El mayor basural a cielo abierto de la región está ubicado sobre el acuífero más importante de la provincia de Buenos Aires.
El fotógrafo ambiental Fabián Felipón plasmó en un registro de imágenes el avance de la contaminación en el distrito de Necochea. A la irresponsabilidad de vecinos, productores agropecuarios y empresarios que arrojan en los espacios verdes basura y desechos tóxicos, se suman la falta de controles y políticas claras de las autoridades municipales.
En sus redes sociales, Felipón expresó: "Esa es la realidad en la que vivimos. Una ciudad cruzada de brazos, sin compromiso alguno; nos llenamos la boca hablando de bellezas naturales, de progreso", pero esto es "no ver, no oír y no decir”.
Hace apenas unos meses nuestra ciudad fue noticia en medios nacionales por hacer la vista gorda ante las irregularidades del concesionario de la recolección de basura, uno de los mayores acreedores del municipio, que utiliza un predio usurpado para la disposición final de los residuos sólidos.
El mayor basural a cielo abierto de la región está ubicado sobre el acuífero más importante de la provincia de Buenos Aires. El único tratamiento que recibe la basura acumulada es la incineración, lanzando al aire una enorme cantidad de gases tóxicos y líquidos contaminantes al río Quequén y a las aguas subterráneas.
Bidones de agrotóxicos, animales en descomposición, basura sin reciclar, enormes pastizales constituyen el paisaje habitual con el que conviven los vecinos de Necochea, y la vista no deseada de visitantes y turistas.
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