"Necesitamos planificar acciones para los próximos diez años de Venado Tuerto"

Leonel Chiarella es el intendente más joven de la provincia y tiene sobre sus espaldas una responsabilidad muy grande: administrar una ciudad de cien mil habitantes que tiene un enorme empuje y potencial, pero también carencias y demandas. Cree que la ciudad debe volver a planificar para no desperdigar esfuerzos y para lograr progresar en orden. "Gobierno para todos los venadenses y no sólo para los de mi partido. Y eso mismo le pedimos que hagan los gobiernos provincial y nacional, aunque sean de otro signo".

La cara de pibe es engañosa: hay allí un hombre joven -cumplió 32 años- con convicciones y con mucha personalidad, tanta como tiene que poseer una persona que carga sobre sus espaldas comandar los destinos de una ciudad que con alrededor de cien mil habitantes es una verdadera potencia industrial y productiva. Esta misma persona, que proviene del radicalismo, puso fin además a veinticuatro años ininterrumpidos de gobierno justicialista.

Pero es claro a la hora de los mensajes. "Gobierno para todos los venadenses y no sólo para los de mi partido. Y eso mismo le pedimos que hagan los gobiernos provincial y nacional, aunque sean de otro signo". Porque está convencido que hay que tener una visión más amplia y entender que la política debe mejorar la vida de la gente.

"Nosotros -admite- partimos de una base 24 años de peronismo y es más, inluso de una misma familia gobernante en nuestra ciudad. Durante esos 24 años hubo cosas que se hicieron bien, cosas que se hicieron mal y hubo otras que directamente no se hicieron por decisión política. Las que se hicieron bien, las respetamos, las conservamos o las potenciamos. Lo demostramos con hechos, no sólo con palabras. Hay varios funcionarios de la gestión anterior que trabajan en nuestro gobierno, porque entendimos que hicieron un buen trabajo y queremos ratificar esa línea".

Lo ejemplifica con los centros de salud o los jardines maternales: "Eran buenas políticas y nuestro objetivo es potenciar esas áreas. Las reformulamos, las mejoramos pero no las descartamos ni empezamos de cero. Las cosas que entendemos se hicieron mal, obviamente las modificamos y empezamos a hacer también aquellas cosas que no se hicieron.

El orden como premisa

- ¿Qué cosas encontraste o encontraron con tu equipo al asumir? ¿Qué impronta querían para la gestión, antes del mazazo de la pandemia?

- Cuando asumimos nos planteamos objetivos claros que tenían que ver con el orden, tanto puertas adentro del municipio, como puertas hacia afuera.

Nos golpeó al principio una inundación muy fuerte el 30 de diciembre, ni bien habíamos asumido. Y luego la pandemia. Pero a pesar de esas dificultades, pudimos continuar. Creo que las políticas públicas, para que tengan impacto en la vida cotidiana de los vecinos, deben tener continuidad, eso las pueden transformar en políticas de Estado. Durante todo el año pasado hicimos un fuerte control interno, puertas adentro y por eso más de cien empleados fueron desafectados por diferentes motivos, todos de peso.

También quisimos y queremos un buen clima de trabajo dentro del Municipio y así propusimos acciones que hacía veinte años que no se hacían, como por ejemplo, concursos internos para que los cargos los ocupen la gente a partir de sus conocimientos y se termine la dedocracia. Entonces eso permite también a los trabajadores visualizar que hay posibilidades de ascenso y que ello no tiene que ver ni con la militancia ni con la pertenencia política. Hicimos un censo municipal ni bien ingresamos, porque queríamos conocer a nuestros trabajadores. Allí nos dimos cuenta que el 54% del total no había podido terminar la secundaria. Hicimos un convenio con el gobierno de la ciudad de Buenos Aires para que puedan completar sus estudios en el marco del programa Terminar la secundaria.

- Cien personas menos en la planta de personal es mucho…

- Ciento diez, para ser precisos. Sí. Y también ordenamos las cuentas y generamos procesos transparentes de compras. Todos los proveedores se anotan en un registro y pueden ofrecer sus productos. Hemos hecho más de diez licitaciones y ello nos permitió hacer ahorros importantes. Dimos de baja también más de cien líneas de teléfono que eran utilizadas de manera personal o que no eran prioritarias o necesarias.

Licitamos el combustible que utiliza la municipalidad. En diciembre de 2019 lo que pagábamos era 58,75 pesos. Ahora, un año más tarde, con inflación y todo, estamos pagando -licitación mediante- 51 pesos. Todo ello genera un importante ahorro genuino que puede volcarse para acciones directas en la ciudad.

Hicimos una licitación para la ART del personal y nos ahorramos 16 millones de pesos. Ayudó a este ahorro una tarea conjunta con el gremio de los trabajadores municipales para generar acciones que mejoren el cuidado, la higiene y la seguridad en el ámbito de trabajo.

También establecimos mecanismos de rendición de cuentas, para que la comunidad sepa en qué gastamos los fondos de todos. Porque ese es un objetivo importante y diferenciador: queremos cuidar los recursos públicos que son de todos.

- Esa es tarea interna. Hablaste también de ordenar hacia afuera. ¿En qué cosas?

- ¡En muchas, en todas! Queremos también ordenar y controlar de puertas hacia afuera. Los venadenses, por ejemplo, ahora usan mayoritariamente el casco en sus motos. Nos decían que iba a ser imposible controlar o lograr ese objetivo. Y hoy vemos que son más quienes usan el casco, que quienes no lo hacen. Esto impacta también en el sistema de salud.

