Sólo 12 intendentes y tres funcionarios brindaron a las 12, los 42 de Mariú. Se habló de 2017 y de 2019. El cajón de Cambiemos lo llevarán sólo hasta la puerta del cementerio si Macri no cambia el rumbo. Vidal crece en imagen, pero necesita urgente obras públicas para conjugar gestión con asistencialismo peronista. Uno de los temas que se habló en sobremesa fue el cambio repentino del massismo en algunos Municipios.
Por Ricardo Carossino
Vox populi, vox Dei: la imagen positiva de la gobernara de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal (61% según Raúl Argón) aumenta proporcionalmente directa a la inflación (más del 40% interanual, según FIEL), el desempleo (según el INDEC, del 5,9% en 2015, a 10,8% en agosto de 2016) y la inseguridad (por la sangrienta interna policial que el ministro Cristian Ritondo no logra resolver y empieza a dejar muertos inexplicables). ¿Cómo puede pasar esto? Parece un misterio para Sherlock Holmes, uno de esos herméticos casos en los que la respuesta no aparece por ninguna parte, pero este truco de magia, es más fácil de lo que muchos creen.
El bluff está en la creciente imagen negativa del Presidente de la Nación, Mauricio Macri (50% en ascenso que rechazan su gestión, según la encuestadora Raúl Aragón), que encontró un electorado ávido de soluciones mágicas y rápidas, y sus primeros nueve meses de gobierno (embarazo traumático) se le fueron en ver cómo hacían para subir las tarifas, fuera de eso, más el pasado timbreo no hizo nada. Para colmo la interna en el Banco Central y el Ministerio de Economía le está comiendo el gran giro en descubierto que le dio el “banco popular de electores” en el ballotage.
La transparencia del dinero
Esto pasa, sencillamente, porque quienes votaron a Macri esperaron que “Mauricio” lo cambiase todo en un año: bajar la inflación, aumentar el empleo, hacer desaparecer los planes sociales, meter preso a todo el kirchnerismo y además ser más transparente que el cristal (Michetti haciendo la gran José López con cash en la casa, los Panamá Papers, Fernando Niembro, las casas de Cambio de Montenegro, el procesamiento junto a Julio Grondona por compra de cámara para los estadios, sus funcionarios enriquecidos con el dólar a futuro al asumir el gobierno, los más de 100 millones de sobreprecios en el Metrobus, la denuncia penal por bonos "Serie 6" (dólar link), las obras públicas que José López negoció con su amigo y testaferro Nicolás Caputo con las empresas Caputo SACIFI y Ses SAS, que recibieron ocho veces más obras que Lázaro Báez –paremos acá-).
Pero mientras todos miran hacia Macri, que por otra parte está obligado a bajar todo el dinero posible al territorio bonaerense para ganar en 2017 (y decir que la gente aprueba su gestión, mientras canta temas de Gilda en el balcón de , Vidal sonríe, camina el conurbano, besa a la gente, la amenazan las mafias, hace asistencialismo peronista, mantiene una excelente relación con los intendentes del PJ, sostiene con Federico Salvai y Daniel Salvador la relación con la UCR y es joven, simpática y linda, por eso en una cena muy secreta en la Ciudad de Buenos Aires (en el San Juan Tenis Club ), con un selecto grupo de intendentes que se sentaron a hablar de política, exclusivamente, del 2017, pero sobre todo de estar preparados y listos por si Mauricio se cae. Esa noche anterior a su cumpleaños, parieron el “el vidalismo”, porque no están dispuestos a rifar el capital mediático de “Mariú” por el empresarial gabinete de Nación y se decidió luego de brindar a las doce, los 42 años de la gobernadora, que el cajón lo llevan hasta la puerta del cementerio y ahí se quedan.
Vidala del poder
Al otro día, hubo una mega reunión de Cambiemos en La Plata con el “primer ministro” Marcos Peña para trazar la estrategia a usar con la intención de ganar las legislativas en 2017, pero “la posta se habló la noche anterior”, confió a Política del Sur un viejo amigo de este periodista, residente en la Primera Sección Electoral, que supo por Ramiro Tagliaferro (ex esposo de Vidal, presente en la cena) qué cosas se hablaron en esa mesa chica, cerrada y secreta.
De esa mesa sólo participaron los intendentes Julio Garro (La Plata), Gonzalo Peluso (Magdalena), Tagliaferro (de Morón, muy enojado con el massismo local y su líder el concejal Martín Marinucci), Néstor Grindetti (Lanús) preocupado por los muertos que aparecen en su distrito, Alejandro Federico (Suipacha) nervioso por los reclamos que se vienen de la Federación Agraria bonaerense porque no le quitaron los subsidios como a la Asociación Rural, Jorge Nedela (Berisso), Gustavo Posse (San Isidro), Daniel Cappelletti (Brandsen), Sebastián Abella (Campana), Jorge Etcheverry (Lobos), Mauricio Gómez (San Vicente), Oscar Luciani (Luján), Alex Campbell (subsecretario de Asuntos Municipales). Federico Salvai (ministro de Gobierno) y por supuesto el ministro de Gobierno y operador político de Mariú, Federico Salvai. Faltaron, claramente, el intendente de Vicente López, Jorge Macri, el cocinero de Quilmes, Martiniano Molina y el escritor que gobierna Tres de Febrero, Diego Valenzuela.
