La negociación entre los sindicatos y Urbaser, la empresa dedicada a la recogida de residuos y limpieza viaria en Burgos, se dilata en el tiempo. Más de un año después del inicio del diálogo, y tras un gran número de reuniones, el acuerdo no llega y la impaciencia empieza a ganar protagonismo. La última propuesta de la compañía se resume, en líneas generales, en una subida salarial del 5,5% en tres años (del 3% en 2024, del 1,5% en 2025 y del 1% en 2026), pero los representantes de los trabajadores la consideran «insuficiente» y no descartan, si no se producen avances en el corto plazo, proponer en asamblea las primeras movilizaciones.

En el comité de empresa reconoce cierto malestar por todas las trabas puestas por la empresa en los últimos años. En unos casos, la «excusa» para no avanzar era que no se había concretado la revisión de precios con el Ayuntamiento (ya está aprobada), en otras ocasiones se cancelaban reuniones con un aviso en el último momento y luego otro de los problemas con los que se han encontrado es con que Urbaser quiere negociar plataformas completas de las que se niega a sacar algún punto. Tampoco, añaden desde el comité, se ha querido limitar la negociación a un único año cuando no se producían avances significativos para un acuerdo más duradero en el tiempo.

Fuentes sindicales relatan, a modo de ejemplo, que la empresa les ha llegado a proponer el pago de un «plus de constancia» de 173 euros al mes, pero a cambio exige para cobrarlo la renuncia a días de asuntos propios, de permisos retribuidos o a poder cobrarlo en el caso de estar de baja... Afirman que esa propuesta es para ellos inaceptable.

Otro de los asuntos que está generando controversia tiene que ver con la oferta que se ha realizado para pagar 5,55 euros más por un día a algunos conductores (sin carga lateral) pero no a otros. Interpretan ahí los representantes sindicales que la estrategia está buscando también la «división» interna y eso no mejora un clima que ya es de por sí complicado en un comité tan fragmentado y con tantas sensibilidades y cuyo mandato ya ha vencido.

Asamblea. Cabe recordar que a finales del pasado mes de noviembre la plantilla de Urbaser se reunió en asamblea y apostó por seguir explorando la vía de la negociación. Se descartaba el inicio de movilizaciones y la convocatoria de una huelga indefinida que en un principio se planteaba iniciar a partir del 23 de diciembre, en vísperas de Navidad. 

De los 149 trabajadores que votaron en aquella asamblea, 56 (el 37,6%) apostaron por mantener abierto el proceso de diálogo para tratar de llegar a un acuerdo con la empresa, 39 (el 26,2%) se decantaba por no esperar más y convocar un paro para incrementar la presión y 28 pidieron unas nuevas elecciones para renovar a los integrantes del comité de empresa. Se contabilizaron 20 abstenciones (el 13,5%) y 6 votos nulos

Los sindicatos interpretan que el voto del descontento se dividió  entre los que apostaban por la huelga y por renovar el comité de empresa y si se elimina esta última variable es posible que a día de hoy la opción con más votos fuera la de las movilizaciones. Más aún después de dos meses sin grandes avances.

Las próximas semanas, eso sí, se antojan determinantes para cerrar un acuerdo o para que haya protestas, ya que la negociación ha entrado ya en un periodo de desgaste en el que la paciencia ha comenzado a agotarse.