La danza de aspirantes de Juntos Somos Río Negro para la intendencia de San Carlos de Bariloche escala en tensión. Mientras que los cuatro anotados en primera fila no desisten de sus ambiciones, la gobernadora Arabela Carreras rechaza internas y exige a los demás que la favorezcan. En tanto, el líder partidario y gobernador electo, Alberto Weretilneck, espera que su sucesora hable con él o se vaya a otra fuerza para enfrentarse en la batalla final por la ciudad más poblada de la provincia.

La negativa de Carreras a competir dentro del oficialismo tiene un motivo claro. Las elecciones internas en Juntos Somos Río Negro en Bariloche le aseguran a la mandataria una derrota segura.

Hasta hace poco, el partido contaba con mil personas afiliadas. En las últimas semanas trepó a dos mil. Tan apurado fue el ingreso de nuevas fichas partidarias que el intendente Gustavo Gennuso debió encabezar un operativo de fiscalización minucioso para formalizar el padrón sin errores y con todos los requisitos. El millar de origen pertenecía mayoritariamente a los sectores de Gennuso, el ministro de Obras Públicas, Carlos Valeri, y Weretilneck. Con el repentino incremento, todos se pusieron a sumar voluntades, sin cambiar demasiado el panorama para la gobernadora. Entonces anunció en Viedma: “No iré a internas, pero tampoco me voy a mi casa”.

Esta puja escaló cuando la gobernadora dejó clara su intención de postularse a la Intendencia e intentó hacer pesar su condición jerárquica para reclamar el respaldo del partido y de su presidente, pero el senador Weretilneck, quien viene acumulando fastidio con las atribuciones expresadas por Carreras y la indiferencia hostil en su campaña para el 16 de abril, se cansó y la mandó a ganarse la candidatura en una interna, sin más oropeles que sus rivales.

Mientras todo el mundo habla con todo el mundo -menos Carreras con Weretuilneck- echan a rodar datos, versiones, operaciones. Esta semana corta con fin de semana largo fue propicia para el cabildeo caliente. Arabela mantuvo varias reuniones a puertas cerradas y redujo la actividad pública.

Acaso recordando desplantes y ninguneos que nacieron el mismo 7 de abril de 2019 cuando resultó electa y se repitieron en la ciudad y en la provincia, el intendente le negó todo apoyo a la gobernadora.

En tanto, comenzó a hacer circular un jingle pegadizo en dos versiones, una canción completa y su versión recortada, que apela al “Bariló Bariló” del estudiantado en viaje de egresados, y cartelería que cambia totalmente la imagen clásica de JSRN (el logo partidario aparece minúsculo y fácil de tapar) y tiene la inscripción “Unidos 2023”.

Por afuera

El damero de opciones fuera de JSRN es muy diverso y repleto de versiones. Una es candidatearse por Bariloche Unido, el partido creado por el director de la agencia RN Exporta, Darío Barriga, un sello anotado en 2019 pero con reciente tramitación y habilitación en la justicia electoral, que llegó apenas días atrás.

Hace tiempo que Carreras coincide y se muestra con la presidenta del bloque del Frente de Todos en la Legislatura y exintendenta de Bariloche, María Eugenia Martini, y de allí podría recibir apoyo de un sector del peronismo. También exhibe proximidad con los dirigentes gremiales Wálter Cortés (Comercio) y Ovidio Zúñiga (Gastronómico), ambos lógicamente peronistas.

En estos días surgió la versión de que la gobernadora se comunicó con la exministra de Seguridad de Mauricio Macri, Patricia Bullrich, de gran presencia en Bariloche vinculada al conflicto mapuche de Villa Mascardi, para sondear la posibilidad de postularse por el PRO y Juntos por el Cambio.

Sin embargo, uno de los principales laderos de Bullrich, Eugenio Burzaco, quien se había radicado en Bariloche para trabajar en el territorio y debió volverse a Buenos Aires para asumir como ministro de Seguridad de Horacio Rodríguez Larreta, está buscando otro candidato y tentó al exgerente general de la Cooperativa de Electricidad Bariloche (CEB), Federico Lutz. No pudo ser: el abogado local expresó su preferencia por los postulados de JSRN y Weretilneck.

El diputado del oficialismo rionegrino Agustín Domingo fue incrementando su trabajo en barrios y reuniones con todos los sectores, la presencia en los medios y la actividad en redes sociales, mientras prepara las armas no para una interna, sino para enfrentar a la mandataria en las elecciones de septiembre.

Su tropa celebró la aparición de una encuesta difundida el jueves, según la cual logró subir su nivel de conocimiento en la ciudad hasta emparejar a Arabela, estar cerca en intención de voto en una eventual interna, e incluso superarla si va con otro partido.

Optimismo amarillo

Con menos tensión, en el PRO miran las elecciones de septiembre con mucho optimismo.

El grupo Convocatoria de Participación Ciudadana (CPC), vinculado al PRO pero con una diversa integración extrapartidaria, se reunió días atrás a puertas cerradas para analizar las elecciones provinciales del 16 de abril, consolidar la candidatura de Sergio Capozzi (de línea directa con Macri y Bullrich) a diputado nacional, conversar con los precandidatos al gobierno local y establecer líneas de trabajo.

No fue el presidente de la CEB, Carlos Aristegui, a quien el larretismo quiere de candidato (ya lo fue por el PRO) a intendente, pero ni el partido ni el propio referente pretende poner en riesgo el comando de la cooperativa, herramienta clave en la política barilochense.

Sí asistieron dos precandidatos: Germán Vega, un exsnowbordista que sufrió un grave accidente y quedó en silla de ruedas, para potenciar un prestigioso perfil social y empresario, y el exjuez Héctor Leguizamón Pondal. Poco después, este último debió desistir por un impedimento burocrático administrativo.

El PRO sigue buscando candiato, montado en el optimismo de los resultados: en el tramo para la Legislatura por circuito obtuvo como Cambiemos en 2015 un 7,46 %; como el PRO en 2019 un 7,85%; y com Cambia Río Negro en 2023 un 19,63%.

Así, entraron a la próxima Legislatura Martina Lacour y María Laura Frey. Tienen con qué soñar.