Por Ariel Boffelli

En medio de la campaña para la gobernación de Neuquén, en la que el Movimiento Popular Neuquino (MPN) pone a prueba su dominio de 60 años el próximo 16 de abril, aparecieron afiches que relacionan al dirigente social Juan Grabois con una eventual candidatura presidencial. “Juan 23. Grabois presidente”, fue la leyenda con carteles de letras blancas y fondo negro que se observa en algunas calles de la capital patagónica. Al igual que en el gran Buenos Aires, donde el Frente Patria Grande tiene presencia en las barriadas más populares, el sur es el destino pensado para una instalación nacional.

Los suplentes del peronismo hacen su trabajo. Grabois, uno de los emergentes que se posicionó por su cercanía al papa Francisco y por ser la voz representativa de la porción más postergada del electorado que tiene el Frente de Todos (FdT), busca votos en la Patagonia. Sin contemplaciones, en la tierra del gas y el petróleo, en el mismo día que se esperaba al ministro Sergio Massa -a quien Grabois califica como figura "de la derecha" nacional- para inaugurar el oleoducto de Shell en Vaca Muerta (finalmente no estuvo en ese acto), aparecieron pegatinas por diversos sectores de Neuquén. Como en el conurbano, donde los carteles coincidieron con los del tucumano Juan Manzur, el frente Patria Grande marca territorio.

Como explicó Letra P, Patria Grande integra la coalición nacional pero en tierra neuquina es casi una incógnita cómo funciona. Actualmente, el FdT de la provincia se encamina a competir por la gobernación –una vez más– detrás del exintendente de Cutral Co Ramón Rioseco. En el cierre de listas, los principales lugares fueron acaparados por Oscar Parrilli, Darío Martínez y el mismo Rioseco, que ubicó a su hermano José en el tercer lugar del tramo legislativo. La organización de base intentó candidatear a una dirigente campesina del norte, pero no tuvo éxito en la negociación.

A pesar de la poca incidencia electoral, el espacio dio señales de presencia en la región. Corrían los días más complicados de la pandemia cuando Grabois, acompañado del diputado nacional Federico Fagioli, estuvo en San Carlos de Bariloche y General Roca. En ambas ciudades, de realidades antagónicas, pidió cambiar el rumbo del Gobierno y un plan de obra pública que genere empleo. “Hay que lograr que exista un gran porcentaje de población rural, como en Alemania”, pedía entonces en Roca, el corazón económico del valle productivo.

En lo que ya es una campaña nacional, muestra presencia e incomoda a la mesa chica del panperonismo. Como en Neuquén, aparecerán afiches y pintadas arengando la candidatura en las localidades donde tiene delegados. En la región, Bariloche, Viedma, Roca y Villa Regina son algunas aseguradas.

De esta forma, con la tracción militante, el amigo de Francisco se hace camino al andar. Desde el sur, sube un pedido de inclusión para la negociación electoral.