Nicolás Lorenzo es precandidato a senador en segundo lugar por la Lista de Unidad Ciudadana de la Séptima Sección, que encabeza Adriana Capuano.
Si bien ese espacio no tendrá que sortear la instancia de las elecciones Primarias, el político de 25 de Mayo ya comenzó a caminar no solo la Sección sino otros territorios de la provincia para entrar en diálogo con el electorad.
Desde el año 2003 Nicolás Lorenzo es dirigente en el movimiento cooperativo de crédito, e integra el Frente y el Partido Solidario. Acompaña la gestión del intendente Hernán Ralinqueo desde la Secretaría de Producción, cargo en el que se desempeña en uso de su licencia como concejal del Frente para la Victoria (fue electo en primer lugar en 2015).
Lorenzo asume que este desafío que tiene como candidato a senador es representación no sólo de la Lista que lo propone, sino de la ciudadanía y también de la gestión del municipio del que es parte. Cree que hay que discutir el modelo de país que se pretende, pero admite que ahora, lo urgente es usar el voto como herramienta para frenar las medidas del gobierno que afectan negativamente a la gran mayoría de las personas.
¿Cómo hace para llegar a la ciudadanía de la Séptima? Camina, utiliza en gran medida las redes sociales?
-Estamos recorriendo los distritos de la Séptima y tratamos de tener presencia en los medios de comunicación. Tenemos un equipo de campaña desde 25 de Mayo que trasciende lo local y lo seccional y en la medida en que los medios nos permitan tratamos de llegar a los ciudadanos más allá de la Sección electoral porque hay discusiones que trascienden lo local. Hay que focalizar situaciones nacionales que van a tener su resonancia sobre todo en la provincia de Buenos Aires.
¿Cuáles son estos temas?
-Por ejemplo la situación económica. Viniendo del cooperativismo, tenemos el desafío de bajar desde la macroeconomía hasta lo más micro para explicar que existen situaciones que a la gente le parecen lejanas, pero que terminan repercutiendo en la realidad de cada persona, de cada pyme. Uno apela al voto informado, instruido, a que la gente trate de hacer un análisis de lo que está atravesando el país, de hacia dónde va el país y del riesgo de que esto se profundice si no hay una señal clara del voto de la gente hacia al gobierno para que revierta algunas situaciones.
Hay una situación bisagra, creo que es necesario más que nunca que la gente participe desde un lugar meditado, analizado, a conciencia. Que a pesar de que es una elección de medio término, se está jugando mucho. Hay una situación de alerta que se puede dar con el voto y que va ainfluir directamente no sólo sobre los próximos dos años, sino también en lo que se refiere al modelo del país. Creo que la gente tiene que cobrar cabal dimensión de responsabilidad con la que tiene que votar y del trabajo previo que se tiene que tomar para hacer ese análisis.
Uno de los temas de la economía que más repercuten en lo cotidiano tiene que ver con los aumentos en las tarifas de la energía, sobre todo en la provincia…
-Estoy convencido de que la capacidad de reacción de la ciudadanía ha impactado en alguna marcha atrás del gobierno. No en todas, porque la gente no puede estar atenta a todo lo que hace el gobierno todos los días, pero sabemos que hubo casos como el intento del 2x1, la quita de pensiones, en que la reacción inmediata y masiva, de la ciudadanía ha generado una marcha atrás. Puntualmente el tema de las tarifas, la gente no sale a la calle pero me parece que va a tener un efecto cascada que deberá terminar en alguna manifestación para numerosa, porque es un impacto que se verá en los próximos meses, en una coyuntura electoral.
En 25 de Mayo, la semana pasada estaban llegando facturas de 2, 3 y hasta 6 mil pesos en casas donde viven tres o cuatro personas, con sueldos que de ninguna forma tienen capacidad para hacer frente a esas tarifas, más aun si tenemos en cuenta que ni siquiera corresponden a los meses de mayor consumo.