En la sobremesa, se habló muy seriamente de los concejos deliberantes donde gobierna Cambiemos y en lo fundamental que será 2017 para que los jefes comunales (y los ahora vidalistas, sobre todo) puedan tener mayoría propia y absoluta en las dos secciones electorales claves: la Tercera y la Primera.
La paritaria del Frente Renovador
Ante el crecimiento de Vidal en las encuestas, es probable que Massa empiece a ver la sociedad que había armado con la gobernadora como una paritaria diaria. El caso de la policía comunal pedida junto al intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, es un caso testigo del tire y afloje al que al parecer apela el hombre de Tigre.
En esta mesa, según confesó a Política del Sur un muy allegado a Tagliaferro, fueron el intendente de Morón, precisamente y Grindetti de Lanús quienes además plantearon preocupación por el repentino cambio de conducta que ha adoptado el Frente Renovador en esos distritos.
Como se sabe en Lanús, el concejal Nicolás Russo se alió repentinamente al Frente para la Victoria para pedir la interpelación del secretario de Seguridad, Diego Kravetz y hasta pidió la renuncia del mismo por los últimos cuatro hechos de inseguridad que dejaron dos muertos (Gamboni y Tejero).
Tanto del peronismo como del oficialismo opinan y creen que Sergio Massa le ordenó a Russo salir a patear el tablero, pero no sorprende después de la visita de D`Onofrio al distrito con palabras muy duras por este tema y presentando su libro en esta materia, acompañado por el senador José Luís Pallares. Ahora, lo que le queda a la sociedad limitad FR-FPV es conseguir la manos que le faltan para llevar a Kravetz al recinto y en eso estuvieron todo el fin de semana.
Mientras, Tagliaferro dijo que no entiende la conducta “poco amistosa de Marinucci”, y confesó que le resulta más fácil acordar con el FPV que con el líder del massismo moronense.
Justamente, Sergio Massa bajó a Morón la semana pasada para hablar con un centenar de ediles de la Primera con sus alfiles los senadores Jorge D`Onofrio y Sebastián Galmarini, la diputada nacional Cecilia Moreau y el economista Aldo Pignanelli. Así respaldó el liderazgo del concejal Martinucci, que según voces del mismo entorno de intendente, el massista “está caminando los barrios más que (el ex marido de Vidal) y encima todavía da vuelta en los wasap de los vecinos el video viralizado de “la festichola” que se mandó en la Municipalidad por el Bicentenario de Morón.
Gatti y Fillol al Ministerio de Trabajo
Pero el vidalismo sabe que tiene un as de espada que no jugó, porque Macri todavía no se lo dio para ganar el primer bueno: el dinero para obras públicas. Este es un tema que se habló en la cena y es quizás el más importante de todos para que la maravillosa imagen de Mariú tenga sustento: forma y contenido.
La plata “grosa” todavía no arribó a la Provincia de Buenos Aires y eso preocupa a todos los de Cambiemos y pone muy fastidiosos para colmo a los peronistas que siguen midiendo los tiempos para ver cuál es el momento de salir a jugar de opositores en serio.
Un funcionario que conoce muy bien al ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, Marcelo Villegas, y que charla con él casi a diario admitió en un excesivo off the record que “si todo sigue así va a ser un desastre”. Este periodista le repreguntó si se refería a las elecciones de 2017: “No –contestó- , estoy hablando de diciembre, de fin de año”.
Política del Sur pudo saber que en el Ministerio de Trabajo de Provincia se la pasan “atajando penales” por el crecimiento del desempleo bonaerense y que si no llegan urgente obras públicas, diciembre será nefasto para Cambiemos. Este medio consultó además a una fuente del Ministerio de Infraestructura que conduce Edgardo Cenzón, y se sinceró: “Estamos haciendo anuncios nada más, entregando obritas de bacheo junto con Desarrollo Social (López Medrano) que entrega planes sociales, pero no sólo tenemos que empezar obras para dar empleo, las tenemos que empezar a inaugurar, o al menos mostrarlas avanzadas ya en julio de 2017, sino perdemos por afano. La mitad del país todavía confía en Mauricio (Macri), pero cada día se cae un votante que se va con Massa y vamos a tener que salir a reconvertirlo y eso se hace con guita”.
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