Susana Salerno dejará este año la presidencia de la prestigiosa institución deportiva marplatense y, entre objetivos y sueños cumplidos, trazó un balance de su gestión a solas con “el Retrato…”. “Entregaremos un club totalmente ordenado, económica y financieramente”, sostuvo.
Época de balances, de sacar conclusiones. De pisar el freno y mirar hacia atrás. De analizar los objetivos cumplidos, lo que quedó en el tintero y, también, de darle lugar a las emociones. A los sentimientos. Al corazón.
Susana Salerno transita sus últimos meses como presidenta del Club Náutico, su segunda casa, donde pasó gran parte de su vida. Antes, como una deportista más de las tantas (y tantos) que pasaron por la prestigiosa institución marplatense. Ahora, como la principal dirigente de un club que vibra todos los días de semana con la presencia de cientos de jóvenes y adultos que le dan una vida social y deportiva casi única en la ciudad.
-¿Qué ha significado para usted ser Presidenta del Club Náutico?
-Nunca pensé que podía llegar a serlo. Es como ser Presidenta de mi casa. Mirá: mi papá falleció hace un par de años y cuando asumí, allá por (septiembre) 2009, hacía muy poquito que había dejado de existir mi mamá. Le hubiese dado mucho orgullo estar presente el día que entré en funciones.
Susana se emociona cuando evoca a quienes le inculcaron la cultura deportiva. Los que la empujaron, en el buen sentido de la palabra, a querer al Club Náutico. “Sinceramente, al Náutico siempre lo sentí como mi casa”, cuenta emocionada. Ella, la primera mujer en comandar los hilos de la institución.
-¿Está conforme con lo hecho en sus dos mandatos?
-Si bien siempre pretendo más, dejaremos un club totalmente ordenado, económica y financieramente. Ése es uno de los balances positivos. Ojalá, y de hecho lo creo, el club siga de la misma manera.
-¿Le quedará algo pendiente?
-Encontrar algo que nos dé más ingresos, más allá de la cuota social. Sin la cartelería (por el Código de Publicidad), algo que nos generaba un muy buen ingreso económico, se ha complicado. Tengo un par de ideas que se las propondré a la nueva comisión. También, haber conformado una Cámara de Clubes con el resto de las instituciones que, de alguna u otra manera, tenemos los mismos problemas. Por otro lado, la seguridad jurídica que logramos con el sector más importante de tierras del club, que dependía del Consorcio Portuario, no la tenemos en el sector más nuevo que pertenece a la Armada (comprende el espacio que usa, hoy por hoy, la escuela de tenis y hockey, la pista de roller hockey, el salón de usos múltiples, más la zona de la playa). Al día de la fecha, todavía no hemos renovado ese convenio, aunque para nosotros es un tema de suma urgencia.
-¿Por qué no pudieron avanzar?
-Si bien no hay ningún indicio de que nos puedan sacar esas tierras, queremos, realmente, renovar el convenio. Por lo menos 25 años más para tranquilidad nuestra. De hecho, nosotros necesitamos construir nuevas obras para ampliar nuestras instalaciones.
-¿Les quedó chico el club?
-Y…tenemos una cierta capacidad que está al tope. Por ejemplo, estamos haciendo más marinas porque hicimos una escollera con un cerramiento muy importante. Pero, en los horarios pico, no tenemos más lugar para más tenistas. También nos gustaría ampliar el gimnasio.
-Más allá de lo que diga el estatuto (hasta dos periodos consecutivos), ¿seguirá vinculada directamente con el club o mirará desde afuera lo que pase con la nueva conducción que asumirá en las próximas elecciones?
-En principio, es momento para la renovación. Debe llegar gente nueva, con otras ideas, porque muchas veces uno se acostumbra y, con la llegada de alguien que tiene una mirada distinta, puede mejorar lo del presente. Hay que darle lugar a una nueva etapa y eso me parece muy bien. Necesitamos gente que quiera mucho al club, que se haya criado acá, y sepa lo que significa cuidar al Náutico porque no es de servicios, es un club social y deportivo, algo que nuestros padres nos inculcaron. En mi caso, nunca dejé de ir al club, ni siquiera cuando estudiaba, porque a mí me dio demasiado en mi juventud. Igualmente acompañaré desde el lugar que crean más conveniente.
PASADO, PRESENTE Y FUTURO
-¿Cómo vivieron la 50° Semana Internacional de Yachting?
-Cuando el club pidió las tierras por otros 50 años, cuando pudimos obtener esa seguridad jurídica, al comienzo de nuestro primer mandato, en 2009, no estábamos errados con el número de años que pedíamos. Evidentemente, si tenemos un evento de 50 años, ese pedido no era mucho. En la última edición, muchos de los que estuvieron presentes, como autoridades en las subcomisiones, corrieron hace mucho tiempo y, además, en las primeras ediciones. Esa es nuestra evaluación de lo que significa, para el Náutico, la Semana Internacional de Yachting. Nos sentimos un club importante dentro de la ciudad, pero, a su vez, somos un club pequeño para la importancia que tenemos dentro del yachting, si bien tenemos excelentes timoneles. En cantidad de habitantes, o superficie, no somos potencia como otras grandes ciudades.
-¿El posicionamiento que ha tenido la ciudad en grandes eventos náuticos ha sido por el deporte mismo o por la impronta dirigencial del Náutico? ¿Qué análisis hace?
-Un poco y un poco. Ha sido una tarea de ida y vuelta. Cuando surgió Guillermo Vilas en el mundo del tenis, que luego fue figura a nivel nacional e internacional, también tuvo que ver con una dirigencia que pensó en tener al mejor profesor de tenis, canchas buenas, que luego generaron a uno de los mejores del mundo. Entonces, en este momento, la actual dirigencia ha trabajado para tener muy buenos deportistas en todos los niveles y disciplinas, a nivel provincial, nacional e internacional. Creo que muchos de los dirigentes que estamos en la actual comisión fuimos, en algún momento, competidores deportivos y tuvimos excelentes profesores. Ya desde muy chicos tomamos el mejor ejemplo y, de alguna u otra manera, el Náutico pasó de ser un club de cara al mar a fomentar fuertemente la formación de buenos deportistas y buenas personas. Por eso vemos convivir, cotidianamente, a chicos y grandes en un mismo espacio, porque por ahí también pasa la esencia de nuestra institución.
-Da la sensación que el Náutico se resiste a dejar de lado las raíces de un club social y deportivo. ¿Es así?
-El Náutico es un club con características atípicas. En general, muchas personas se han criado en los clubes. En mi caso, me crié en un barrio rodeado de clubes como Peñarol, Kimberley y San Lorenzo. Sin embargo, muchas instituciones se han destacado en el plano deportivo y no en lo social. O al revés. No obstante, que nosotros sigamos combinando ambas actividades es porque nosotros estamos ubicados en un marco excepcional: tenemos canchas de tenis, playa, pileta y una infraestructura que le da mucha satisfacción al asociado. Por algo, muchos padres vienen con sus hijos y aspiran a que ellos también pasen muchos años en el club.
-¿Qué se viene, deportivamente hablando, para el futuro inmediato?
-Empezamos a celebrar el 90º aniversario con el Nacional de Veteranas, a finales del año pasado, que fue interesantísimo, porque jugaron mujeres que superan los 80 años. También tenemos al campeón nacional de optimist (yachting), Massimo Contessi. Y cerraremos con el Nacional de Veteranos.
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