También efectuamos control de alimentos, con multas cuando corresponde. Y cuidamos que se cumplan las normas.

- Hoy tenés gobiernos nacional y provincial de diferente signo político que el tuyo… ¿Cómo afecta el apoyo o la concreción de aquellas obras que exceden el presupuesto municipal?

- Tenemos un vínculo institucional y una responsabilidad política. A mí me votaron para que gobierne a todos los habitantes de la ciudad. Es una responsabilidad. Lo charlé tanto con el gobernador como con el presidente. Es momento de gestión y necesitamos hacer obras y esas obras es en beneficio de los venadenses. Pertenecemos a partidos políticos distintos, sí, pero hay que tener una mirada más amplia. Continuar una obra del gobierno anterior, aunque no sea de tu signo político, le hace bien a la gente y también a la política.

Cuando vino Alberto Fernández días atrás pudimos hablar. Y le dije: 'vinieron muchos presidentes a Venado Tuerto. Vino Néstor Kirchner, vino Cristina, vino Macri y ahora viene usted. Muchos prometieron cosas. Nunca se cumplieron. ¿Qué va a hacer usted?' Creo que es el momento de las acciones concretas. Le entregamos una agenda de trabajo con proyectos. E insistiremos para que las cosas se hagan. Trabajamos con todos. Con la provincia, con la Nación y con el gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

- ¿Cómo visualizás el futuro para la ciudad y la región?

- Tenemos que volver a mirar para adelante y no sólo quedar atrapado por la coyuntura. Vamos a pensar en la ciudad de los próximos diez años y concretar un plan estratégico y participativo. No puede ser solo la visión de un gobierno porque cambia ese gobierno y se termina el plan.

En su momento se hizo una planificación así, a mediano y largo plazo, y quedó en un cajón. Hay que desempolvarla -los tiempos cambiaron- y actuaizarla pero ponerla como norte para lograr acciones planificadas. Y en su elaboración o reelaboración deben participar las entidades, las organizaciones, porque así deja de ser el proyecto de un partido e incluso de un gobierno y pasa el proyecto de una ciudad…

- Hablando de obras… ¿Cómo está Venado en materia de servicios?¿Qué cobertura tienen y qué falta?

- Uno de los principales desafíos que tenemos es poder avanzar con la red cloacal. Hoy necesitamos cubrir diferentes sectores de la ciudad, como Villa Casey, San Vicente, Malvinas Argentinas, que es un proyecto que presentamos ante el gobierno nacional y que queremos impulsar.

Venado Tuerto necesita -y estamos trabajando en ello- avanzar en pavimentación urbana. Hoy tenemos un 60 % aproximadamente de asfalto en las calles, pero hay que trabajar fuertemente en lo que falta. Queremos que ese avance además sea planificado. Hasta el momento, se ha venido avanzando sin planificación. Los vecinos de una cuadra se ponían de acuerdo, pagaban esas mejoras y esa cuadra se pavimentaba y no las otras. Hoy tenemos mucho de ese esquema, a corregir: una cuadra asfaltada, otra no; dos sí, otras dos no. Asumimos el desafío de mejorar esta situación.

Ahora la provincia realiza una fuerte inversión para la Cooperativa de Obras Sanitarias para potabilizar agua, nos permitirá avanzar en mayores conexiones de red de agua potable. Esto está avanzando a menor ritmo que la red cloacal y nosotros necesitamos que las dos cosas avancen en concordancia. En cloacas también hay un 60% de cobertura, pero en agua potable un 40%.

La calidad de vida de los vecinos tiene que ver con la prestación de un mejor servicio. También la pandemia nos muestra que es indispensable para una buena salud contar con cloaca, agua potable, pavimento.

En materia de gas natural, Venado tuerto tuvo un impasse en la época donde no se autorizaban nuevas conexiones. Después, durante el anterior gobierno nacional se avanzó bastante y ahora estamos esperando poder hacer una licitación grande para salir a cubrir el 30% de la ciudad a la que falta este servicio.

Autocrítica

Chiarella afirma que "pudimos mejorar los servicios. Cuando arrancamos, lo hicimos mal en esta materia. Corregimos, hicimos los cambios que debíamos hacer y hoy prestamos mejores servicios y es importante para todos. Este año queremos mejorar el parque automotor. Tenemos maquinarias, camiones, vehículos que son viejos, muchos tienen veinte años de antigüedad. Con mejor parque automotor, vamos a seguir mejorando servicios.

Orgullo venadense

Pusimos a Leonel Chiarella en la hipotética situación de un congreso internacional de intendentes. Y le preguntamos cómo describiría a su ciudad ante otros gobernantes de ciudades del mundo. Aceptó el desafío y afloró el orgullo venadense...

"Venado Tuerto es una ciudad que tiene un potencial muy grande. Tiene un polo industrial que nos enorgullece, que tiene que ver con lo productivo. Una ciudad atravesada por dos rutas nacionales en medio de la pampa húmeda y que exporta sus productos a más de cincuenta países, lo que nos enorgullece también. Una ciudad con vecinos y vecinas que tienen un corazón solidario muy fuerte y en las crisis y en los momentos difíciles aflora. Cada vecino de la ciudad es un embajador. Eso es importante porque significa que hay una identificación muy fuerte con la ciudad. Los venadenses nos representan en todo el mundo en lugares de elite tanto en el ámbito deportivo, cultural o productivo. Pero también sucede en el nivel cotidiano, pues el venadense referencia siempre a su ciudad y siempre vuelve. Es el mejor lugar para vivir".

 

Por Néstor Fenoglio

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