Una simple lluvia de verano delata las graves falencias que tienen las calles, como las que rodean al parque San Martín. La tormenta de verano de la madrugada de ayer volvió a inundarlas.
Entre Santa Fe y el boulevard que da origen a la calle Lavalle se forma la primer gran laguna; justo al frente de la Casa de los Niños.
En Lavalle, entre Mendoza y Abraham Cornejo (luego San Juan), hay que cruzar más de media cuadra de aguas estancadas.
Lo mismo pasa siguiendo por Mendoza a la altura de los negocios con comidas que se instalaron. “Esto pasa siempre que llueve dos gotas”, dijo uno de uno de los cocineros.
Siguiendo la misma calle en dirección a la terminal está la peor laguna.
En su intersección con lo que constituye el desvío de avenida Hipólito Yrigoyen, en los semáforos, el paso se restringe a los vehículos cuando llueve. Lo que empeora la situación es que la calle no tiene desages hacía ningún lado. Se empantana y queda allí hasta que el sol la evapore. Y todo esto teniendo en cuenta de que a sólo 50 metros pasa el canal de la avenida.
Obras cuando paren las lluvias
El secretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Federico Gauffín, dijo que “no es que no tengan desages. Lo que sucede es que se deformaron y cambió el cauce natural de las aguas, por lo que no pueden salir”.
Aseguró que tienen total conocimiento porque ya estuvieron relevando las obras que falta realizar.
“Nosotros ya tenemos el ojo puesto en esa zona y estamos esperando que terminen las lluvias para comenzar a rehacer las lozas y evitar que se junte más agua”, concluyó.
Comentá la nota