A partir de una publicación del sitio viapais.com.ar nos enteramos de la situación de peligro que representa el Molino de viento de Molina.
A diferencia del gobierno de Facundo López y la gestión de Arturo Rojas desde Puerto Quequén con el campo eólico del Campo de Cipriano, el molino de Molina quedó abandonado.
Esto reafirma la pésima gestión municipal que realizó Daniel Molina y su equipo de gobierno.
Esta es una de las fuertes deudas que dejó al distrito su mala gestión, debiendo sumarse la “obra del siglo”.
Se trata de la Avenida 75, que los gobiernos de Tellechea y López han tenido que gastar dinero en tratar de arreglar ese adefesio.
En lugar de continuar con el asfalto de la avenida 42 o 91, tuvieron que gastar dinero en solucionar los problemas provocados por Molina y los suyos.
Estos, no son temas menores, porque algunos de los responsables de este desastre que duró ocho años, intentan presentarse nuevamente.
Por supuesto, en plena democracia es lógico que quienes está habilitado lo haga, lo importante es que los ciudadanos tengamos memoria.
La memoria, también es una manera de defender la democracia.
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