La industria de extraer, procesar y vender agua duplicará su tamaño antes de finalizar la década mientras capacidad de compra, sustentabilidad y una tendencia a mezclar categorías reta los productores de cara al futuro. Impresiones sobre el Global Water Drinks Congress.
Por Luis Carlos Chacón J.
En el mundo de los negocios (como en las redes sociales) aquello que rige las tendencias de un momento determinado logra resonar desde múltiples voces hasta lograr cacofonía. Últimamente debe escuchar las palabras ‘Inteligencia Artificial’, ‘Plant-Based’, ‘Criptomonedas’, ‘NFT’s’, o ‘Nearshoring’ en todas las pantallas, conversaciones, o noticias.
Pero qué pasa con esos negocios que están ahí desde siempre? como vender agua embotellada, que ha hecho parte de la cotidianidad desde el siglo XVII y que hoy con más de 3.300 marcas logra un tamaño de mercado mundial valorizado en 287 billones de dólares, esperando alcance los 600 billones para 2030 de acuerdo con Precedence Research.
Durante 2021 el consumo global de agua embotellada alcanzó los 455.200 millones de litros, mucho más que cualquier otro líquido presentado bajo el mismo formato, de acuerdo con Statista. Las bebidas alcohólicas sumaron 260.600 millones de litros, leche y otros lácteos 245.300, y refrescos carbonatados 222.500.
Cuando piensa en una empresa rentable, es posible que el agua embotellada para algunos no sea lo primero que venga a su mente. Sin embargo, las utilidades que puede generar las empresas dedicadas al tema son considerables, normalmente oscilando entre el 50% y el 200% de acuerdo con Water World.
En una categoría FMCG que tiende a crecer. Sólo en Estados Unidos durante 2021, cada persona bebió un promedio de 171 litros de agua embotellada, de acuerdo con Beverage Marketing Corporation, logrando que su ‘participación de estómago’ saltara del 14% en 2009 a 23% en 2021, seguidos por refrescos carbonatados con un 18%.
El crecimiento de la última década es atribuido principalmente a 1) más consumidores buscando salud y bienestar, 2) el miedo a enfermedades como consecuencia de beber agua que se pueda considerar ‘contaminada’ de acuerdo a la ciudad y su sistema de agua potable, y 3) un impulso en términos de innovación buscando actualizar la categoría.
Y gracias a un viaje de trabajo por Europa, el pasado noviembre reacomodé fechas para visitar en Évian-les-Bains el Global Water Drinks Congress, evento que reúne lideres de la industria del agua embotellada y negocios relacionados para entender el momento actual y futuro de la categoría.
Como siempre, la conversación con diferentes ejecutivos y emprendedores me ayudó a definir para esta nota algunos retos que la industria presenta para los próximos años, y que indirectamente influencian la evolución de la mayoría de bebidas no alcohólicas, teniendo en cuenta el peso de agua embotellada dentro de la misma.
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