El fiscal que investiga el crimen a balazos del joven Gustavo Gutiérrez, cometido en la capital neuquina, dijo que "no hay indicios" que vinculen este homicidio con que era testigo en una causa por un presunto caso de "gatillo fácil" ocurrido en 2012.
"No hay indicios que vinculen este hecho (por el crimen de Gutiérrez) con la causa Brian Hernández (el adolescente fallecido por cuya muerte es juzgado un policía)", afirmó esta tarde el fiscal neuquino Maximiliano Breide Obeid.
El instructor judicial también tuvo a su cargo el expediente por el crimen de Hernández (14), por lo que dijo que "conocía" a Gutiérrez (25) porque era un testigo suyo.
Había declarado el viernes en el juicio que se le sigue al policía Claudio Salas, acusado de la muerte Hernández, ocurrida el 19 de diciembre de 2012 "En este contexto, donde (el testigo asesinado) ya había declarado, tuve la misma sensación que todo el mundo. Pero con el avanzar de la investigación y la misma víctima que da el nombre (de su agresor), en principio tendría que ver con una cuestión personal", indicó el fiscal.
Por otro lado, se conocieron en las últimas horas los resultados de la autopsia al cuerpo de Gutiérrez que reveló que éste recibió seis balazos calibre 9 milímetros.
Una fuente del Ministerio Público Fiscal informó que, a partir de investigación judicial y policial "y a instancias del relato de allegados de la víctima", se determinó que el sindicado tirador "es un hombre que en febrero pasado había sido baleado por Gutiérrez, según consta en una denuncia efectuada por quien hoy es sospechoso del ataque".
El crimen del testigo ocurrió alrededor de las 8 de ayer, en el barrio Almafuerte de la capital neuquina, donde la víctima fue atacada a tiros desde un vehículo cuando regresaba de la casa de su pareja, quien había ido a buscar pero no encontró.
Tras ser baleado, Gutiérrez fue socorrido por su suegra, a quien le dijo antes de morir el nombre del supuesto agresor.
El joven había declarado el viernes pasado en el juicio que se le sigue al policía Claudio Salas, acusado de la muerte Hernández, ocurrida el 19 de diciembre de 2012.
Ese día, alrededor de las 2:40, este adolescente iba en un Renault Fuego cupé conducido por Gutiérrez y al llegar a la calle Casimiro Gómez, en el barrio Gran Neuquén, un móvil policial quiso interceptarlos para su identificación.
Al ver la presencia de los efectivos, el conductor de la cupé aceleró, por lo que el policía Salas descendió del patrullero y efectuó un disparo que ingresó por la luneta de dicho auto e impactó en la cabeza de Hernández, quien murió al día siguiente.
Por su parte, el imputado Salas reconoció que disparó después que los ocupantes de la cupé no acataron la orden de detención y porque supuestamente vio que desde el interior de la misma le apuntaban con un arma.
El fiscal de Cámara Pablo Vignaroli pidió que Salas sea condenado a prisión perpetua por el delito de "homicidio calificado doblemente agravado por haber sido cometido por un miembro de las fuerzas policiales abusando de su función y por haber sido cometido con violencia mediante el empleo de un arma de fuego".
La querella también solicitó una condena similar, mientras que la defensa pidió su absolución.
Finalmente, la sentencia se conocerá el viernes próximo al mediodía.
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