Nadie queda afuera. La capacidad que el Gobierno tiene para reciclar funcionarios no tiene límites. Es que a pocos días de que cinco ministros fueran relevados de sus cargos, hoy todos ya han encontrado su lugar en la estructura provincial.

Gestiones sumamente deslucidas, perfiles políticos bajos y fría relación con la prensa serían los motivos de las eventuales salidas. Sin embargo, rápidamente encontraron su lugar en el Estado. Un mecanismo, sumamente costoso en términos económicos para los salteños.

Julio César Loutaif y Alfredo De Angelis fueron designados como consejeros del Consejo Económico Social de la provincia de Salta. Dichas funciones son de carácter ad-honorem. Nada resulta extraño hasta aquí.

Pero vale remontarse a lo que sucedió con el exministro Francisco López Sastre. Días después de su alejamiento como ministro de Ambiente fue designado como “director del Area de Cooperación Nacional e Internacional de la Escuela de Administración Pública”. El cargo comenzó siendo “ad honorem” y apenas 13 días después terminó con la remuneración estatal más alta del Poder Ejecutivo local, autorizada por decreto del Gobernador. Cabe preguntarse si sucederá lo mismo con Loutaif y De Angelis.

La cuestionada María Pace también encontró trabajo. La exministra de Derechos Humanos fue designada Coordinadora de Relaciones Internacionales e Institucionales de la Delegación Casa de Salta en Capital Federal.

Por su parte, quien estaba a cargo de la cartera de Salud, Enrique Heredia se desempeñará como profesional asistente en el Hospital Público Materno Infantil con un régimen de horario de 30 horas semanales, cargo vacante por el fallecimiento de un colega.

Lo que todavía no está definido es lo de María Inés Diez, la exministra de Justicia de la provincia. Todo indicaba que la funcionaria ocuparía la Defensoría General de Salta, aunque aún no hay resolución al respecto.

Con este mecanismo sumamente costoso, la Provincia pasó de pagar $ 1.300 millones en salarios durante 2008 a desembolsar la suma de $ 5.500 millones, casi el 50 por ciento del total de los recursos anuales que tiene Salta.