Aunque el municipio aseguró que pueden volver a sus hogares tras las mediciones que realizó la policía ambiental, el temor continúa en el barrio Puerto de Quequén tras la muerte de una joven por intoxicación.
La semana pasada, los vecinos del barrio Puerto de la localidad de Quequén vivieron días de absoluta angustia. Un derrame tóxico producido en una empresa de manipulación de productos agroquímicos ocasionó la muerte de Melina y dejó internadas a otras 30 personas. El infierno se hizo presente en una de las manzanas de esa jurisdicción y volvió a dar la mala nota en los últimos días, con un reflujo de gases que llevó a los residentes del lugar a autoevacuarse.
Aunque la Policía de Prevención Ecológica y Sustancias Peligrosas recorrió las viviendas lindantes a la compañía siniestrada y realizó nuevos controles en las cloacas, la angustia y el temor no se van de la zona, una barriada con 70 años de historia que existía desde antes de la inauguración del puerto y de la apertura de los numerosos silos que actualmente hay en el lugar.
En diálogo con el programa Mar del Plata PM de Radio 10 FM 102.1, una de las vecinas afectadas, Mónica Conesa, contó que la empresa “tiene una fachada de una casa común, sin carteles ni advertencia de que allí se utilizan agroquímicos. Algunos pensábamos que era una metalúrgica, pero salvo los vecinos más antiguos, nadie tenía certeza de que era lo que funcionaba en ese sitio” aseguró.
Respecto a los dueños de la compañía, Conesa reconoció que uno de los socios propietarios, Fernando Cañada, “estuvo en el lugar permanentemente desde el primer momento de los incidentes”. Según el municipio, la empresa contaba con la habilitación correspondiente desde el año 2007. Sin embargo, los afectados anunciaron que contratarán una representación legal para ser parte de la causa: “vamos a pedir juicio y castigo a todos los responsables, porque acá hay una cadena de responsabilidades. De lo contrario, esto quedará en una muerte más por el mal manejo del medio ambiente” señaló la vecina.
De acuerdo a las primeras indagaciones sobre lo acontecido, el fatal fenómeno se produjo cuando algunos empleados de la empresa se hallaban manipulando fosfuro de aluminio. Según advierte en su etiqueta, el producto -conocido como Phostoxin- no puede entrar en contacto con una humedad mayor al 40%, algo que finalmente ocurrió y generó una gran combustión. “Desde la compañía no tuvieron mejor idea que tirar el derrame a las cloacas y todo terminó por llegar a las viviendas vecinas” graficó Conesa. El Phostoxin, además, aclara por sí mismo que no tiene antídoto alguno para contrarrestar sus nocivos efectos.
Con residentes que se ponen el despertador por la noche cada una hora y con el recuerdo de los integrantes de Defensa Civil “diciéndonos aquella tarde del siniesto que todo estaba bien”, -según recordó Mónica-; los vecinos de Quequén volverán a marchar hasta la municipalidad de Necochea este jueves para pedir justicia por Melina.
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