Los hijos del Camionero están enfrentados porque Facundo quiere cerrar con Massa pero Pablo quiere seguir con el Colorado hasta octubre para meter concejales y duda de la fiscalización del domingo pasado. La interna terminó a los puños entre dirigentes de La Matanza y Castrilli ligó un cachetazo.
Facundo Moyano, diputado nacional y conductor del sindicato de los trabajadores de peajes, siempre le sugirió a su padre que convenía cerrar con Sergio Massa. Ahora lo sigue haciendo, luego de que Hugo Moyano apostara sus fichas a la lista de De Narváez que sacó el 10,5% en las primarias del domingo pasado.
El líder de la CGT escuchó a su hijo Facundo y está hablando con el intendente de Tigre. Pero su otro hijo, Pablo, su adjunto en Camioneros, le dice que hay que seguir junto a De Narváez hasta octubre.
Si bien un buen número de listas distritales de De Narváez se levantaron en un acuerdo con Massa, Pablo Moyano le aseguró a su hermano que con un resultado similar al de las primarias, el sector de Camioneros podría hacerse de 15 concejales a lo largo del Conurbano, algo que podría impactar positivamente a su familia en la negociación de los contratos de la basura de los distritos.
Pero Facundo replicó que una peor elección de De Narváez en octubre va a “quemar” al apellido Moyano, por lo que exige cerrar ya mismo con Massa.
Sospechas y trompadas
La diferencia de estrategia generó un manto de sospecha entre los hermanos, principalmente en cuanto a la fiscalización de los comicios del domingo pasado.
De Narváez tuvo problemas de fiscalización especialmente en La Matanza y en Quilmes, dos distritos de los que se encargaba Facundo Moyano. En Mar del Plata, en cambio, no hubo problemas para el Colorado. Allí el encargado de controlar era Pablo Moyano.
En el entorno de los Moyano buscan los culpables por estas fallas e incluso hubo acusaciones cruzadas por el manejo de los fondos de la fiscalización.
Las sospechas que hay dentro de Camioneros terminaron a las trompadas ayer, en una reunión en San Justo, La Matanza, que se concertó para discutir sobre la fiscalización, entre otras cosas.
Allí, el candidato a concejal Javier Castrilli se encontró con el concejal matancero Adrián Verdini, que es candidato a diputado provincial, y con los dirigentes de Camioneros de ese distrito, Luis Velázquez y Silvio Klein.
El que la pasó peor fue Klein, un ex concejal de La Matanza que inició su carrera de la mano del ex subcomisario condenado por delitos de lesa humanidad en la última dictadura Luis Abelardo Patti, aunque saltó a la fama tras actuar en varias obras de teatro de revistas, entre ellas una del periodista Luis Ventura.
Klein es del sector de Facundo Moyano y aparentemente, según fuentes del moyanismo, debió ser atendido tras recibir algunas trompadas por parte de Velázquez. El propio Castrilli ligó una cachetada en medio de la reyerta.
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