Tras las renuncias del ex árbitro y de Klein, hubo acusaciones por fallas en el control de la campaña y por el aporte de fondos
En plena campaña, los caminos de De Narváez y de Moyano se bifurcaron. Agrietó aún más el vínculo el cuarto lugar obtenido en las primarias del 11 de agosto, con el 10,5% de los votos. Aquella noche, aún siendo aliados, no se vieron las caras, evitaron una foto unidos por la derrota y cruzaron apenas un frío mensaje. Nada más. Hasta hoy la relación continúa rota. Y los canales de diálogo son escasos, incluso los de sus asesores de mayor confianza.
A partir de las dimisiones de Castrilli y Klein, surgieron acusaciones por fallas en la fiscalización en La Matanza, el distrito más poblado de la provincia de Buenos Aires y donde el espacio logró un 9,2% de los votos. El ex árbitro encabezaba allí la nómina de concejales. Ayer, demandó penalmente a De Narváez por sentirse injuriado.
El lugar de Castrilli al frente de los aspirantes a concejal será ocupado por Luis Velázquez, líder del sindicato de los camioneros en la zona.
"Hubo sectores vinculados a Castrilli y a Klein que prometieron poner fiscales y no lo hicieron. Hubo dificultades en 20 escuelas de San Justo", dijo ayer a LA NACION Alfredo Atanasof, el cerebro para diseñar la estrategia del cuidado de votos por parte del denarvaísmo. Octavio Argüello, el armador político moyanista y hombre de línea directa con el jefe camionero, también reconoció fallas en la fiscalización. "Fue floja. No sé si fue por un tema de dinero o porque no se instruyó bien a los fiscales. Ni Castrilli ni Klein, que no es de nuestro gremio, aportaron mucho a la campaña", sostuvo Argüello ante la consulta de LA NACION.
Para las primarias, el espacio distribuyó 2716 fiscales en La Matanza. La logística y el pago de viáticos a cada uno de ellos corrieron por cuenta del frente. Según un dirigente de peso del sector, las bocas de donde salió el dinero son tres: De Narváez, Moyano y la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap).
Después del resultado de las primarias, Moyano habría retrasado una serie de pagos pendientes y que le correspondían a su sector. El tiempo de morosidad habría coincidido con las presiones públicas que hizo De Narváez para que su socio definiera su postura: estaba con él o con el Frente Renovador de Sergio Massa.
Tras acomodar algunas piezas, Moyano ordenó a su tropa no romper el acuerdo hasta que pasaran los comicios. Mientras tanto, jugó a la ambigüedad y fortaleció los puentes con Massa, de quien dijo anteayer que "será el absoluto ganador en la provincia". Así, frágil, su alianza con De Narváez continuará, aunque con fecha de vencimiento: el 27 de octubre.
PREVISIONES PARA OCTUBRE
Si la cantidad de votos obtenidos el 11 de agosto se confirma en las elecciones generales, el frente obtendría entre tres y cuatro bancas por la provincia de Buenos Aires en la Cámara de Diputados. Pero si la performance es menor, como indican algunos sondeos que se manejan en privado, ese número se reduciría a uno o dos cupos. Es decir, revalidarían su sillón en el Congreso De Narváez y, tal vez, el moyanista Omar Plaini, número dos en la boleta y actual diputado.
Plaini está hoy alejado de la campaña. Sus fuerzas están volcadas a intentar revalidar su mandato al frente del gremio de los canillitas. La elección sindical será el 30 de este mes y al moyanista le surgió una imprevista oposición, presuntamente fogoneada por Carlos Heller y Martín Sabbatella, dos espadas del kirchnerismo.
Sería un episodio más del enfrentamiento entre la Casa Rosada y Moyano.
UN CRUCE QUE SEGUIRÁ EN LA JUSTICIA
De Narváez acusó a Castrilli, y éste lo demandó por injurias
Francisco De Narváez // Diputado nacional
Acusó a Castrilli y Klein de "pedir plata" para mantener sus candidaturas. Rechazó un acuerdo con el Gobierno. También mantiene disputas internas con Moyano, el otro aliado de peso del frente electoral
Javier Castrilli // Ex árbitro y Dirigente de Pro
Bajó su candidatura a concejal de La Matanza porque, según dijo, le exigieron abandonar el partido de Macri. Tras haber sido acusado por De Narváez de "pedir plata", lo demandó en la Justicia por injurias; seguirá en Pro
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