El vínculo lastimado y la sobreactuación con EE.UU. entorpecen gestiones políticas para acuerdos comerciales. Un viaje del presidente a la potencia asiática, clave para limar asperezas.
Eugenia Muzio
El vínculo lastimado de Javier Milei con China provocó que negocios entre privados queden truncos. Tanto declaraciones poco felices, como la sobreactuación de la relación con Donald Trump fueron condimentos que trabaron gestiones políticas importantes para mantener el flujo comercial. Pese a que en la Argentina se redujo el tono declarativo, en el país asiático esperan un gesto concreto: un viaje del mandatario, una reunión con Xi Jinping o, en su defecto, la visita de un funcionario de alto rango que demuestre la intención libertaria de sostener una relación que tiene décadas de construcción.
“Es un país verticalista y por eso es necesario que alguien de alto rango haga un viaje y tenga una agenda formal, de peso, para demostrar interés”, consideró, en diálogo con PERFIL, una fuente con vínculos en el país asiático. En el sector privado advierten sobre un comercio entorpecido por protocolos fitosanitarios o acuerdos sobre lineamientos técnicos, sin aprobarse. Por eso, también resaltan la importancia del timing en medio de la guerra comercial con EE.UU. y la "sorpresa" que causaron las declaraciones del secretario del Tesoro, Scott Bessent, respecto al swap de monedas y la necesidad de cancelarlo cuanto antes.
China es el segundo socio comercial de Argentina, con una balanza deficitaria en USD 1.055 millones a marzo 2025, según datos del INDEC. En la mitad de las provincias de nuestro país hay inversiones de la superpotencia industrial y, sobre todo, en sectores estratégicos que pueden aportar divisas, como minería, hidrocarburos o agroindustria.
Viajes de Milei a Estados Unidos vs China
En un año y cuatro meses de gestión, Milei viajó nueve veces a Estados Unidos (cuarto socio comercial) y cero a China (en segundo lugar). La Casa Rosada sigue una política de alineamiento total con el país norteamericano e incluso busca llegar a un acuerdo de comercio recíproco, aunque eso le cueste por lo menos roces en el Mercosur. El canciller Gerardo Werthein es un reflejo claro: exembajador en EE.UU. y un oriundo del clan de los W, una de las familias empresarias más poderosas de la Argentina con fuerte influencia en esa nación.
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Werthein tampoco selló su pasaporte en la potencia asiática durante su gestión. La última vez que miembros del Gabinete nacional viajaron al país asiático fue en abril del 2024, cuando la entonces canciller Diana Mondino realizó una visita exprés, con una agenda que fuentes con vínculos en la potencia mundial calificaron de “informal” y de “bajo vuelo político” en Beijing. Al mismo tiempo, el titular del Banco Central, Santiago Bausili, y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, mantenían encuentros para rollear el swap, que llegaba a fechas límites.
Días después en Francia, en una continuidad de esa misión internacional, Mondino lanzó su frase desafortunada —"los chinos son todos iguales"— que embarró el único gesto hasta entonces de la administración libertaria. Otra de las acciones que hizo cortocircuito fue el acercamiento de laexfuncionaria a Taiwán.
El último funcionario que viajó a la nación que gobierna Xi Jinping fue Juan Pazo, actual titular del ARCA y exsecretario coordinador de Industria y Comercio. A fines del año pasado estaba previsto un viaje de la Secretaría de la Presidencia, Karina Milei, a la Feria de Exportación e Importación China, pero nunca se realizó. La única vez que Milei estrechó la mano con Xi fue en el marco de la cumbre del G20 en Río de Janeiro.
Inversiones para represas hidroeléctricas, en suspenso
Otro punto que quedó en suspenso en lo que va de la presidencia de Milei son los fondos que China no envió para retomar la construcción de las represas hidroeléctricas en Santa Cruz. Se trata de las plantas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner, que tenían pautadas un crédito por un total de USD 4.700 millones, de los que sólo llegaron USD 1.800 millones.
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Uno de los diques, el Cepernic, está al 40% y, según fuentes empresarias que participan del negocio, consultadas por PERFIL, "existen gestiones para avanzar" en la mega obra y llegar a un acuerdo para resolver los problemas técnicos que se interponen, como redeterminaciones y gastos generados incluso durante el parate de la construcción sin pagar a Gezhouba Group Corp, el principal accionista.
Hay más obras frenadas. Entre otras, la rehabilitación del ferrocarril Belgrano Cargas, que prevé una inversión de USD 800 millones; y la inversión directa en 12 proyectos de minería con participación de capitales del país asiático (siete relacionados al litio).
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