De esta manera se pone fin a una puja político-institucional que mantenía la comuna con el gobierno provincial, el cual también reclamaba la potestad del complejo industrial para potabilizar el agua de mar.

Incluso, a través de su Fiscalía de Estado llegó a presentar un recurso de amparo ante la Justicia Federal y afirmó disponer de 5 millones de dólares para finalizar las obras que llegaron a tener un avance del 85%, contando además con la capacitad operativa de la empresa provincial Servicios Públicos.

Pero ayer Prades dio por terminado el conflicto y anunció que Nación le confirmó que la planta pasará a ser “propiedad” del municipio luego de una serie de gestiones que incluyeron entrevistas con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio (n).

A ello se sumó una reciente visita que hizo a Caleta, junto a su equipo de trabajo el ingeniero José Luján, director del ENOHSA (organismo del cual depende ese complejo industrial), para realizar un inventario de maquinarias y evaluar lo que resta de la obra, tanto en la faz civil como de ingeniería, trabajos que demandarían aproximadamente siete meses.

SERA EN LA CASA ROSADA

De tal manera, y completada toda esa información, el intendente decidió convocar a una rueda de prensa y anunciar que la firma del convenio de traspaso podría realizarse este viernes en el Salón de los Escudos de la Casa Rosada con la presencia el ministro Frigerio y el administrador general del ENOHSA, Luis Jahn.

Por otra parte, hizo saber que una vez concluida esa instancia el municipio tendrá la facultad de llamar a licitación para que una empresa ejecute los trabajos.

Aseguró que ya hay entre dos y tres empresas interesadas, entre ellas la que tuvo a su cargo la construcción de la Planta de Osmosis Inversa de Puerto Deseado, la cual es de una dimensión menor a la que se proyectó para Caleta Olivia.

Además, entendía que el gobierno provincial cumplirá con su compromiso de aportar el financiamiento, recordando que a través de diferentes funcionarios, incluyendo la gobernadora Alicia Kirchner, hizo saber que cedería los fondos anunciados fuera quien fuera el destinatario del traspaso del complejo.

“Ellos manifestaron públicamente en diferentes medios la intención de colocar el dinero proveniente del programa Unirse para concluir la planta”, precisó.

“HABIA MUCHAS PROMESAS”

En el prólogo de su exposición, Prades resaltó que la problemática de la escasez de agua en esta ciudad es un tema “que ha sido sumamente manoseado” y “nosotros nos mantuvimos al margen de diferentes posiciones”.

“Además –acotó-, viendo que también había muchas promesas y no acciones concretas que pudieran llegar a remediar a mediano plazo la situación del agua, tomamos la decisión de tomar intervención con la Planta de Ósmosis Inversa para su culminación”.

En otro tramo de sus declaraciones puso en claro que “la Planta va a ser un inmueble de la municipalidad” y que “una vez firmado el convenio, vamos a remitirlo al Concejo Deliberante para que la acepte e incorpore como patrimonio municipal”.

Luego, a modo recordatorio, comentó que esta obra es la adenda de la repotenciación del Lago Musters del año 2015 y que luego de instancias legales quedó en manos del juez federal Claudio Bonadio y más tarde el ENOHSA “pidió su restitución para poder tomar una decisión final”.”

“A fines de 2018 el juez liberó la obra al Ente, por lo cual todo lo que se dijo en el medio fue mentira” sostuvo Prades, en referencia a numerosos dichos como los que aseguraban que “la obra se terminaba la semana que viene y que ya estaba en el presupuesto 2019, pero de hecho nunca lo estuvo”.