Esta situación no sólo afecta al bolsillo de la gente, sino que va generando un efecto que se multiplica en comunidades como las nuestras. Si nosotros tomamos 5 mil usuarios multiplicados por 2 o 3 mil pesos que están pagando de más en relación al año pasado, estamos ante una transferencia de 10, 15 millones de pesos desde nuestras localidades. Se dejan de gastar/usar en la comunidad y se transfieren esos recursos a pocas manos, que son los dueños de las empresas. Si a eso le sumamos la baja del consumo, la depreciación de la capacidad de compra, asistimos a una escenario que va a llegar a un punto de paralización de la economía. Si se le saca dinero del bolsillo a la gente, esa plata deja de circular y en algún momento todos nos veremos afectados por la situación: el empresario pyme, el que se queda sin trabajo, el trabajador, el comerciante. Se genera un círculo vicioso cuando se toman medidas equivocadas y se termina perjudicando a todos los sectores de la economía. Es como el derrame al revés. Y no hay señales desde el gobierno nacional de que se vaya a revertir, porque para ellos este es el camino correcto.
¿Y qué es lo que se puede hacer desde un lugar legislativo?
-El legislador puede trabajar con los organismos de control, con las organizaciones de base, acompañando a los organismos de defensa del consumidor (cosa que no está sucediendo ahora). Pero antes de esa labor, es el ciudadano el que tiene la herramienta en la mano para expresarse. El otro decía Cristina (Fernández de Kirchner) que la mejor arma de autodefensa es el voto. Y creo que es así, es una cuestión inmediata. Por eso creo que la labor de un candidato debe ser difundir estas situaciones para que la gente tome conciencia del poder que tiene en la mano en este momento, a través del voto a conciencia.
¿Cuáles son los principales problemas en la provincia de Buenos Aires específicamente?
-Como se ha nacionalizado la elección, hay un debate provincial que está pasando a segundo plano. Acá hay una situación de déficit del gobierno provincial con respecto a la educación, que no resiste demasiados análisis porque ha estado a la vista de todos, la ilegalidad en la que se ha movido el gobierno provincial en su relación con los gremios docentes.
Desde mi punto de vista, además, apunto a la Producción, donde no ha habido una política en ese sentido. Más clara señal que dejar vacante un Ministerio como el de Producción durante 10 meses, es imposible.
Por otra parte, creo que el gobierno descansó en lo que significó en su momento los “brotes verdes del campo”, pero también es cierto que las entidades rurales ya están diciendo que tampoco les alcanza ahora.
Desde lo estructural hay que volver a poner en discusión el régimen de la coparticipación federal; es un tema nacional que no podemos dejar de mencionar. Pensamos que es una provincia inviable desde lo económico y lo financiero, si no hay una coparticipación que refleje la importancia y la gravitación que tiene la provincia de Buenos Aires en el país. Eso tiene como correlato la coparticipación que reciben los municipios.
¿La situación económica está diluyendo la discusión política? ¿Se habla de números, de bolsillos, y no de otros aspectos igualmente importantes para la construcción de una nación? Pienso en Derechos Humanos, en modelo tecnológico, en soberanía.
-Sí, la economía tiene tanto impacto en lo inmediato, que termina licuando otros debates importantes. Hay temas que son los ejes vertebrales en una campaña,y terminan definiendo de lo que se tiene que hablar y también tiene que ver con los tiempos de campaña y el tiempo del que se dispone para expresar las ideas.
Hoy el debate de campaña no pasa por los temas que mencionás, porque la gente está pensando más en cómo pagar el gas que en si se extranjeriza al proyecto de Arsat, por poner un ejemplo. Hay muchas cuestiones sumamente importantes como las pensiones, el régimen jubilatorio, el endeudamiento, los medicamentos y hasta del alineamiento geopolítico, del desmembramiento del proyecto regional en latinoamérica y la pretensión de este gobierno de alinearse con las potencias. Nosotros no estamos de acuerdo, nosotros apoyamos un proyecto de integración regional.
Todos estos temas son más que importantes, sin embargo los tiempos de campañas hacen que hablemos de las situaciones más inmediatas y urgentes que está sufriendo la gente, porque estamos muy preocupados por lo que pueda pasar en los próximos meses. Estoy pensando en una reforma previsional, estoy pensando que la gente no pueda pagar lo que consume en servicios básicos, en las obras sociales, en los recortes de la inversión social. Todas estas situaciones urgentes relegan la discusión verdadera respecto de los modelos de país que cada espacio pretende. Creo que esa discusión se dará finalmente en 2019, cuando la ciudadanía opte finalmente por el modelo del país que se pretenda para los próximos años, pero hoy tenemos la urgencia de lo que está afectando a la gente todos los días y tenemos que dar referencia de eso.
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